El ministro de Relaciones Exteriores, Omar Paganini, ratificó en el Parlamento la posición crítica del gobierno uruguayo hacia el proceso político que se vive en Venezuela tras las elecciones del 28 de julio, aunque reconoció que "no está tan claro" el camino para "llevar la democracia" a ese país. "Vamos a tratar der ayudar desde donde podamos", dijo.

Según la visión del canciller uruguayo, en el fondo será la "movilización democrática de la población venezolana" la que tendrá que encontrar esos espacios, más allá de que resulte fundamental el concurso de un actor clave en la nación caribeña. "Ojalá las Fuerzas Armadas venezolanas dejaran de apoyar a un régimen que ya está liquidado", expresó.

"Veo al régimen huyendo hacia adelante, hacia una mayor represión y más desconocimiento de todo", aventuró.

El ministro se expresó así al ser consultado este jueves en la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado. Allí le fue requerida una "hoja de ruta" para una salida en Venezuela. Paganini dijo no estar en condiciones de aventurar detalles de esa salida, pero afirmó que pueden existir distintas estrategias, no necesariamente contradictorias.

Con países como Uruguay sin capacidad para "generar presión sobre el régimen", se podría apostar al "canal discreto" que naciones como Brasil, Colombia o México puedan establecer con Maduro que, indicó, no ha mostrado voluntad de negociar.

Ante los legisladores, Paganini descartó de plano el planteo efectuado por Celso Amorim, asesor especial del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, de que las elecciones en Venezuela se reiteren como forma de superar la crisis. "Nos parece inviable", afirmó el canciller.

Paganini remarcó que, según el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), desde el 28 de julio hubo en Venezuela 23 muertos, 192 heridos y más de 800 desaparecidos o detenidos sin judicializar. Hubo, además, otros 1.315 detenidos judicializados, de los que 117 son adolescentes y 177 son mujeres.

"La situación actual del gobierno de Venezuela nos recuerda a las peores y más oscuras dictaduras que ha sufrido esta región en el pasado", aseguró el canciller.

La discusión sobre la situación en Venezuela fue planteada por el oficialismo. El senador nacionalista Javier García aludió allí a los recientes pronunciamientosde la ONU y del Centro Carter, en cuanto a que las recientes elecciones en Venezuela se celebraron "claramente sin ningún tipo de garantías democráticas".

"Los acontecimientos en Venezuela han tomado una evolución dramática y se ha desatado una ola de violaciones a los derechos humanos absolutamente criminal", aseguró García, que citó a las "autoridades de facto" de ese país para señalar que hubo "2.000 detenciones y cientos de desapariciones forzadas", con "procesos sistemáticos de torturas" a opositores. "El que calla frente al horror, a la muerte y al crimen serial termina siendo cómplice por omisión", afirmó.

García presentó ante la comisión un documento que propone que Uruguay se sume a las denuncias que han sido presentadas contra el gobierno de Nicolás Maduro ante la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad. "Si el gobierno lo entiende oportuno, creemos que corresponde que Uruguay se sume a los países que no solo no callan, sino que toman una actitud decidida para perseguir al dictador Maduro", dijo. Y concluyó: "En su momento el nazismo tuvo su Nüremberg. Maduro va a tener su Nüremberg".

En el Frente Amplio preocupan ciertos acontecimientos derivados del posicionamiento de Uruguay ante las recientes elecciones en Venezuela. "Tengo una crítica a la Cancillería y, sobre todo, al canciller", dijo el senador Daniel Caggiani (MPP). En su visión, la "tesis de aislar" a Venezuela no funcionará, y no irá a beneficiar tampoco a los ciudadanos de ese país.

"No tengo claro qué es lo que hay que hacer en Venezuela", dijo. "Pero es cierto que hay posiciones de reconocimiento que nos generan un problema", indicó. Se refería a la decisión de Uruguay de reconocer al opositor Edmundo González Urrutia como el triunfador de las elecciones del 28 de julio.

Caggiani recordó allí que países como China o Rusia, integrantes del Consejo de Seguridad de la ONU, y que "no son actores menores", reconocieron la victoria de Maduro. "El conflicto no es solamente nacional, sino que es geopolítico" afirmó. Y pidió que el gobierno clarifique el camino que está dispuesto a recorrer, para " ver cómo podemos ayudar todos para que eso pueda empezar a reencauzarse que, sin duda, es lo más importante".

Respondiendo a una consulta de Caggiani, Paganini afirmó que laembajada uruguaya en Caracas permanece abierta, luego de que Maduro expulsara a la delegación allí presente. Según explicó, la sede diplomática está hoy encabezada por una "encargada de archivo", secundada por funcionarios locales contratados.

Lo que no existe, dijo, es una residencia, lo que volvería inviable que Uruguay otorgara allí asilo a opositores venezolanos. "El asilo que yo ofrecí es en Uruguay", dijo el canciller. "Es más un gesto que otra cosa", señaló.

La de la representación uruguaya en Caracas, reconoció, es una situación anómala. "Lo que hizo Venezuela ni siquiera está de acuerdo con la Convención de Viena", aseguró, al recordar que el régimen de Maduro expulsó a los diplomáticos, pero no los declaró "personas non gratas", ni rompió relaciones. Uruguay, agregó, tampoco lo hará por el momento. "No lo descarto, pero en este momento nos parece que es menor tener eso abierto", concluyó.