Redacción El País
Luego de que el narcotraficante uruguayo Sebastián Marset huyera de su lujosa casa ubicada en Santa Cruz, Bolivia, -donde residía junto a su esposa Gianina García Troche y sus hijos menores- los medios de comunicación de la ciudad se acercaron al barrio para ver los resultados de los allanamientos y buscar algunos testimonios.

Las palabras de un vecino fueron consignadas por el informativo del canal DTV. El ciudadano estimó que Marset y su familia habrían llegado “hace un par de días” al barrio, porque “los dueños eran otros”.

“Yo prácticamente no los vi”, dijo y apuntó: “Estábamos a la espera de verles la cara, saber quiénes eran ellos, darles la bienvenida al barrio”. Agregó que era “gente muy ostentosa que hace ver todas sus cosas” y que “lo primero que uno piensa es que son pichicateros (sic), narcotraficantes, o algo por el estilo”.

Además, contó un rumor que circulaba por la zona: que la casa que había comprado Marset costó unos US$ 2 millones. Además, aseguró que la propiedad estuvo en obras. “Sabíamos que estaban refaccionando, no para qué la iban a utilizar”, apuntó.

El mismo medio consignó las palabras de la diputada boliviana María José Salazar, quien cuestionó a las autoridades por la forma en que escapó Marset, antes de que la Policía llegara al lugar. “Tenemos conocimiento de que lo han visto salir con su familia, escapar tranquilamente. Parece que alguien del interior de la Policía le ha avisado”, criticó.

“La Inteligencia de nuestro país no está haciendo su trabajo como debería”, dijo y luego agregó que “hay un claro encubrimiento al narcotráfico”. “Los capos del narcotráfico de muchas organizaciones internacionales campean por nuestro país”, sentenció.

La Policía de Bolivia allanó ocho propiedades en el marco del operativo para dar con Marset. Incautaron 17 fusiles, una pistola, 1.915 municiones, 28 cargadores para diversos tipos de armas, cuatro chalecos antibalas, una moto, 31 vehículos, cuatro cuatriciclos y un teryx. En el domicilio del narcotraficante uruguayo también actuó la Policía Forestal y de Medio Ambiente para llevarse felinos y un mono, que también estaban en su casa.