BALANCE
Hace 15 años le entregaban la banda presidencial a Tabaré Vázquez, primer mandatario de izquierda, y hoy se despide del poder.
Una multitud tomó cuenta de la explanada del Palacio Legislativo en la noche del 1° de marzo de 2005. Personas de todas las edades fueron a celebrar la llegada al poder del primer presidente de izquierda.
Tabaré Vázquez y su fallecida esposa María Auxiliadora bajaron de las escalinatas en medio de los festejos, la muchedumbre y la música. Ambos se miraron y sin decirse una palabra se fueron hacia su casa del Prado. Se quitó la banda presidencial, que había recibido horas atrás de parte de Jorge Batlle, y se sentó a la mesa esperando un plato de sopa, contó la exprimera dama en el libro “Ellas 5” de Pablo Vierci.
Así se inició la era progresista que culmina hoy con laasunción de Luis Lacalle Pou como presidente y deja en la izquierda el sabor amargo de la derrota de las últimas elecciones frustrando así un cuarto período en el poder.
La historia quiso que el ciclo se cerrará con el mismo protagonista que lo inició: el médico oncólogo de La Teja que comenzó su carrera política a los 49 años, cuando se postuló para la Intendencia de Montevideo.
Un Vázquez que prometió “hacer temblar hasta las raíces de los árboles” con los cambios que impulsaría desde su Presidencia. Durante su primera gestión se hicieron reformas como la tributaria, la de la salud, la creación del Ministerio de Desarrollo Social, la aplicación del Plan Ceibal, la reinstalación de los Consejos de Salarios y la instrumentación de la política antitabaco.
Su primer gabinete reunió a las principales figuras dentro del Frente Amplio como José Mujica y Danilo Astori. Los equilibrios que buscó a la hora de integrar su gobierno le aseguraron gobernabilidad, a pesar de las notorias diferencias entre los sectores que componen la coalición.
Su capacidad de liderazgo no le evitó grandes enfrentamientos con el Frente Amplio. El intento por firmar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos -que incluyó la visita del expresidente George W. Bush- y el veto a la legalización del aborto son algunos ejemplos. Este último le valió la desafiliación a su sector, el Partido Socialista en diciembre de 2008.
Dejó su primera administración con niveles históricos de aprobación, superiores al 60%, lo que constituyó un piso favorable para que José Mujica alcanzara la presidencia con Astori de vice.
Con un estilo mucho más informal que el de Vázquez, Mujica adquirió relevancia internacional y numerosos medios del mundo lo presentaron como “el presidente más pobre del mundo”.
Durante la Presidencia de Mujica se aprobó un paquete de leyes conocido como la “agenda de derechos”. La legalización del aborto, la venta de marihuana en farmacias y el matrimonio igualitario son parte de la lista. También se definió la creación de la UTEC en el interior del país.
No todo salió tal cual lo previsto y hubo proyectos que quedaron por el camino: la regasificadora, el ferrocarril y el puerto de aguas profundas. La reforma del Estado tampoco se hizo y el Plan Juntos fue menos ambicioso de lo que hubiera querido Mujica. El Fondo de Desarrollo (Fondes) fue objeto de críticas de la oposición por proyectos fracasados como el de Alas Uruguay.
Pese a estar retirado de la política y dedicar tiempo a la pesca (una de sus actividades favoritas) y a la medicina, Vázquez aceptó en el 2014 el pedido de los principales sectores del Frente para que fuera nuevamente candidato.
Su compañero de fórmula: Raúl Sendic le generó más de un dolor de cabeza. Primero fue el título que no tenía de licenciado en genética humana, después los cuestionamientos a su gestión en Ancap producto de pérdidas por US$ 800 millones que obligaron a la capitalización de la principal empresa pública del país. Pero “la gota que rebasó el vaso” fue la utilización de la tarjeta corporativa de Ancap para compras personales, motivo por el cual la Justicia lo terminó procesando sin prisión por abuso de funciones y peculado. Pero para el Frente Amplio, la sanción más fuerte fue su propia renuncia a la vicepresidencia el 9 de septiembre de 2017. De apuro debió asumir en su lugar Lucía Topolansky, la senadora más votada del FA quien acompañó a Vázquez hasta el final de su mandato.
En lo personal, Vázquez también sufrió golpes en los últimos meses: primero la muerte de su esposa y luego el diagnóstico de un cáncer de pulmón.
La gestión también enfrentó problemas. Desencuentros con el Pit-Cnt por la aplicación de la esencialidad en la educación, el deterioro de la economía con el aumento del déficit fiscal y del desempleo sumados a la falta de resultados en la política de seguridad. No se cumplió la rebaja del 30% en las rapiñas que prometió en campaña y la oposición no dejó de reclamar la renuncia del ministro Eduardo Bonomi. Además, en los últimos meses se enfrentó a Un solo Uruguay
Pese a todo, hoy Vázquez deja el poder convencido de que su gestión deja un legado en la historia del Uruguay. Los derechos adquiridos, el sistema de cuidados, las políticas sociales y la reducción de la pobreza son parte de la lista de lo que él define como los logros de la era progresista.
"Hicimos todo lo que pudimos, estoy tranquilo"
“Volveremos, volveremos, volveremos otra vez”, cantaban sin cesar militantes con las banderas del Frente Amplio. Abrazó fuerte a una niña y se le llenaron los ojos de lágrimas. Se mostró emocionado en el último día de su mandato, después de recibir el pabellón Nacional en la tradicional ceremonia del arriado de banderas en Plaza Independencia.
“Me siento tranquilo, con la conciencia tranquila, creo que hicimos todo lo que pudimos para que el pueblo uruguayo pudiera vivir mejor”, aseguró el presidente Tabaré Vázquezen declaraciones a la prensa. Según dijo, que en general pudo hacer, aunque hay algunas otras que no se concretaron “por distintas circunstancias”.
“Uno las plantea cinco años atrás no sabiendo cuál va a ser la realidad al momento después. Es la intención. Algunas cosas hemos hecho y otras han quedado en el tintero. Pero bueno, la vida de un país se construye todo los días”, aseguró.
Como parte del balance, añadió que “la vida es así” y tiene “momentos buenos y momentos malos”. “A todos nos va a pasar vivir esas experiencias. Pero, como lo decíamos anoche, no hay herida por grande que sea que no la cure el tiempo”. En tanto, señaló que después de dejar la presidencia, será un militante más del Frente Amplio. Visitará las comités de base, las coordinadoras y departamentales.
El presidente dijo que de ahora en más será como “cualquier ciudadano”. Sobre el próximo gobierno agregó: “Ojalá marche todo bien para la gente, todo en orden, que sigan desarrollándose las políticas públicas y sociales en beneficio de los más necesitados”.
A la ceremonia del arriado del Pabellón Nacional, también concurrió José Mujica con su esposa Lucía Topolansky.
Consultado sobre el próximo gobierno, Mujica dijo que se siente contento “con el viento en contra”. “Toda mi vida me pasé peleando viento en contra. Estoy contento, porque me divierto por las travesuras”, aseguró a los medios.
Acompañado de su esposa, el expresidente se trasladó hasta donde estaban los militantes del Frente Amplio a saludar uno por uno y agradecerles su presencia ayer en la Plaza Independencia.
Tres de Vázquez: tabaco, Ceibal y ojos
Si hay un buque insignia de la administración de Tabaré Vázquez nadie duda de que es el Plan Ceibal, creado en el año 2007 y el cual permitió que hoy todos los alumnos del sistema educativo público cuenten con un dispositivo portátil con conexión gratuita a internet.
La lucha contra el tabaco, con la prohibición de fumar en lugares cerrados y las advertencias en las cajas de cigarrillos, fue una de las principales banderas de la administración Vázquez.
Otra política de salud destacada fue la instalación del Hospital de Ojos José Martí en 2012. Se hicieron 90.000 cirugías, de las cuales unas 60.000 se concretaron debido a cataratas.