Uruguay va por acuerdos por fuera del Mercosur y agita el bloque regional

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Reunión del Consejo de Mercado Común. Foto: Cancillería

LACALLE REMARCARÁ HOY LA DECISIÓN

Esta decisión política, amparada en análisis jurídicos, será ratificada hoy por Lacalle en la Cumbre de Jefes de Estado. Ayer Bustillo aclaró que no está en los planes abandonar el Mercosur.

La orden del presidente Luis Lacalle Pou a la Cancillería fue clara: negociar hasta el último momento para flexibilizar el Mercosur, y lograr que deje de ser un “corset” o que se convierta en “un lastre” que impida a los países firmar acuerdos comerciales con las demás regiones del mundo. Pero si el tiempo se acaba y nada se logra, hay que patear el tablero.

Esto fue lo que ocurrió ayer en la sesión de la LVIII Reunión Ordinaria del Consejo del Mercosur -órgano ejecutivo del bloque- que oficia de previa para la Cumbre de Jefes de Estado, que se llevará a cabo hoy y donde Lacalle Pou ratificará lo expresado por Uruguay ayer en ese ámbito cerrado.

El canciller Francisco Bustillo reivindicó allí la calidad de Uruguay como miembro pleno del Mercosur, la intención clara de seguir siendo parte del bloque, pero dijo que, independientemente de eso, el Estado uruguayo saldrá a negociar acuerdos comerciales con todos los países del mundo que lo deseen.

En concreto: Uruguay les dijo a Argentina, Brasil y Paraguay que el tiempo para las negociaciones culminó, que ya no espera más por ellos, y que la decisión política es salir a buscar tratados comerciales con el resto del mundo, sin abandonar el Mercosur.

Nueve meses.

Infinitas llamadas por teléfono, unas cuantas charlas por WhatsApp, y cuatro reuniones mano a mano con los paraguayos y los brasileños, fueron parte de las negociaciones durante los últimos nueve meses. Dos veces en Asunción y dos en Brasilia, Bustillo advirtió cual era la posición de Uruguay ante la negativa argentina de flexibilizar el bloque.

¿Qué quiere decir flexibilizar? Uruguay pretende actualizar, modernizar o ajustar la “decisión 32/00” que establece que si un país del Mercosur quiere negociar con un Estado externo, lo deben hacer en conjunto con el resto del bloque. Es decir: o van todos o no va nadie.

Como las decisiones se adoptan por consenso, y no por mayoría, la sola negativa de un país hace caer las aspiraciones del resto, aunque los otros tres logren ponerse de acuerdo. Uruguay quiere salir al mundo, y esa fue es una aspiración del gobierno de Lacalle Pou, pero también lo fue de los frenteamplistas Tabaré Vázquez y José Mujica, y antes del colorado Jorge Batlle.

Por eso Uruguay pidió formalmente, el 26 de marzo de este año, negociar para flexibilizar esa norma y dejar a los países avanzar a diferentes ritmos. Eso le permitirá a Uruguay -por ejemplo- negociar un tratado de libre comercio (TLC) con China, independientemente de si Argentina quiere o no.

En esta cruzada, en un principio, el gobierno uruguayo encontró un aliado: Brasil, con el que acordó “cambiar figuritas”. El presidente Jair Bolsonaro aspira fervientemente a bajar el Arancel Externo Común. Uruguay dijo que lo apoyaba si salían juntos a presionar a Argentina por la flexibilización.

La estrategia estaba acordada y avanzada. La cancillería uruguaya y el Ministerio de Economía brasileño tenían todo hablado. Sin embargo, los menesteres internos del gobierno de Brasil cambiaron el escenario en las últimas semanas, y el país norteño comunicó a Uruguay que “asuntos políticos” lo obligaban a “dar un paso al costado” de esa aspiración conjunta, según comentaron a El País fuentes oficiales.

Paraguay mostró una posición más tibia, e incluso cercana a Argentina. De todas formas, el gobierno de Lacalle Pou decidió, sin apoyo, patear el tablero en busca de esa “salida al mundo a como sea”.

Bandera de países que integran el Mercosur. Foto: Archivo El País
Bandera de países que integran el Mercosur. Foto: Archivo El País

El argumento.

Un comunicado oficial de la Cancillería informó lo planteado en la reunión cerrada de ayer por Bustillo: Uruguay “comenzará a conversar con terceros para negociar acuerdos comerciales extrazona”.

“La posición del canciller y la ministra de Economía y Finanzas consistió en defender la modernización del bloque, a través de una agenda de negociaciones externas sustantiva, ágil, dinámica, flexible y permanente”, agrega el documento que salió a la luz en horas de la tarde del día de ayer.

Presidencia y la cancillería trabajaron en informes jurídicos que avalan su estrategia, y que fueron expuestos durante la reunión cerrada. “Uruguay entiende que la decisión 32/00 no está en vigor, ya que nunca fue internalizada”, dice el texto de la cancillería local.

Bustillo comentó a sus pares que la potestad de Uruguay de salir a negociar con terceros países o bloques fuera del Mercosur siempre se mantuvo y nunca antes se “autolimitó”.

En esa misma línea, el canciller dijo: “Reafirmo la potestad de negociación (…), a la cual el país nunca renunció, hecho que reiteramos y reafirmamos hoy en este acto”. Esto fue así según comentaron a El País fuentes diplomáticas de Uruguay y Argentina.

El canciller argentino Felipe Sola, en tanto, dijo que no le sorprendía la posición uruguaya, pero añadió que no esperaban que se jugara una carta de ese estilo. Incluso, un día antes, fuentes de la cancillería del gobierno de Alberto Fernández comentaron a El País que esperaban el pasaje de la cumbre de jefes de Estado sin grandes novedades.

Alberto Fernández y Luis Lacalle Pou en la estancia presidencial de Anchorena. Foto:Presidencia
Alberto Fernández y Luis Lacalle Pou en la estancia presidencial de Anchorena. Foto:Presidencia

Tras las palabras de Bustillo, Sola anunció el corte habitual de la reunión para almorzar, y el debate se reincidió en horas de la tarde. La delegación uruguaya volvió en el tema y explicó, según las fuentes: “Fueron nueve meses intensos y dedicados a largas charlas y negociaciones”. Sola, entonces, dijo que “entendía la posición y necesidad de Uruguay” de tener que salir a buscar acuerdos comerciales en el resto del mundo.

El gobierno uruguayo tiene decidido no dar un solo paso atrás en esta estrategia, y fuentes de Presidencia comentaron a El País que el mandatario Lacalle Pou defenderá en el encuentro de jefes de Estado hoy, “con sinceridad y respeto” lo anunciado ya por el canciller.

Problemas técnicos

El orden de los exponentes es alfabético, iniciando por el país que tiene la presidencia pro tempore, en este caso Argentina. Por eso es que ayer Uruguay era quien debía cerrar la ronda. Luego de Argentina, Brasil, fue el turno de Paraguay, pero se excusó por problemas técnicos. Una fuente de la delegación brasileña dijo que el tema llamó la atención e internamente lo entendieron como una “compra de tiempo” para escuchar la postura de Uruguay y luego dar sus alegatos. El actual gobierno paraguayo no ha querido tomar partido en el diferendo.

Borges en el medio del Mercosur.

La delegación uruguaya dijo ayer que el Mercosur marcó “sucesivos plazos, cronogramas de cumplimiento y planes de relanzamiento” que no se hicieron y que los años han pasado estando aún “lejos, muy lejos, del objetivo trazado a finales de 1994”.

Los representantes del gobierno uruguayo remarcaron que, al momento, el Mercosur solo se asemeja a una Zona de Libre Comercio, pero incluso “imperfecta”. Para Uruguay el proyecto está “inacabado, no avanza a la velocidad necesaria” y está muy lejos de cumplir con los objetivos originales.

En esa línea, el canciller Francisco Bustillo remarcó que el Mercosur tiene serias dificultades para establecer un sistema “robusto y eficiente” que genere certidumbre en la solución a las controversias del bloque. Recordó las dificultades -aun a 30 años de su fundación- en la circulación de mercadería y personas, y puso como ejemplo el “cero kilo” en las fronteras.

El canciller argentino Felipe Sola, en tanto, eligió para contestar citas del escritor Jorge Luis Borges hablando de “el amor”. El uruguayo Bustillo tomó el guante y también citó a Borges, pero para comentar que Buenos Aires y Montevideo, hoy tienen intereses muy distintos.

Los jefes de la cumbre y su posición sobre el diferendo

presidente de uruguay
Luis Lacalle Pou
Luis Lacalle Pou

La decisión uruguaya de abrirse al mundo tiene como fin central generar más ingresos económicos, empleo e inversión. Así lo han manifestado los expresidentes colorados y frenteamplistas, y ahora el blanco Lacalle Pou. Este último decidió apretar el acelerador y desmarcarse el “corset” del Mercosur si sus socios no quieren flexibilizar, y ya trabaja en acuerdos comerciales por afuera.

presidente de brasil
Jair Bolsonaro
Jair Bolsonaro

El enfrentamiento político con Argentina se convirtió en una oportunidad única para tener a Brasil como principal aliado de Uruguay y avanzar en la flexibilización del Mercosur. Pero la contienda política electoral del país norteño complicó el escenario de Bolsonaro, quien decidió concentrarse en su interna para retener el gobierno ante la creciente popularidad de Lula da Silva.

presidente de argenitna
Alberto Fernández
Alberto Fernández

Argentina tiene claro que el interés de Uruguay es acordar con todo el que se presente, y que la sed de china está latente. Pero entienden que un TLC con China inundará el bloque de productos con los que no se podrá competir. Por eso adopta una postura más proteccionista, negándose a flexibilizar para evitar una aterrizaje mayor del gigante asiático en la región.

presidente de paraguay
Mario Abdo Benítez
Mario Abdo Benítez

Paraguay tiene firmado un acuerdo de cooperación económica con Taiwán que le impide salir a negociar con China, quien es hoy el principal país interesado en sellar acuerdos con el Mercosur. Por eso Paraguay se mantiene expectante, sin inclinar la balanza hacia la posición de ninguno de los bandos. Para Abdo, eso sí, es importante sellar una unidad del bloque.

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