Cabildo Abierto es el socio díscolo de la coalición oficialista que le ha dado más de un dolor de cabeza al gobierno, y que ahora hace campaña desmarcándose del Partido Nacional —en especial de su principal precandidato Álvaro Delgado— mientras navega sus propias disputas internas. Sin grandes apuestas a la publicidad masiva, el líder del partido, Guido Manini Ríos, recorre el país en una intensa campaña de cara a las elecciones internas pero con la meta definida hacia los comicios nacionales de octubre.

Por eso, además de decir que los cabildantes deben tomarse las internas como obligatorias —que no lo son y se harán el 30 de junio—, Manini Ríos se presenta como una “tercera vía” para cuando todos los candidatos —incluido él— compitan por la presidencia. El objetivo, apuntó el líder del partido, es lograr que la “voz” cabildante “suene mucho más fuerte que ahora”.

En esa búsqueda de diferenciarse del resto del sistema político —y conseguir votos de potenciales desencantados—, Manini Ríos apuntó contra Delgado, diciendo que elegirlo es una “reelección con otro nombre”. El senador cabildante recordó en actos en Montevideo y San José —sin nombrarlo de manera directa— que se “autoerige como el continuador” del gobierno actual y que, por lo tanto, es “más de lo mismo”.

En tanto, la segunda opción —continuó Manini Ríos— es el Frente Amplio, que sería “cambiar y volver a quienes por 15 años generaron buena parte de los grandes problemas que vivimos”.

En ese marco, Cabildo Abierto se considera la tercera opción.

Manini Ríos aseguró que votar por Cabildo Abierto es “cambiar sin volver a quienes durante 15 años hicieron lo que hicieron”. Así como también como “continuar con los cambios que tibiamente se han comenzado (durante este gobierno) en algunas áreas, pero sobre todo realizar las verdaderas modificaciones que hay que hacer en materia de políticas de droga, de deuda, de la familia, de apoyo al trabajo nacional, de seguridad pública y otros temas”, continuó el senador.

Juan Manuel Ramos/Archivo El Pais

Para Cabildo Abierto “más de lo mismo” —que vendría a ser Delgado— no es el camino correcto.

Uno de los que tiene una visión crítica del gobierno es el senador de Cabildo Abierto, Guillermo Domenech, quien apuntó a El País: “Alguien dijo que el Partido Nacional y el Partido Colorado se han transformado en un Frente Amplio de traje y corbata”.

Para él, que presidió el partido hasta hace poco —cargo al que renunció después de crear el sector Unidad y Lealtad—, “debe cambiarse el rumbo” en varios aspectos para “no continuar transitando la misma senda que inició el Frente Amplio y siguieron los partidos tradicionales”.

Ante la consulta de cómo pueden leerse los cuestionamientos de Cabildo Abierto siendo parte de la coalición, respondió: “¿Pero no somos el socio incómodo? No vamos a estar diciéndole que sí a lo que entendemos que está mal, venga de donde venga. No somos el furgón de cola de nadie”.

Ya hace poco más de una semana, Manini Ríos hizo hincapié en un acto en Florida que iban a decir “de frente” las “cosas como son”, incluidas las “barbaridades que ocurren”.

Domenech, por su parte, apuntó que una de las críticas al gobierno es que se “continúa la política de promoción de las inversiones de las multinacionales, forestales, y a los fondos de inversión”; mientras “no se atiende en la debida medida a la pequeña y mediana empresa agropecuaria, industrial y rural”. Estas últimas, a su entender, tienen un “trato discriminatorio respecto a esas grandes empresas que vienen del extranjero”.

También criticó que el gobierno no “atiende la dificultad que plantea la ley de intereses y usura dictada por el Frente Amplio (de 2007), que se ha mantenido incólume permitiéndole a las financieras cobrar intereses que serían considerados usurarios en cualquier lugar del mundo”.

Otro punto que cuestionó es que “persiste en la educación la ideología de género, traída por el Frente Amplio y sostenida por vastos sectores de los partidos tradicionales”. Así como también apuntó que el Partido Nacional y el Partido Colorado siguieron las “mismas políticas” del partido de izquierda al tener un “crecimiento sostenido de la deuda externa”.

Por su parte, el diputado Álvaro Perrone —que lidera la agrupación nacional Uruguay en Orden— comentó que tienen diferencias con el Partido Nacional “principalmente en políticas de seguridad y en algunos temas vinculados con la economía”. También marcó que Cabildo Abierto presentó un proyecto para modificar la ley de violencia hacia las mujeres basada en género, y que Delgado “ha dicho que esto no está en la agenda” de su fuerza política.

Pero eso no es todo. Perrone —quien recordó que estuvo en discusiones en el Parlamento por presupuesto, rendiciones de cuenta, y en el proyecto de reestructura de deuda física— contó que tuvieron “muchas diferencias” con Diego Labat, hoy presidente del Banco Central del Uruguay y “que se dice que puede ser el ministro de economía de Delgado”. Y añadió: “Nosotros no somos quién para decirle a un partido cuál es su ministro, pero sí prestar atención”.

Para el diputado, se debe “destinar el mayor presupuesto de la historia a la seguridad pública”, que es el “principal problema” que tiene Uruguay. En ese sentido, recordó que se necesita tener “respaldo económico”, el que en este gobierno estuvo en el Ministerio de Transporte.

Foto: Estefanía Leal/El País.