Udelar dará cursos de compensación a odontólogos egresados durante la pandemia por problemas de formación

Rector habló de dificultades de formación y repetición en Enfermería, Odontología e Ingeniería. "Estamos afectando la calidad de aquellos que van a atender a la población uruguaya", señaló.

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dientes, caries, niño en el dentista
Dentista atentiendo a un paciente.
Imagen ilustrativa

Redacción El País
La salida de la emergencia sanitaria provocada por el covid-19 no fue neutral desde el punto de vista de los logros educativos. No lo fue en ningún escalón del sistema y tampoco en la Universidad de la República. Los primeros datos provenientes de esa casa de estudios demuestran dificultades en los últimos tiempos en el rendimiento de los estudiantes al ingreso a la vida universitaria.

Así lo aseguró en el Parlamento el rector Rodrigo Arim, que presentó ante los legisladores varios ejemplos. Entre ellos los resultados de Geometría y Álgebra Lineal 1, una materia que se debe rendir en el primer año de la Facultad de Ingeniería.

Según las gráficas que expuso, en 2019 había allí algo más de 1.500 estudiantes, de los que 219 eran recursantes. En 2020, ya en pandemia, la situación fue similar. Pero en 2021, al tiempo que se comenzó a ver un incremento en la matrícula, también se apreció un aumento en el número de estudiantes que, habiendo ingresado en los años previos a la institución, no logran aprobar esa materia al primer intento. En 2023. Geometría y Álgebra Lineal 1 atiende a unos 1.000 alumnos más que en los años previos. La mayor parte de esa diferencia se debe, justamente, a los que están recursando.

"Acá no hay realismo mágico posible", aseguró Arim el pasado lunes ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados. "Estudiantes que han culminado su proceso de formación en secundaria en covid, muchos con períodos prolongados de clases no presenciales, están mostrando menor nivel de rendimiento en términos de logros académicos en el primer año de las facultades", alertó.

De allí gran parte de la necesidad, dijo, de más recursos para que la universidad, que por motivos presupuestales tiene menos docentes por alumno, sostenga un proceso de enseñanza que cada año recibe más estudiantes con más dificultades previas de aprendizaje.

Arim habló de "otras herencias" que dejó el covid en este 2023, el segundo año de "cierta normalidad", en estos procesos. La Facultad de Enfermería, aseguró, ha sido una de las más golpeadas, al no haber podido sus alumnos desarrollar su experiencia clínica en sus hospitales públicos debido a la pandemia. Eso está planteando, según el rector, un "cuello de botella" al tener "varias generaciones de estudiantes que no tienen la cantidad suficiente de docentes para poder egresar". La razón: en la formación clínica no puede haber una relación muy grande entre docentes y estudiantes, que "se forman en los hospitales". Según Arim, el mayor problema hoy allí es que existe lista de espera para realizar buena parte de los trabajos finales de carrera y algunos campos clínicos.

Odolontogía, agregó el rector, tiene otro tipo de dificultades. Según contó Arim, a partir del tercer año de la carrera existe hoy un semestre de atraso relativo en la finalización. Pero, sobre todo, mencionó problemas en la calidad de los procesos de formación durante la etapa covid, también en los campos clínicos. "Es claro que el acercamiento a ciertos problemas que los profesionales van a enfrentar al egresar no ha sido de la misma calidad que en el período previo al covid", señaló.

En ese contexto, Arim adelantó que la Facultad de Odontología está pensando en ofrecer cursos para los egresados para que, de alguna manera, compensen esta realidad. Y para eso, otra vez, la advertencia: se requerirán horas específicas para esa tarea, que hoy la Udelar no las tiene. "Estamos afectando la calidad de aquellos que van a atender a la población uruguaya", señaló.

La Universidad en números

Las proyecciones de la universidad indican que cerrará este período en 2024 con unos 160 mil estudiantes activos. Según los últimos datos, el 60% de los alumnos en esa casa de estudios hoy son mujeres. El 60% a su vez llegó luego de haber culminado sus estudios secundarios en algún liceo del interior del país. El 83% del total proviene de liceos públicos o de UTU. Más de la mitad carece de algún referente familiar con formación universitaria.

El 22% trabajaba al momento de su ingreso en la institución. Este año, 6.100 estudiantes solicitaron becas al Servicio Central de Inclusión y Bienestar de la Universidad. Fueron mil más que el año pasado.

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