Los colorados Robert Silva y Gabriel Gurméndez firmaron ayer sus renuncias, al borde del plazo constitucional, y transmitieron en respectivas conferencias de prensa por la noche que trabajarán para impulsar, cada uno, un espacio propio a la interna que desembocará en sus precandidaturas de cara a las próximas elecciones de 2024.

Silva y Gurméndez, presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y de Antel respectivamente, entregaron sus dimisiones y fueron recibidos de tarde por el presidente Luis Lacalle Pou en la residencia de Suárez y Reyes, donde dialogaron luego por separado con los medios.

Las salidas de ambos dirigentes colorados de los organismos públicos fueron en tonos diferentes. Frente a la ebullición sindical que generó el paso al costado de Silva en este momento, acusándolo de usar su puesto y la transformación educativa como trampolín electoral; el retiro de Gurméndez fue sereno e incluso en “términos cordiales” con la directiva del sindicato de Antel (Sutel), dijeron a El País desde su entorno.

En conferencia de prensa, Gurméndez hizo un “agradecimiento especial” a Lacalle Pou por su aterrizaje en Antel, en junio de 2020 -por segunda vez en casi 20 años-, que puntualizó fue por “decisión del presidente”, por fuera de los acuerdos político-partidarios.

Y destacó los logros de su gestión que sirven de plataforma para iniciar su carrera hacia la interna. Antel cuenta con “más clientes, que pagan menos y consumen más”. Este resultado afirmó que se pudo alcanzar “exhibiendo los mejores resultados económicos y financieros en la historia de Antel en los últimos dos años”, a partir de un “manejo profesional y austero de los dineros públicos”.

Gurméndez enfatizó que tras su gestión, “por primera vez” en Uruguay se accede a internet “por igual independientemente del nivel socioeconómico” y que se pudo “llegar a los más alejados y a los niveles más vulnerables”.

En este sentido, destacó que la telefónica estatal alcanzó a los “pueblos más alejados que no tenían conectividad y señal”, entre ellos centros educativos rurales. Otro hito que marcó el colorado fue la implementación de la tecnología 5G, la más avanzada, en Uruguay.

“Entregamos un Antel mejor que se mantiene en el liderazgo de las telecomunicaciones, y lo hace por la preferencia de los uruguayos en un marco de mayor libertad y mayor competencia”, subrayó el dirigente, quien acotó que la empresa ha “crecido más que los competidores” en los últimos años.

Ya con la mira puesta en el Partido Colorado, Gurméndez dijo que da un paso al costado de Antel porque se “cumplieron” los objetivos que se fijó el primer día. “Es una etapa que termina, y en lo personal, es el inicio de un nuevo camino”, sostuvo.

El hasta ayer titular de Antel destacó el apoyo que su postulación reunió de la Lista 15, sectores de Ciudadanos y otras agrupaciones. “Estamos construyendo una corriente que queremos encabezar, y que fundamentalmente creo que va a traer un aire de renovación en los elencos del Partido Colorado”, enfatizó.

“Afirmamos los principios de libertad y crecimiento con equidad, igualando para arriba, tratando de que todos los uruguayos tengan las mismas oportunidades”, indicó. “Me gustaría, de alguna manera, ser el candidato del emprendimiento, que genere el crecimiento económico”, acotó.

Fuentes de su entorno indicaron que los últimos tres días fueron de cierre. Esto incluyó una reunión con la directiva de Sutel, encabezada por Gabriel Molina, en “términos cordiales”, y con una “evaluación positiva” del relacionamiento en espacios de negociación laboral pese a las diferencias.

También con su sucesor interino, el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic. Una de sus últimas tareas fue la habilitación del acceso a conectividad de interne en localidades del interior canario. Antes de su retiro, Gurméndez saludó “personalmente” a todos los funcionarios de los 25 pisos de la sede de Antel, acotaron las fuentes.

Por su parte, Silva comenzó ayer en conferencia de prensa agradeciendo a Lacalle Pou y su “constante respaldo” en la gestión que inició en marzo de 2020, tal como escribió en su carta de renuncia; así como también al “equipo de la educación” por su rol en la reforma que impulsó.

“Iniciamos un proceso de transformación educativa que fue muy importante”, valoró Silva, quien postergó su salida original para votar ayer el nuevo plan de bachillerato, que no se reformaba desde 2006. Enumeró diversos hitos de su gestión y destacó la “mejora de la tasa de egreso”.

El extitular de ANEP también destacó a su sucesora, la secretaria del Codicen, Virginia Cáceres Batalla -que es cuestionada por sindicatos y el senador frenteamplista Sebastián Sabini por sus antecedentes para el cargo-, que asumirá una vez se vote la venia en el Senado.

Luego repasó parte de su vida. Recordó que proviene de una “familia trabajadora” y que los puestos públicos de renombre a los que llegó fueron por “dos pilares: la familia y la educación”. Frente a las críticas de que usó el cargo como impulso a su carrera, retrucó: “Tengo 25 años trabajando por la educación de este país”.

En torno a esta nueva etapa, aseguró que trabajará no solo para “transformar” la educación, sino “en otras transformaciones que el país necesita”. La apuesta es ser una “efectiva alternativa de gobierno para continuar la coalición en el próximo período”.

Las últimas horas de Silva en ANEP fueron agitadas. Ayer a las 15.00 horas presentó su carta de renuncia, en la que destacó al presidente. “Sepa que mi compromiso con la educación no finaliza con esta renuncia”, aseguró.

Minutos antes de salir por última vez de ANEP, funcionarios lo despidieron con un aplauso cerrado. Micrófono en mano, remarcó: “Me estoy yendo con la alegría de conocerlos y haber trabajado con ustedes”.

Ese trabajo lo llevó a postergar su salida 24 horas para dejar sellada la nueva malla curricular de bachillerato. El cambio incluso dejó a destiempo a los sindicatos que se manifestaron contra su gestión el miércoles.