Dirigentes de varios de los sindicatos policiales expresaron en los últimos días su disconformidad con respecto al equipamiento brindado por el Ministerio del Interior a la Policía. Los efectivos cuestionaron su utilidad en ciertas operaciones -como los allanamientos nocturnos- y que es menor a la necesaria.

Uno de los reclamos más recurrentes es relacionado al control del vencimiento de chalecos antibalas. Desde la cartera, sin embargo, negaron “rotundamente” que los policías estén usando su equipamiento vencido.

Varios de estos sindicatos reconocieron que “en el último tiempo se ha hecho recambio de chalecos”, pero continúan pidiendo que se tenga “un buen seguimiento” sobre cada funcionario.

Ante los reclamos, fuentes del ministerio dijeron a El País que 2023 cerró con una inversión récord en equipamiento policial. “Fue un 220% más grande que en 2019 y un 40% más que en 2022”, había dicho el ministro, Nicolás Martinelli, en entrevista con El País.

Además de adquirir 19.000 chalecos antibalas durante la actual gestión, el ministerio compró, entre otros elementos, 1.150 cascos antibalas, 139 escudos, 62.802 uniformes, 218 fusiles y más de 14,5 millones de municiones.

Luego de la muerte de Alexis Meireles -policía asesinado el pasado lunes mientras realizaba un operativo en el barrio Marconi- se reavivó el debate con respecto a los chalecos antibalas.

“(Meireles) tuvo el chaleco vencido durante meses y hace poco le habían dado uno que le quedaba apretado”, manifestó la esposa del agente fallecido a la presidenta del Sindicato Nacional de Policía (Sipolna -antes Sifpom-), Patricia Noy.

Si bien Noy aseguró a El País que existió la problemática de funcionarios que usaban chalecos vencidos, dijo que “ya se ha hecho el recambio”. “También va en que los funcionarios soliciten el cambio”, afirmó y sostuvo que “si ellos no consiguen respuesta”, desde el sindicato buscan “insistir para que sea renovado”.

Una de las agrupaciones que manifestó esta preocupación en reiteradas oportunidades, incluso denunciando al Ministerio del Interior a nivel internacional, fue el Sindicato de Policías de Maldonado (Sipolma).

Consultado su actual presidente, Julio Acosta, dijo que “tras varios meses de denuncias, hoy la Policía de Maldonado cuenta con chalecos renovados”. De igual manera aseguró que “a veces se demoran con las licitaciones”.

Por su parte, y a diferencia de los anteriores, desde el Sindicato Único de Policías del Uruguay (Supu), indicaron que les consta que “todavía muchos policías siguen trabajando con chalecos vencidos”.

“Es real que los chalecos aguantan un poco más después de su fecha, pero por algo la tienen fijada y no se puede jugar con la vida de una persona”, dijo a El País Jorge Clavijo, dirigente de Supu.

Más allá de su diferencia con respecto al recambio, desde las tres agrupaciones afirmaron con seguridad que “hace falta un buen seguimiento al funcionario para que cuando se le esté por vencer el chaleco se le pueda renovar sin problema”. “Actualmente el control es casi nulo”, indicaron desde los sindicatos.

Noy, de Sipolna, sostuvo que “no se le puede echar la culpa de esto a los funcionarios” porque “muchas veces están desbordados de trabajo debido a la falta de personal policial”. Y pidió que “se busque una solución” para ello.

Desde el ministerio explicaron a El País que además de los controles realizados por la cartera, “el recambio depende también del funcionario”, ya que dentro del propio chaleco se encuentra la información de fabricación.

Según cifras a las que pudo acceder El País, fueron 19.000 los chalecos antibalas adquiridos durante esta gestión. 10.000 unidades llegaron en 2023, en una inversión que superó los US$ 3 millones.

Los chalecos adquiridos por la cartera son modelo IIIA, lo que significa que se los testea con pistolas calibre .357 y Magnum, según estándares internacionales. Martinelli había relatado que “son los mismos que tiene el Ejército de Israel”.

Otro de los motivos por los que los sindicatos se han manifestado públicamente, es el proyecto de allanamientos nocturnos.

Tanto desde Sipolna como Supu manifestaron “no oponerse” aunque consideran que “actualmente las condiciones no están dadas”.

“Todavía no estamos prontos para que se aprueben los allanamientos nocturnos”, dijo Noy aunque aseguró que “aplaude” la iniciativa del Ministerio del Interior de comprar equipamiento. De igual manera remarcó que todavía “no es suficiente” y que “falta capacitación”.

Roberto Cardozo, presidente de Supu, sostuvo que “un allanamiento nocturno hoy es hacer que la Policía vaya a jugar a la gallinita ciega”. “Consideramos que aprobarlo hoy es poner en juego la vida de policías e inocentes”, aseguró y afirmó que con esta iniciativa “muchas veces se busca hacer campaña y meten en el medio al trabajador policial”.

En el mismo sentido se expresó su compañero de directiva, Jorge Clavijo. “Apoyamos el combate a la inseguridad, pero no queremos que se ponga en riesgo la seguridad de los funcionarios”, aseguró el dirigente.

Francisco Flores /Archivo El País