NEGOCIACIONES DENTRO Y FUERA DEL BLOQUE
La administración de Luis Lacalle Pou busca aprovechar que Bolsonaro tiene la presidencia pro tempore del Mercosur y conseguir la reclamada “flexibilización” del bloque comercial.
El gobierno uruguayo encontró en Brasil el socio clave para trabajar “espalda con espalda” por un Mercosur más moderno y abierto al mundo. Por eso la administración de Luis Lacalle Pou busca aprovechar el actual período en que el gobierno de Jair Bolsonaro tiene la presidencia pro tempore del Mercosur y conseguir la reclamada “flexibilización” del bloque comercial antes de que Brasil pase el mando a Paraguay. Ese cambio de mando se dará a fin de año en una nueva cumbre de jefes de Estado a realizarse en Brasilia.
Uruguay tiene claro que para esa flexibilización del Mercosur no contará con el aval de Argentina, como así lo dejó de especial manifiesto su actual presidente Alberto Fernández el 26 de marzo en la cumbre donde el mandatario argentino y el uruguayo chocaron en un cruce público.
En ese sentido es que la estrategia de Uruguay apunta a que los socios plenos del Mercosur (Brasil, Argentina, y Paraguay) no obstaculicen posibles acuerdos comerciales que Uruguay está buscando sellar con otros países del mundo.
Con esa base general fue que la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, viajó ayer a Brasilia para reunirse con su par Paulo Guedes.
La normativa del Mercosur establece que los acuerdos comerciales deben ser avalados por todos los socios plenos. El ejemplo más claro -y que está en pleno curso, pero muy trancado- es el acuerdo de libre comercio que el Mercosur pretende firmar con la Unión Europea. Esto tiene el aval de los cuatro miembros plenos del bloque sudamericano.
Sin embargo, la intención de Uruguay, ya desde el gobierno de Jorge Batlle (2000-2005) y también en los tres mandatos frenteamplistas posteriores, es salir a negociar tratados con otros países. Uno de los que mostró mayor interés es China.
Pero la posición argentina principalmente, y la de Paraguay en menor medida, no están alineadas con la uruguaya.
En ese marco es que el gobierno de Lacalle Pou encontró en la administración de Bolsonaro un socio para “jugar en conjunto”. “Así como a Uruguay se le va la vida en la flexibilización, Brasil pretende que se concreten cambios en el Arancel Externo Común”, dijo a El País un jerarca del gobierno. En ese punto Uruguay está dispuesto a acompañar la posición brasileña, que es una de las gestiones en la que trabaja la presidencia pro tempore actual.
En paralelo, el gobierno uruguayo ya salió a buscar acuerdos comerciales en el mundo. El miércoles el canciller uruguayo, Francisco Bustillo, retornó al país luego de una intensa gira por Armenia, Georgia, Turquía y España.
El punto fuerte de esa gira oficial estuvo en Turquía. Los equipos diplomáticos tienen identificado ese destino como uno de los principales potenciales a desarrollar. La página web oficial de la Cancillería destacó el viaje de Bustillo a Estambulpor ser la primera visita de un canciller uruguayo a esa ciudad.
En esa línea, además de avanzar en mejorar los lazos diplomáticos y sentar las bases para futuros intercambios comerciales, el canciller Bustillo anunció el interés de que llegue a Uruguay una de las aerolíneas de ese país.
“En la oportunidad, quedó de manifiesto el interés mutuo de incrementar la cooperación entre las partes y trabajar en el proyecto de una eventual inclusión de Montevideo como uno más de los 315 destinos que Turkish Airlines tiene operativos en Europa, Asia, África y América”, informó la Cancillería semanas atrás.
Bustillo anunció la decisión de Uruguay de abrir una embajada de la República en Ankara (capital de Turquía), cuyo establecimiento igualará el nivel de representación que mantiene Turquía en Montevideo.
Además avanzaron en suscribir acuerdos bilaterales, entre ellos el de “Promoción y Protección recíproca de las inversiones y para evitar la doble tributación”. Este entendimiento se terminará de firmar en Montevideo en noviembre.
El presidente Luis Lacalle Pou tendrá su debut en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a finales de setiembre. Será su primera participación en la sede del organismo internacional que se sitúa en Nueva York, cuando viaje a ese país a fin de mes.
El mandatario hará el paso de mando a la vicepresidenta Beatriz Argimón para viajar el 17 de este mes, primero, a Ciudad de México, donde participará de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Aún no está definida la agenda oficial, pero allí Lacalle mantendrá reuniones bilaterales con jefes de Estados latinoamericanos. El 20 de setiembre volará a Estados Unidos. Allí tiene prevista una reunión con empresarios estadounidenses que suelen recibir a los presidentes uruguayos cuando visitan el país.