Carolina Ache renunció al Ministerio de Relaciones Exteriores en el marco de la polémica por la entrega de un pasaporte al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset. Fue después de que se conoció que el número dos de la cartera de seguridad, Guillermo Maciel, le había advertido que era un narco “muy pesado y peligroso”, y de que ella no lo mencionara en una comparecencia en el Parlamento. Ahora, meses después, dijo que ella no mintió, que solo “quizás” omitió dar un “elemento” y que se “arrepiente” de no haber aportado esa información.

Ache también deslizó la responsabilidad hacia los jerarcas de los ministerios sobre lo que sucedió en la visita al Parlamento. “La interpelación es a los ministros. La línea de la interpelación no la fijé yo, y yo tenía que tener lealtad hacia mis superiores. Nadie habló de eso y todos lo conocían. Yo no lo digo, después vuelve la palabra a los interpelados que lo sabían y podrían haber dicho. Fue un tema de lealtad”, aseguró en una entrevista con Canal 12.

Las declaraciones de Ache causaron sorpresa y molestia en las filas coloradas. Y hubo cuestionamientos a la interna del partido sobre cuál era la necesidad de salir a aclarar ahora eventos que sucedieron meses atrás. Además, hubo dirigentes que se enojaron con que le “pegase” a dos ministros -Francisco Bustillo y Luis Alberto Heber- de la coalición, dijeron fuentes del partido a El País.

También creen que “no es inocente” la decisión de Ache de hablar, y la vinculan con una “segura” reaparición de Pedro Bordaberry en la actividad política.

Cabe recordar que el jueves Bodaberry registró la agrupación Vamos Uruguay, creada y liderada por él, ante el Partido Colorado. Ache aparece cuarta en la lista en la Comisión Nacional Electoral de este sector.