Redacción El País
El triunfo por el plebiscito por la seguridad social, la “reconstrucción de la unidad de la izquierda” en Uruguay, el desarrollo de la lucha popular y la reconquista de una banca en el Parlamento en 2024. Son los objetivos centrales declarados por Unidad Popular-Frente de Trabajadores, una nueva coalición política conformada por la disputa de las próximas elecciones. Así se lo dijo a El País uno de sus referentes, el exdiputado Eduardo Rubio, quien intentará volver al Parlamento luego de su experiencia en la pasada legislatura.

La alianza surge, justamente, a raíz de la confluencia de estos sectores en la campaña por la recolección de firmas rumbo al plebiscito contra la “reforma regresiva” de la seguridad social. También en las movilizaciones “en solidaridad con la lucha del pueblo palestino y contra el criminal genocidio que está perpetrando el Estado sionista en la Franja de Gaza y en toda Palestina”.

El nuevo grupo nace con una advertencia: en las próximas elecciones se pretende instalar una falsa contradicción entre una coalición proclamada “republicana” y otra “progresista”, que no refleja las verdaderas contradicciones de clase. “Ambas van a mantener los acuerdos con el FMI, el pago puntual de la deuda externa y las exoneraciones fiscales a las grandes empresas”, por lo que “una vez más postergarán las necesidades populares, en función de beneficiar al gran capital”.

Integran este nuevo bloque el Movimiento 26 de Marzo, el Frente de los Trabajadores en Lucha, el Partido Comunista Revolucionario y el Partido Humanista, entre otros. Una de las novedades es la presencia del trotskista Partido de los Trabajadores (PT), que por primera vez desde su fundación en 1917 integrará una alianza electoral.

La novel coalición incluye en su plataforma la devolución del aguinaldo a los pasivos, el aumento de los aportes patronales y la eliminación de las “jubilaciones de privilegio” en la Caja Militar.

Plantea un “salario mínimo nacional vital” y ajustes salariales “automáticos”, según el alza en el costo de vida. También la reducción de la jornada laboral sin pérdida de salario, “repartiendo” el trabajo entre ocupados y desocupados, bajo la premisa: “Trabajemos menos para que trabajen todos”.

Va además por la eliminación de la reforma educativa implementada por esta administración y de las participación de tropas uruguayas en “misiones de paz al servicio del imperialismo”. Se reclama la “ruptura” con el Fondo Monetario Internacional, la suspensión del pago de la deuda externa y la nulidad de todos los tratados internacionales que atan al país con “el imperialismo”.

La nueva coalición promueve la eliminación de los delitos de atentado, desacato y asonada, destinados a “perseguir a los que luchan”. Al respecto, pedirá el desprocesamiento de uno de sus dirigentes y presidente del sindicato de OSE, Federico Kreimerman, imputado por esta causa.

A inicios de enero, UP definirá su fórmula presidencial. Ya que no será Gonzalo Abella candidato presidencial en las próximas dos elecciones.