El gobierno de Luis Lacalle Pou confirmó que participará, a mediados del mes que viene, en una cumbre internacional “por la paz”, promovida y convocada por el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
Fuentes de la Cancillería confirmaron a El País la asistencia y aseguraron que la delegación que viajará -respondiendo a la convocatoria directa de Kiev- será de alto nivel.
La conferencia se realizará el 15 de junio en Ginebra, Suiza. Al respecto, las fuentes oficiales afirmaron que quedan varios aspectos por resolver.
Uno de ellos si la delegación será encabezada por el propio mandatario. Otro, el rol que aceptará jugar Uruguay en el proceso que propone Zelenski.
Ucrania pretende que Uruguay tenga un papel específico en colaborar en uno de los puntos centrales de su plan: lograr el retorno de casi 20 mil menores ucranianos que, según denunció ese gobierno, fueron deportados a la Federación Rusa, en el contexto de la invasión de febrero de 2022 y la guerra posterior que continúa hasta hoy.
“Para nosotros es la prioridad uno”, dijo a El País la semana pasada la viceprimera ministra ucraniana, Yulia Svyrydenko, al llegar a Montevideo para transmitir la invitación al gobierno.
“El establecimiento de una coalición internacional para el retorno de estos niños es muy importante”, aseguró Svyrydenko, quien agregó: “Canadá y Noruega lideran este proceso, y pensamos que Uruguay debe ser parte de él lo más pronto posible”.
“No se trata solo de la guerra, sino de la vida de estos niños y del futuro de nuestro país”, afirmó y remarcó que sin estos niños, “probablemente no tendremos futuro”.
El plan de paz pautado por Zelenski será discutido en la cumbre -en la que no participará Rusia- y consta de 10 puntos.
Además de la “confirmación del fin de la guerra” y el retiro de las tropas rusas de su país, el presidente ucraniano pretende la liberación de todos los prisioneros y deportados a raíz del conflicto, junto a la devolución de todos los territorios que considera ocupados.
Allí no solo están en juego las zonas que Moscú ocupó desde 2022. Ucrania pretende que Rusia abandone la península de Crimea y las regiones de Donetsk y Lugansk, legalmente reconocidas como ucranianas.