EXPRESIDENTE
El exmandatario participó del programa que se emitió "El Legado", por Canal 10; la entrevista fue realizada el 14 de noviembre.
Tabaré Vázquez fue el invitado de "El Legado", por Canal 10. La entrevista fue realizada por Ignacio González el 14 de noviembre, antes de que el exmandatario sufriera una recaída. Allí se emocionó, contó algún chiste, subrayó los mitos que según él fueron derribados por la izquierda y dijo como quería que lo recuerden.
“Se decía que si la izquierda ganaba íbamos a pasarla muy mal porque iban retirarse inversiones y cerrar empresas; ese mito lo derrumbamos. Disminuyó la pobreza, la marginación, hubo políticas de inclusión, se atendió a la discapacidad, se puso como centro a la persona. Lo fundamental fue gobernar con y para la gente. No sucedió lo que el mito decía”, explicó y remarcó que tampoco hubo conflictividad social y que la democracia nunca estuvo en peligro. “Uruguay es el país más democrático de América. Tenemos fortaleza institucional. Mi chapeau a los partidos tradicionales por lo que hicieron por el país. El legado político que hemos dejado es destruir esos mitos”.
“Quiero que me recuerden, si es que lo hacen, como un presidente serio y responsable, que hizo el máximo de sus esfuerzos por cumplir los compromisos que habíamos prometido en campaña electoral y que llevó a que la gente nos votara”, manifestó y recordó que hasta ser candidato a la Intendencia de Montevideo, no tenía intenciones de dedicarse a la política.
“Algunas cosas logramos, otras no, quedaron cosas pendientes, pero una nación es una construcción permanente. Lo que más me enorgullece es el equipo que me acompañó, los dos equipos”, remarcó.
“Nunca aspiré a hacer una carrera política, lo mío era la medicina, con una cuestión social”, confesó. Primero se vinculó con el Club Arbolito y luego a Progreso. “La riqueza humana que hay en la sociedad uruguaya es extraordinaria. Me pareció un desafío sacar a Progreso adelante con el trabajo del barrio”, sostuvo.
El conflicto atípico con Argentina
"Fueron momentos muy difíciles para el país y el gobierno. Hubo una escalada de tensión. Aposté al camino diplomático y el respaldo que recibimos fue de EE.UU", dijo Vázquez al respecto del conflicto que se originó en su administración con Argentina por la instalación de la planta de Botnia, hoy UPM. "Me encontré con Condoleza en asunción de Michelle Bachelet, en Chile. Le dije: quiero que se diga que “Uruguay y EE.UU. son países amigos y se respetan”, eso aplacó las aguas. Después vino el juicio de La Haya. "Cuando se realiza un análisis de la relación entre Uruguay y Argentina, hay que hacerlo en dos niveles. Uno a nivel gobierno, y otro en relación a nuestros pueblos, que son hermanos", añadió.
Invitado a dar su testimonio, el presidente de Argentina Alberto Fernández envió un video que se incluyó en el programa. “Nunca dejé de tratar y querer a Tabaré. Fue un gran presidente. Para la democracia uruguaya fue el hombre que puso una bisagra, permitiendo que un tercer partido llegara al poder y conviviera con respeto con otros sectores de la política uruguaya. Tabaré ha dejado una impronta enorme en la política de América Latina y del Río de la Plata y en mi corazón y mi afecto”, sentenció Fernández. Tras escuchar al argentino, Vázquez remarcó: “Alberto es una hermosísima persona, es noble, es sincero, tiene la mejor intención para que su pueblo marche todo junto hacia delante. Siento un profundo cariño por él y el que piense que puede de alguna manera, manejar a Alberto Fernández en sus convicciones, se equivoca de cabo a rabo. Estoy seguro que está luchando enormemente y va a salir adelante porque tiene una gran voluntad. Lo digo de corazón, convencido”.
“La izquierda latinoamericana está en una etapa de transición, para ubicar qué entendemos por izquierda latinoamericana. La tendencia sería marchar a una social democracia. En las circunstancias actuales, los movimientos políticos radicalizados a la izquierda o a la derecha. Los extremos no son buenos, terminan tocándose. La ley del péndulo”.
Sobre los vínculos que tuvo en su gobierno con mandatarios del exterior dijo: “En mi vida no había ni soñado ni pensado en hablar con líderes mundiales. La vida me llevó a que tuviera diálogo con tres presidentes de EE.UU: Bush padre, Bush hijo y con Obama. Tuve reuniones con Xi Jinping, Angela Merkel, los dos reyes de España, Vladimir Putin, Lula".
Su infancia
“Yo nací en una casa muy humilde, de chapa, pero con una enorme dignidad. La dignidad que mis padres supieron darle con trabajo, honradez y pensando en el futuro de sus hijos, en darnos educación para que pudiéramos salir adelante y lo hicimos”, contó el exmandatario.
A los cinco años, debido a una tos convulsa muy fuerte, recibió la visita de un médico. “Estaba muy asustado, tosía permanente. Alcides Caorsi fue una revelación, uno lo veía entrar, veía la salvación”, contó y recordó que inmediatamente pensó que le gustaría ser como ese hombre.
“Nunca aspiré a hacer una carrera política, lo mío era la medicina, con una cuestión social. Primero con el Club Arbolito y luego con el Club Atlético Progreso”, reveló.
Lograr algo con un equipo del barrio, no con algún mesías que llegara a poner dinero, sacar a Progreso delante de todos le pareció un gran desafío. “Esa riqueza humana que hay en el seno de la sociedad uruguaya y es extraordinaria”, remarcó quien obtuvo resultados. Progreso ganó el Campeonato Uruguayo en 1989, fue a dos Copas libertadores y jugó seis liguillas.
“Eso se hizo con el trabajo de su gente, con los obreros, trabajadoras, empleados; con los que se convencen que si se pone esfuerzo, trabajo dedicación, las cosas se pueden lograr”.
En la arena política
“Uno aprende mucho hablando con la gente, es lo que tiene que tener el político, el gobernante, el gobierno de cercanía porque finalmente la población es la que nos paga el sueldo. La gente que vive el problema generalmente tiene una buena solución”, remarcó Vázquez y aseguró que cuando fue candidato a la Intendencia, salió a la cancha a ganar. “Sabía que era difícil, complicado, pero no me salía decir voy a competir para perder, los uruguayos no somos así”, recordó.
“Hay que escuchar siempre, uno no puede personalmente conocer todo un tema en su amplitud. Pero una vez que se meditó, se pensó, hay que ejecutar. Que nos equivocamos, sí, me equivoqué muchas veces. El ser humano está codificado para el error, se avanza en base al acierto y error”, dijo.
Se le preguntó sobre un error, y Vázquez sostuvo que antes de llegar al gobierno Montevideo, en plena campaña electoral de 1989, un punto del programa era que los funcionarios municipales trabajarían 6 horas. Al asumir así lo estableció.
“Pero una vez negociando con Eduardo Platero, un sindicalista de primerísimo nivel, un excelente dirigente sindical, en una reunión él me reprochó algo y le dije: ‘Les dimos las seis horas. Y él me contestó: ‘¿y el sindicato te lo pidió?’. Y ahí aprendí”, sostuvo.
Otro error que recordó hasta con humor ocurrió en Santa Catalina. Allí la intendencia bituminizó una calle, pero al hablar con un vecino, le preguntó por qué no se veía tan contento y éste le respondió: “Si nos hubiesen preguntado, hubiésemos pedido primero la luz”.
“Aprendí que hay que escuchar a la gente. Me di cuenta que ejercer la política es como hacer medicina. La sociedad tiene patologías”, detalló.
Su familia
¿Quién fue María Auxiliadora en su vida?, preguntó González. “Todo, todo. Me atrevo a decir sin dudar que no hubiera logrado el desarrollo de mis actividades sin ella. Fue el factótum. Lo que hice, lo hice con el respaldo de ella, de mis hijos, de mi familia. Yo sin María Auxiliadora no hubiera sido nada”, respondió Vázquez y agregó que ella le dejó una riqueza enorme, una familia maravillosa y un ejemplo de vida inigualable.
-¿Y sus hijos? Alvaro, Javier, Nacho, Fabián, ¿lo enorgullecen? repreguntó el conductor. Míreme (saca un pañuelo y hace como si se secara la baba). Son un orgullo. Es un legado de María Auxiliadora.
Camino a la presidencia
“Yo quería repetir la intendencia, no soñé con ser presidente”, dijo quien se postuló por sugerencia del General Líber Seregni. “Mi relación con él fue muy buena, al principio no tanto, pero fue muy buena. Aprendí enormemente con Seregni y desde el punto de vista político le estoy enormemente agradecido”.
Seis meses antes de finalizar su mandato renunció a su cargo de intendente y también al subsidio: “Con esto ya cuento mi pensamiento con respecto al subsidio pos ejercicio de un cargo electivo”.
“Me di cuenta que ejercer la política es como hacer medicina. La sociedad tiene patologías”, detalló.
La relación con expresidentes
"Partiendo de la base, que tenemos posiciones políticas distintas, con el doctor Julio María Sanguinetti, siento un gran respeto, un estadista, sin lugar a dudas, un hombre de una cultura muy vasta", dijo Vázquez y relató una anécdota: "Fui a visitarlo a la sede del Partido Colorado y antes de reunirnos tuvimos un mano a mano en su despacho. Me dijo, 'presidente ¿a qué usted no sabe lo que más extrañé cuando dejé la Presidencia de la República? Espero que él no lo tome como una infidencia, porque tenía toda la razón. 'En el Edificio Libertad sobrevivía, en Anchorena gobernaba', me dijo. Y si tendría razón porque lo que tiene que tener un presidente es mucho tiempo para pensar tranquilo y Anchorena es un lugar mágico, donde uno puede salir de la vorágine de todos los días y pensar en el futuro".
En otro pasaje se refirió a Luis Alberto Lacalle Herrera y dijo: "Tenemos un muy buen vínculo. Juntos logramos cosas muy importantes, como Tres Cruces. Tenemos una relación, diría hasta afectuosa. Él me pregunta por el ciático, yo bromeo y le pregunto por su rodilla".
También se refirió a Jorge Batlle y dijo: "Tuvimos una muy buena relación" y sobre José Mujica planteó: "Con Pepe Mujica, mi querido amigo y compañero, tengo una excelente relación de muchísimos años. Pepe es brillante, notable, es una figura internacional de lustre, pero tenemos una ideología y un pensamiento de fondo que va en la misma dirección y en el mismo sentido".
Consejos
Cuando preguntó sobre algún consejo para los líderes de izquierda que lo sucedan, señaló: “Consejos no me atrevo, pero les diría que tengan en cuenta que el centro de todos nuestros desvelos es nuestra gente y que hay que gobernar junto con ella para que podamos ir todos hacia delante”.
Y añadió: “Fui llevado a la política lo que me llevó a decir en algún momento que si naciera de nuevo volvería a ser médico y no haría política. Eso dije, pero pasó el tiempo. El tiempo agrega conocimiento y algo de sabiduría. Me di cuenta que ejercer la política es como hacer medicina porque la sociedad, el pueblo, está constituido por seres humanos, por tanto, las sociedad es una entidad humana que tiene sueños, deseos de tener oportunidades para avanzar, patologías, pero tiene enormes grandezas. Ejercer la política considerada con responsabilidad es también hacer medicina con la sociedad”.
“Seguiremos luchando, ahora estamos en un mano a mano. No te rindas, aunque el frío queme”, dijo al ser consultado por su enfermedad. Dios no faltó en la charla. “A veces creo que existe, a veces que no, que somos una ventanita que se abre y salimos al escenario de la vida. Muchas veces desearía que hubiera un Dios”, dijo quien le consultó al papa Francisco cómo concebía a Dios. “El me respondió: Ah no, yo hasta Jesucristo llego, más arriba no”.
El Legado
Este ciclo de entrevistas documentales se filmó en formato cine. Su idea original es de America Business en coproducción con Pardelion Films y Canal 10.