El 50% de los uruguayos apoya que la elección del BPS sea obligatoria

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Una persona pasa caminando frente a la puerta del BPS. Foto: Estefanía Leal
Fachada sobre la calle Colonia del edificio sede del Banco de Prevision Social, BPS, Cordon, Montevideo, ND 20210302, foto Estefania Leal - Archivo El Pais
Estefania Leal/Archivo El Pais

UN 54% NO SABE QUE SE VOTA ESTE MES

Son los comicios en que más uruguayos están convocados (y obligados) a ir a las urnas, solo superados por los sufragios en las elecciones nacionales y departamentales.

El último domingo de noviembre, el día 28, son las elecciones del Banco de Previsión Social (BPS). Son los comicios en que más uruguayos están convocados (y obligados) a ir a las urnas, solo superados por los sufragios en las elecciones nacionales y departamentales. Pero más de la mitad (54%) de la población en edad de votar desconoce que este mes hay elecciones.

Así lo reflejan los resultados de la última encuesta de la consultora Factum a los que accedió El País. Este estudio de opinión pública, realizado por teléfono entre el 6 y el 15 de noviembre, coincidió con la discusión legislativa (y tuitera) sobre si era pertinente la veda alcohólica para estas elecciones.

La entrada en vigor de esa veda coincidía con la disputa en Montevideo de la final de la Copa Libertadores, y la institución organizadora, la Conmebol, según dijeron desde Cambadu, pidió a los comerciantes que hubiera “cerveza bien fría”. Finalmente el Parlamento uruguayo aprobó esta semana, por unanimidad y tras un tratamiento “grave y urgente”, un proyecto de ley que suspende la veda alcohólica para estos comicios.

Según Eduardo Bottinelli, director de Factum, esta discusión de la veda alcohólica puso a las elecciones del BPS en la agenda mediática y eso “pudo tener una incidencia” en que el desconocimiento sobre los comicios no fuera todavía mayor. Aun así, al sociólogo le sorprendió el “alto nivel de desconocimiento” para tratarse de elecciones que acontecerán en el mes en curso.

En las elecciones internas, que no son obligatorias, estos guarismos de desconocimiento se observaban cuatro meses antes de los comicios. Pero en el último mes el nivel de desconocimiento ya es menor, del 15%. Y aunque ambos actos electorales no son comparables del todo, en parte porque en las internas se eligen a posibles futuras autoridades nacionales, “sí queda claro que es alto el desconocimiento” sobre lo que acontecerá el 28 de noviembre.

Mucho más alto aún entre los más jóvenes, los hombres, los habitantes del interior del país, los de clases sociales más bajas y aquellos que están desinteresados de la política.

Mientras más de la mitad de la población más interesada en la política conoce la fecha exacta de la elección, o al menos sabe que es en noviembre, entre los más desinteresados el 69% no tiene idea.

En tanto, según el estudio de Factum, si las personas están muy o poco interesadas en la política no influye en su opinión sobre si el voto tiene que ser obligatorio.

¿Obligatoria?

Los comicios en los que se eligen los representantes del directorio del BPS son obligatorios desde 1992. Cada tanto -en buena medida como consecuencia de la cantidad de votos en blanco o anulados- el Parlamento vuelve a considerar proyectos de ley que buscan dejar en suspenso la obligatoriedad. Este año no fue la excepción.

Pero la encuesta de Factum muestra que, aunque con menos adhesión que las elecciones nacionales, “la obligatoriedad del voto registra altos niveles de apoyo en Uruguay”. La mitad de los encuestados dice estar de acuerdo con que los comicios del BPS sean obligatorios. Hay un 45% en desacuerdo y el resto no opina.

La cientista política Lucía Selios había dicho que en Uruguay “el voto obligatorio es una institución en sí misma”. De hecho, para las elecciones nacionales (no así las del BPS) el sistema de voto actual tiene 86 años de vigencia. ¿El fundamento? Así como el sufragio es un derecho, también es una obligación. Y, a la vez, algunos analistas sostienen que es un mecanismo de equidad social, para que no voten solo los ricos, informados y educados.

Sin embargo, la encuesta de Factum revela que entre las clases bajas y medias bajas existe más acuerdo con la obligatoriedad. Al menos de cara a los sufragios del último domingo de noviembre. Mientras el 48% de los de clase alta está afín a la obligatoriedad y el 48% en desacuerdo, en los de clase baja la relación se invierte: 55% a 36% a favor de la obligatoriedad.

Respecto a la edad, los menores de 48 años son más proclives a las elecciones no obligatorias. Los más adultos, en cambio, están más afines con la obligatoriedad.

Entre los votantes frenteamplistas hay una mayoría a favor de la obligatoriedad: 57%. Y entre aquellos que acompañaron a la coalición multicolor el apoyo cae al 45%.

En el caso de los que expresan sus adhesiones político-partidarias coincide que, a mayor conocimiento de la fecha de la elección, más son los que se vuelcan por la obligatoriedad.

En las elecciones del BPS se eligen a tres de los siete integrantes del directorio. Los otros cuatro son de designación del Poder Ejecutivo. Según Bottinelli, detrás de que el voto sea obligatorio en esta elección está la idea de que “cada grupo social debe elegir a aquellos que lo representarán”.

En concreto, para el 28 de noviembre están habilitados 1.037.381 trabajadores afiliados, 572.385 pasivos y 162.829 empresas contribuyentes.

En las últimas elecciones de BPS, en 2016, casi cuatro de cada diez (38%) votaron en blanco o anulado. Esa baja adhesión a un lema concreto fue mayor todavía en el sector empresarial: allí superó la mitad de los votos emitidos (51%).

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