Por Fabián Cambiaso
Una o varias personas vienen operando en las sombras y manejan los hilos de la difusión de los chatsde las conversaciones que mantuvo el exjefe de la custodia presidencial, Alejandro Astesiano, y que vienen siendo filtrados a partir de la investigación fiscal. Esa o esas personas administran y dosifican la difusión de esos chats, con una clara intencionalidad política. Esta es la teoría que viene ganando adeptos en todo el el sistema político uruguayo, y que tiene una brecha: de qué lado están esas personas y a quién o quiénes responden.
Desde la izquierda, el publicista Esteban Valenti afirma que se trata de una técnica que, desde el propio gobierno, se viene aplicando para que la población se acostumbre y y termine por no valorar la gravedad de todos los hechos y denuncias relacionadas con Astesiano. Allí apeló a la historia y comparó la situación con el caso de Mitrídates VI, el rey del Ponto, que gobernó durante el siglo I A.C. y que pasó a la historia por experimentar y autoadministrarse pequeñas dosis de veneno hasta volverse inmune a su efecto.
En diálogo con El País, Valenti afirmó que ahora la estrategia es ir administrando ese “veneno” por medio de la liberación en “capítulos periódicos” de la historia delictiva de Astesiano. El objetivo: “que nos olvidemos quién es su jefe”, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, sostuvo.
Se trata, insistió Valenti, de un “goteo permanente” que, si bien en un primer momento puede dar una sensación de desprestigio, termina por evitar que se vea el panorama completo de la situación y el “gran veneno”.
En esa estrategia, indicó, es que “parece pasar desapercibido” y como un episodio más que el secretario personal del presidente, Nicolás Martínez, estuviera “operando” junto a Astesiano en el seguimiento realizado al presidente del Pit-Cnt, Marcelo Abdala en febrero de 2022, en el marco del accidente de tránsito que protagonizó el dirigente sindical.
Valenti se preguntó qué interés podía tener una persona como Astesiano, que “notoriamente no leía ni los diarios” en el titular de la central sindical. “Es obvio que no le informó al secretario personal del presidente por deporte”, dijo.
Por plata y por órdenes
El publicista recordó en ese marco la “campaña” en contra de Charles Carrera en torno a presuntas irregularidades detectadas en el Hospital Policial mientras el senador frenteamplista era director general del Ministerio del Interior. El tema derivó en la formación de una comisión investigadora parlamentaria impulsada por el oficialismo.
Valenti sostuvo que esa acción tuvo como base información reservada que bien pudo ser recolectada por Astesiano. “No solo era alguien con un cargo”, dijo. “Era alguien absolutamente funcional a la Presidencia. Es un tipo que trabajaba por plata y seguía órdenes, porque no actuaba solo”, apuntó.
Y, si bien reconoció que el caso Astesiano ha impactado en la imagen pública y en la evaluación ciudadana de la gestión del gobierno, considera que no lo ha hecho como debería. “Lo peor es que la mayoría de los uruguayos terminan considerando esto intrascendente”, lamentó, “que se acostumbren a que estas cosas pueden pasar sin afectar la institucionalidad”.
Una novela bastante negra
En el oficialismo también existe la certeza de que alguien mueve los hilos de la dosificación de estas comunicaciones, aunque desde su perspectiva, con distintas motivaciones. El senador nacionalista Gustavo Penadés definió la difusión de los chats de Astesiano como una “novela policial bastante negra” y sostuvo, al igual que Valenti, que su difusión está programada.
“Hace muchos años que dejé de creer en las casualidades”, ironizó este lunes en diálogo con El Espectador, y advirtió una “clara intencionalidad” en la difusión de este contenido a partir de la vuelta a la actividad tras el final de la feria judicial mayor el 1 de febrero. "Alguien opera para que estos chats tomen estado público en cómodas cuotas” señaló Penadés, al tiempo que señalaba que su difusión genera, lógicamente, acciones de carácter político por parte de la oposición.
Una estrategia que, señaló, obliga a distintos actores vinculados a la coalición de gobierno a tener que salir a realizar declaraciones, quitando así el foco de atención de lo que deberían ser las principales preocupaciones de la gestión en el Poder Ejecutivo.
El legislador llamó a no extrañarse si en los próximos días aparecen más chats con la intervención de otros integrantes del gobierno que también tuvieron contacto con el excustodio.
Penadés llamó a reparar en lo verdaderamente grave de todo este asunto: que la filtración de toda la información relativa a Astesiano se haya dado en medio de una investigación fiscal.
Lo afirmado por el senador nacionalista va en línea con lo quehabía expresado más temprano el ministro de Defensa, Javier García, que había llamado a dejar de lado la “ingenuidad” al afirmar que la difusión de las conversaciones del exjefe de la custodia presidencial respondían a una decisión coordinada con fines políticos.