Cree que el Partido Nacional tiene que transitar ahora un “proceso de autocrítica”, pero ya tiene claro que entre las causas de la derrota en el balotaje no está su nombre, Valeria Ripoll. “No se perdieron votos por la fórmula”, dijo la excandidata a vicepresidenta en entrevista con El País, en donde también sostuvo que ya la sigue “mucha gente que vino del Frente Amplio” y que Álvaro Delgado “es el que tiene que liderar la coalición”.

-¿Hizo una autocrítica personal o política de la elección?

-No sé si tengo una autocrítica personal. El partido tiene que procesar no solo la campaña, sino todo el período de gobierno. Capaz hubo incapacidad de que a la gente le llegara un montón de cosas que se habían hecho y no pensara que las había hecho otro organismo, como pasaba acá en Montevideo, que muchas cosas que hizo el gobierno nacional la gente pensaba que las había hecho la intendencia. Fallaron algunas cosas de comunicación, de resumen.

-¿Qué claves visualiza que pueden explicar la derrota del balotaje?

-No sé si las tengo. De lo que estoy convencida es que no se perdieron votos por la fórmula. La prueba de las fórmulas fue en la elección de octubre. Después de eso, todos en la coalición sabían que tenían que votar esta fórmula y todos en el Frente Amplio sabían que iban a votar su fórmula. No creo que alguien al que no le gustara Ripoll haya votado a Cosse.

Foto: Estefanía Leal

-Si la fórmula no incidió, ¿qué otras cosas pondera en su análisis? ¿La votación en los departamentos de frontera?

-Creo que hay varios factores. Es real que en los departamentos del litoral sabíamos que teníamos un problema. Y quizá la gente sintió que faltó reacción, que faltaron cosas durante el gobierno para atender necesidades específicas de gente que quizá no se pudo recuperar todavía a pesar de que la situación en Argentina ya no es la misma que antes del gobierno de Javier Milei. Yo que recorrí, y de hecho uno de los últimos lugares que fui en la campaña fue Río Negro, sé que es algo que la gente nos decía: los golpeó y los golpeó fuerte. Y el gobierno hizo lo que pudo, pero no fue suficiente para la gente.

-Algunos dirigentes blancos, como el ministro José Luis Falero, reconocieron que faltó llegar de forma más directa al bolsillo.

-Sí, es esto que estoy diciendo. Obviamente nos costó el resumen de las cosas que se hicieron, pero además, también, al momento de decidir, se le cambió la vida a la gente con una ruta, un puente, un aeropuerto, un puerto, un hospital, un CTI... Y creo que la gente entiende, y con razón, que esas son obligaciones de los gobiernos. O sea, el gobierno tiene que hacerlo. Por otro lado, creo que la campaña del Frente Amplio fue muy inteligente desde el punto de vista de anular la pandemia, y quizá la gente no valoró tanto la situación económica que tenemos hoy a pesar de haber tenido que enfrentar una pandemia.

-Hablando de usted, Mariana Pomiés, directora de Cifra, dijo a El País el domingo pasado que los conversos “son los menos queridos”, que “una exfrenteamplista, que se va y compite contra el Frente Amplio, para la gente de izquierda es una traidora”, y que eso hace muy difícil que se pueda revertir un voto de la izquierda. ¿Comparte el análisis hecho ahora, con el diario del lunes?

-Mirá, respeto muchísimo a Mariana, pero es analista. Yo estuve en el FA. Y sé lo que le pasa a la gente cuando se va por decepción. Si yo hubiera llegado al Partido Nacional en agosto luego de haberme ido del FA en marzo, hubiera estado claro que lo hacía por estrategia política. Pero la gente conoce mi proceso. Los conversos, como decía Mariana, son la gente que en realidad lo hace por un cálculo electoral. Y yo no lo hice por un cálculo electoral.

-Cuatro puntos de diferencia entre una fórmula y otra puede leerse de varias maneras, pero seguro que no fue una diferencia ajustada.

-No es la que yo esperaba.

Foto: Estefanía Leal

-No es la que esperaba nadie en el Partido Nacional. ¿Qué pasó? ¿Estaban desconectados de la realidad?

-Necesariamente el resultado de octubre y noviembre requiere de dos análisis. Creo que la campaña de Montevideo y Canelones funcionó. Porque lo que está mal para mí, por parte de algunos miembros del partido, es comparar la realidad de 2019 con la realidad de hoy. Son dos elecciones totalmente distintas. En el 2019 se venía de 15 años de gobierno frenteamplista, con un desgaste enorme, con resultados negativos en todo y con una necesidad de cambio de la gente que se palpitaba en la calle. Y aún así se pasó mal entre octubre a noviembre. Terminó habiendo un resultado ajustado, incluso con un ambiente de cambio enorme. Hoy teníamos la realidad de que veníamos de ser gobierno y que no nos fue bien en todo. Algunas cosas sabemos que mejoraron, pero no mejoraron en la percepción de la gente, como pasó con la seguridad. Porque más allá de los números, para la gente no mejoró la seguridad. Y al venir de ser gobierno había un desgaste; ya no era el mismo entusiasmo para votarnos que cuando se había sido oposición durante 15 años. Y además, para la gente un buen gobierno es el que aumenta exponencialmente el salario. Es el que revierte la situación de inseguridad. Todos sabemos que eso no es posible. Pero es lo que la gente espera. Quiere cambios inmediatos, y no entiende que algunos cambios implican un proceso de más largo plazo.

-Dijo que valora positivamente la campaña que hizo en la zona metropolitana. ¿Por qué?

-Porque lo que pasó en Montevideo y Canelones fue positivo. Son dos bastiones del FA donde no perdimos votos. Y además, en algún caso, crecimos un poquito. Eso es un resultado positivo para la coalición. La campaña funcionó. Y tengo esa tranquilidad personal de saber que en donde yo me enfoqué, para donde Álvaro Delgado además pensó en mí, que era la zona metropolitana, el resultado no fue malo. ¿Podría haber sido mejor? Sí. ¿Podríamos haber crecido más? Sí. Pero no nos fue mal y eso da esperanza de seguir con esta misma forma de militancia para proyectarnos dentro de cinco años, a nivel nacional y a nivel departamental.

-¿Se identifica con lo que Lacalle Pou dijo el otro día de que hoy “el coraje” es ser de centro y que hasta le gusta que le digan “tibio”?

-Sí. Es la descripción nuestra en D Centro. La gente espera que vos te etiquetes; yo no me voy a etiquetar, yo ya estuve parte de mi vida etiquetada y estoy convencida de que es un lugar incorrecto, donde no volvería a estar. La gente no quiere ni agravios ni enfrentamientos permanentes.

-Sin embargo, para algunos legisladores del Partido Nacional, como el senador Sebastián Da Silva, fue un error buscar el centro político en esta campaña, y que al FA se le ganaba con un discurso más radical.

-Creo que está claro que no, porque esos supuestos votantes de derecha que para algunos son un caudal enorme, en realidad es un grupo extremadamente pequeño, igual que el de la izquierda radical. Son nichos pequeños. De hecho entiendo que el Partido Nacional tiene que crecer hacia otro lado. Tiene que crecer desde esta base que la siento muy progresista. Y creo que D Centro tiene una gran oportunidad de asumir esa posición progresista que la gente necesita y que el FA la destruyó y dejó reducida a su mínima expresión. D Centro tiene una enorme posibilidad de crecer. Pero enorme, ilimitada. Puede crecer desde la propia interna del partido, puede crecer en la propia interna de la coalición y puede crecer también con gente que viene de otro lado, porque a mí me pasó. Hoy D Centro tiene una gran cantidad de gente que vino del Frente Amplio. No es verdad que nosotros no ganamos votos en el Frente Amplio. En mis agrupaciones en D Centro, tanto en Montevideo como en el interior, tengo gente que vino del FA y que no va a volver.

-¿Y que la sigue a usted?

-Y que me siga a mí. Y que se va a quedar. Y que quiere trabajar en un proyecto a largo plazo. Y hablo de gente que votó toda su vida al FA. Por eso lo que dice el presidente tiene mucho sentido y mucho que ver con la nueva realidad de la política uruguaya.

Foto: Darwin Borrelli

-¿Quién es su líder político hoy?

-Mi líder político hoy es Álvaro Delgado. Obviamente tengo otros referentes con los que trabajo, como Martín Lema y Beatriz Argimón. Pero esta campaña me hizo conocer mucho más a Álvaro. Él sabe que tiene una compañera incondicional. Yo quiero a Álvaro fortalecido rápidamente y en la cancha. Álvaro es el que tiene que liderar la coalición; para mí eso es indiscutido. Lideró todo este proceso, lideró toda esta campaña y tiene que liderar este periodo también.

-¿Y con Lacalle Pou ha hablado?

-Sí, me llevo muy bien. Obviamente Luis tiene un liderazgo indiscutible. Ahora hay que respetar sus tiempos. Lo que él defina que va a hacer, cuándo y cómo va a volver son decisiones de Luis.

ENTREVISTA DEL DOMINGO

“Se puede ganar la IMM; no sé si en 2025”

-¿Es posible vencer al FA en las elecciones departamentales de Montevideo?

-Creo que sí. No sé si en esta elección. En esta vamos a empujar muy fuerte, pero la diferencia es grande. Hoy se están conociendo noticias de la situación de Montevideo que todos conocíamos, pero que salieron públicamente recién después del balotaje. Fracasó la gestión frenteamplista de Montevideo y eso es innegable. Podrán votar al FA por un tema de corazón, de fanatismo, de ideología, pero la gestión de Montevideo ha fracasado.

-¿El candidato por el Partido Nacional tiene que ser Martín Lema?

-Yo obviamente lo voy a apoyar. Tiene una gran capacidad para serlo y ha trabajado todos estos meses en acercarse mucho más a la realidad departamental.

-¿Visualiza el 2030 como un año en el que podría ser candidata a intendenta?

-No es algo para ver ahora. Sí voy a trabajar en ese proyecto. Todos saben que a mí me gusta mucho lo departamental.

Foto: Juan Manuel Ramos

“Quiero que Orsi cumpla con lo que se comprometió”

-¿Qué gobierno se imagina que tendrá el FA en este período?

- Yamandú Orsi es muy buena persona. Lo dije siempre, es muy buen tipo, pero no tiene liderazgo. Yo espero que realmente lo respeten como presidente, y hablo de la interna de su propio partido. Que lo respeten con sus posiciones, con sus decisiones, que no sea un gobierno de permanente cuestionamiento. Y quiero que cumpla con lo que se comprometió. Porque en el debate, Orsi hizo promesas permanentemente. Dijo cosas de populismo puro. Dijo que la gente se iba a poder jubilar a los 60. Bueno, quiero que la gente se jubile a los 60. Quiero que le den los aumentos a los jubilados. Quiero que lo haga, que se vea en el presupuesto. Quiero el aumento exponencial del salario. Quiero que se refleje en las pautas de este gobierno en la negociación colectiva. Y además que mantenga la economía como la va a recibir de este gobierno.