Redacción El País
Previo a su inauguración, la ciclovía de la Intendencia de Montevideo (IMM) despertó críticas -así como réplicas a esas críticas- en el sistema político. Los cuestionamientos siguieron una vez que la ciclovía comenzó a funcionar, sobre todo, tras los dos recientes accidentes de tránsito que hubo. El último choque se dio el domingo, cuando un auto atropelló a un ciclista que cruzó con luz roja. Ahora la comuna envió inspectores a las calles para “informar y concientizar” sobre las normas vigentes.

En un comunicado difundido por la IMM, se hace hincapié en el respeto por la normativa de tránsito, y se señala que los ciclistas se “enfrentan a problemas que impiden la circulación fluida y segura”. En ese sentido, la Intendencia capitalina recordó que “para que haya un correcto uso de la ciclovía, es importante que los peatones crucen en los lugares permitidos”, como las esquinas o cruces semaforizados.

Y enfatizó: “Quienes transitan a pie no deben invadir las ciclovías o bicisendas para cruzar de una acera hacia la otra”.

Por su parte, el director de movilidad del gobierno departamental, Pablo Inthamoussu, llamó en X (antes, Twitter) a “elevar el nivel sin descender a la chicana política menor”, después de los dos accidentes de tránsito generados en la ciclovía. Además, destacó que “ambos fueron leves sin lesiones de relevancia que lamentar”, y añadió: “¡Pronta recuperación!, pues ‘los fierros se arreglan’”.

Asimismo, el jerarca de la Intendencia marcó que los “cambios requieren de procesos de aprendizaje, que llevan su tiempo” y que todos los que transitan “por la ciclovía o por cualquier infraestructura vial” deben “respetar las normas de tránsito que garantizan una sana convivencia”.

Para el director del Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV), Arturo Borges, hay que ver cómo la población se puede “adaptar” a la “nueva modalidad de circulación” por la principal avenida del país. Y entiende que la campaña de educación que lanzará el gobierno departamental -que debería ser para aprender a “percibir el riesgo y respetar las normas”- se tendría que “haber hecho desde que se comenzó a armar el proyecto”.

Ahora es necesario -continuó en diálogo con El País- que inspectores de la comuna se coloquen en algunas esquinas para ordenar hasta que las personas se acostumbren al cambio. No obstante, recordó que el personal inspectivo “no tiene fuerza jurídica” sobre el peatón y el ciclista hasta que no se modifique la ley, ya que solo actúa sobre motorizados.

Otra medida que considera oportuna es la colocación de semáforos numéricos que le avisan al peatón cuánto tiempo le queda para cruzar, tal como existen frente al Palacio Municipal. Esa herramienta ayuda a la persona a saber si le da el tiempo para cruzar todo el ancho de la avenida. Porque -indicó el especialista- el peatón no debería utilizar la ciclovía como un cantero o zona de espera para después terminar de cruzar.

Pero, además, hay que educar al conductor a no arrancar hasta que el peatón termine de cruzar aunque se cambie la luz del semáforo a verde, lo que lo habilitaría a iniciar la marcha, comentó, y añadió: “Ahora arrancan y los peatones se tienen que quedar en la ciclovía” a la espera.

También se refirió a los ciclistas, a quienes marcó que tienen que utilizar todo el equipamiento de seguridad, ya que el ir por la ciclovía no los excluye de cumplir con esas medidas.

La IMM, al mismo tiempo que le pidió a los peatones que crucen en los lugares permitidos -como se mencionó antes-, recordó en un comunicado divulgado en la tarde que los ciclistas “deben circular utilizando elementos de seguridad como casco, chaleco, elementos reflectivos, luces y timbre, además de respetar las normas de circulación previstas para este nuevo espacio”.

También recordó que los “vehículos tampoco deben invadir la infraestructura cicloviaria, así como tienen prohibido el estacionamiento en los lugares no autorizados”.

Por otra parte, destacó que durante 2023 se “han instalado y puesto en funcionamiento 40 semáforos en diferentes puntos de Montevideo”.