CONGRESO DEL PIT-CNT
Por segunda vez en el año, el Sindicato de Artes Gráficas cuestionó seriamente el rol de los policías dentro del movimiento sindical, pero Marcelo Abdala y una mayoría los respaldó.
El Sindicato de Funcionarios Policiales (Sifpom) atraviesa su mejor momento desde su fundación, a fines de 2010, y hoy está integrado como nunca en el seno del Pit-Cnt, con quien ha tenido un vínculo errático, y muchas veces conflictivo. Y los dos fenómenos, aunque fruto de largos procesos, se expresaron en el XIV Congreso Nacional Ordinario de la central sindical realizado este fin de semana, donde se definió la integración de sus órganos directivos.
En esas 48 horas de debates y largas negociaciones, el Sifpom terminó siendo protagonista por dos hechos concretos, de los que salió bien parado y en los que hizo valer su gran crecimiento en los últimos años, que lo llevó a ser hoy el sexto gremio en tamaño dentro del Pit-Cnt, con casi 11.000 afiliados.
El primero fue la promoción de una moción -similar a otra impulsada por el sindicato de la bebida (Foeb)- para que las elecciones de la central sindical se resolvieran por voto secreto y no mediante acuerdo. Esto tuvo que ver con que el gremio policial manifestó hasta último momento su disconformidad con el acuerdo mayoritario de impulsar a Marcelo Abdala como presidente, algo que de todos modos terminó ocurriendo. Los policías evaluaron dos elementos: que además de la falta de apoyos, su eventual candidato, el dirigente bancario Fernando Gambera, había renunciado a su aspiración; y que de ir a elecciones, pese a su alianza dentro del grupo de Articulación, no era tan seguro que el gremio lograra un lugar como titular en el secretariado ejecutivo, tal como terminó ocurriendo tras el acuerdo general -algo por otra parte histórico.
El segundo hecho fue tal vez más destacado por lo simbólico: sobrevivieron a otro intento de censura.
Por segunda vez en el año, el Sindicato de Artes Gráficas cuestionó seriamente el rol de los policías dentro del movimiento sindical. Acusaron al gremio de representar a funcionarios que “reprimieron” a “compañeros que estaban juntando firmas” contra la LUC, y que reprimen en “barrios periféricos” y hostigan “las diversas manifestaciones públicas” del movimiento de trabajadores.
Estas afirmaciones fueron respondidas en el congreso por la delegada Ana Sequiera, policía de Rocha, quien entre otras cosas afirmó que los uniformados no son represores sino “auxiliares de la Justicia” que actúan como “seres humanos y simples personas”. “Me hace ser policía el sentir de la Justicia, el sentir de la igualdad”, dijo en un discurso para muchos emotivo.
Pero a diferencia de marzo de este año -cuando la mesa representativa suspendió temporalmente al Sifpom-, esta vez la moción directamente pretendió su expulsión. Y perdió de entrada: la resolución de los gráficos tuvo 228 votos, mientras que a los policías los defendieron 689 congresales, una diferencia que la presidenta del Sifpom, Patricia Rodríguez, calificó a El País como “abrumadora”. “Hubo muchos compañeros que nos defendieron con el micrófono, incluso Abdala”, dijo Rodríguez.
¿Cuáles fueron los argumentos del novel presidente del Pit-Cnt? Por un lado, que “la generación” que reprimió a los sindicatos en la dictadura “ya no está en la policía”. Pero sobre todo, que es “fundamental” que los policías “internalicen los valores del movimiento obrero, y a su vez que el movimiento obrero se enriquezca con el mundo del trabajo de los policías”, dijo Abdala a El País, y concluyó: “Lo peor que puede pasar es que por diferencias se excluya a una organización”.