Resolver quién será el candidato a intendente de Montevideo es desde hace más de un año -cuando Laura Raffo comenzó a dar señales de que aspiraba a ser precandidata a presidenta, a mediados de 2022- un tema que preocupa en todo el Partido Nacional y que es parte de las diarias conversaciones entre sus dirigentes.
Porque sin la economista en carrera se cayó un proyecto que se pensaba a largo plazo como la herramienta que rompiera la lógica en la que los blancos -y todo el espectro de la oposición montevideana- han caído en las últimas elecciones, derrota tras derrota con el Frente Amplio: elegir una figura luego de las elecciones nacionales, y armar una campaña de apuro.
Con la salida de Raffo ya se asumió que esta vez tampoco será posible, pero en cambio puede apostarse a definir al menos las figuras candidateables antes de las elecciones internas de junio de 2024, ya que quienes aspiren a competir en los comicios departamentales no pueden cambiarse de lema entre una elección y otra, y el lema para 2025 muy probablemente será el ya empleado en las últimas elecciones departamentales, Partido de la Concertación, -a compartir con otros dos candidatos de la coalición multicolor, que se definirán entre los colorados, cabildantes e independientes.
Uno de los nombres que desde hace tiempo es manejado por varios dirigentes blancos es el del ministro de Desarrollo Social, Martín Lema. De hecho, las menciones a este dirigente del sector Aire Fresco como opción para las departamentales han crecido en los últimos días, indicaron fuentes políticas.
Pero en las últimas horas apareció una figura recién incorporada al Partido Nacional que ya se mostró explícita con sus intenciones, más allá de toda especulación: Valeria Ripoll.
Las palabras de la dirigente del gremio de municipales ahora devenida en militante blanca formaron frases muy comunes en la política cuando se busca manifestar -con rodeos o indirectas- la disposición a proyectarse para determinado cargo. “No tengo por qué decir que no”, respondió Ripoll ayer en entrevista con Radio Montecarlo cuando fue consultada acerca de si estaría dispuesta a competir por el sillón municipal. “Si se entiende que tengo que ser yo -agregó-, obviamente que no tendría inconvenientes, pero obviamente implica un trabajo y una continuidad en ese trabajo para profundizar en (...) los cambios que necesita Montevideo”.
Fue un pronunciamiento que no cayó bien en filas blancas, en esencia debido al momento que la ahora militante blanca -dedicada a trabajar en áreas sociales junto con el ministro Lema- eligió para hacerlo, pero además por el tono y la forma.
El primero en marcar distancia fue el senador Jorge Gandini, para quien, de arranque, es necesario advertir con “la vieja máxima de que el que se precipita, se precipita”, más allá de que aprueba que “haya gente con ganas y una posición tomada” respecto al necesario proyecto nacionalista en Montevideo.
Gandini, quien siempre ha mostrado preocupación por las candidaturas blancas en la capital -intentó encarnarla en las elecciones de 2015 y fue crítico con la decisión de Raffo de bajarse para ir por la nacional-, entiende que Ripoll “todavía no aterrizó en el partido” como para ya considerarse una figura nacionalista con derecho de piso. “Para ser el candidato blanco hay que recorrer un camino de legitimidad primero, y que además es largo”, agregó el senador que conforme pasa los días se va preparando para anunciar su precandidatura a la Presidencia (ver recuadro). “También es cierto -dijo en diálogo con El País- que como sector vinculado a Montevideo deberíamos habernos enterado (de las intenciones de Ripoll) por un medio que no fuera la prensa, así que por la prensa respondemos: hay que ir más despacio”.
El diputado blanco por Montevideo Pedro Jisdonian también reconoció como positivo que ya haya quienes muestren interés en “trabajar” en la capital dentro del partido, pero añadió que consideraba “apresurado” entrar en la discusión de “nombres” como propone Ripoll.
Pues más allá del apuro que reconocen en filas del partido de gobierno con este tema, es difícil que se oficialicen nombres antes de que se definan las precandidaturas para junio.
Raffo pone a funcionar secretaría de Montevideo
En la sede ubicada al frente de la Plaza Independencia, en lo que será el búnker de campaña de Laura Raffo, funciona la secretaría de Montevideo del movimiento Sumar, la nueva plataforma política blanca creada para impulsar la futura precandidatura de la economista.
La secretaría organiza todas las semanas recorridas por la capital en las que Raffo participa, ya que la apuesta va más allá de las elecciones nacionales, señalaron fuentes nacionalistas. Es decir, Sumar, como movimiento nacionalista, busca construir también un proyecto propio para las departamentales, sin nombre aún para manejar públicamente.
Gandini espera pronunciamiento de congreso del sector para largar
Más relegado en las encuestas y en los apoyos que va consiguiendo dentro del Partido Nacional, el senador Jorge Gandini camina decidido hacia su futura precandidatura, para intentar desafiar “desde abajo” -como suele afirmar- las casi instaladas pecandidaturas del secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, y la economista Laura Raffo.
Para eso, lo ha dicho, esperará formalmente el pronunciamiento del congreso de su sector, Por la Patria, que se espera para octubre. Pero hoy habrá un paso previo considerado importante, cuando sesione el congreso de la Lista 250 de Montevideo. Según informó un comunicado divulgado ayer, se buscará “trasladar” al congreso de todo el sector la determinación de que Por la Patria “comparezca con candidato propio en las próximas elecciones internas”. En los hechos, “van a manifestar que Gandini sea el candidato”, señalaron desde la agrupación.