CONFERENCIA

El “enemigo invisible”, el coronavirus, va a seguir estando en el país. Pero el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, anunció ayer en conferencia de prensa que se definió un cronograma de fechas para que se retome la educación presencial. La vuelta a clases está resuelta. Pero en tres etapas: el 1 de junio, el 15 de ese mes y el viernes 29, son las fechas en que el sistema educativo público y privado volverá a funcionar.

El jefe de Estado aclaró que esto será voluntario, ya que está en los padres o tutores la decisión final de enviar a sus hijos a escuelas y liceos. De todos modos el gobierno espera que este proceso se dé con normalidad, ya que está basado en estudios científicos y análisis cautelosos para otorgar todas las garantías a las familias.

“En Uruguay los estudiantes a fines de junio van a estar cursando sus clases de manera presencial. Es un retorno voluntario”, dijo Lacalle Pou y comentó que está satisfecho del avance que ha tenido el país en el combate al COVID-19. De acuerdo a los datos oficiales ayer en el Uruguay se informó que hay solo 135 personas cursando la enfermedad. 

En el caso de las direcciones de los centros educativos y los docentes y maestros deberán retornar a sus puestos de trabajo a partir del 25 de mayo.

El presidente buscó transmitir confianza a los padres para que envíen a sus hijos a clase fundamentando la decisión de reabrir los centros educativos en estudios firmes con base científica elaborados por el grupo de expertos.

“Este paso lo damos porque estamos convencidos que el riesgo es mínimo. Si no fuera así no lo daríamos”, subrayó Lacalle Pou en la conferencia.

De todas formas el gobierno tiene claro que existe la posibilidad de que se den contagios en algún centro educativo. Para eso el equipo de asesores del presidente recomendó al gobierno aislar ese caso y continuar trabajando dentro de la “nueva normalidad”.

Es que el Poder Ejecutivo entiende que se llegó a un nivel de convivencia con el coronavirus en el país, donde, entre las medidas tomadas, y el respeto de los protocolos por parte de la población permiten continuar avanzando. Los famosos “pasos cortos” pero constantes, que Lacalle Pou anunció tiempo atrás.

En esa línea el presidente dijo ayer que en el caso de entender que se tiene un problema no se dudará en dar marcha atrás para solucionarlo y luego seguir avanzado. “Para adelante todo lo posible. Para atrás todo lo necesario”, comentó a modo de mandato de gobierno el presidente Lacalle Pou.

Para las autoridades de gobierno es central que esta nueva apertura hacia la definida “nueva normalidad” se haga extremando los controles sanitarios. “El gobierno piensa, elabora, escucha, se asesora y toma decisiones convencido, pero todo depende del comportamiento de los uruguayos y el distanciamiento físico sostenible está en la clave en el retorno a las actividades”, aseguró Lacalle Pou.

Una de las preocupaciones de las autoridades educativas es ver cómo recuperar todo lo que se perdió por el parate tras el anuncio de la emergencia sanitaria el 13 de marzo. Prácticamente al mismo tiempo en que se iniciaba un nuevo año escolar.

En ese sentido el gobierno es consciente que la educación a distancia no ha sido pareja, por diversos factores. Por eso se tratará de recuperar clases en tiempos de vacaciones. Si bien el presidente de la República pretendía cortar las vacaciones de invierno (vacaciones de julio), el grupo de asesores le aconsejó no tomar esa decisión y terminará habiéndolas, aunque más cortas.

“Ahí perdí”, dijo con humor. De todas formas aclaró que no se espera bajar las exigencias en los cursos educativos. “No estamos dispuestos a bajar las exigencias. Eso sería pan para hoy y hambre para mañana”, declaró el mandatario.

“Seguramente haya unos días de vacaciones entre comillas”, dijo Lacalle Pou consultado acerca de qué se había definido en este aspecto. En principio sería por una semana a partir del 7 de julio, agregó.

El ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, manejó como una hipótesis de trabajo, semanas atrás, que las vacaciones de febrero se podrían recortar para allí cumplir con el dictado de las clases perdidas en estos tiempos.

Pero el gobierno ha decidido que de ninguna manera piensa dar por perdido el año en el caso de que los cursos no terminen de completar la curricular establecida. Robert Silva, presidente del Codicen, explicó que trabajan en medir las diferentes realidades y diagnosticar cuáles han sido los estudiantes con más problemas para realizarles un seguimiento y tutorías particulares.

Una de las ideas que se manejan a nivel de las autoridades de la educación es que parte de la curricula que faltase dictar en este 2020 se incorpore a los programas educativos planeados para esos mismos estudiantes en el 2021.

Es que el presidente Lacalle Pou insiste que el país no está en condiciones de retrasarle la ecuación a los estudiantes de los diferentes niveles y por eso solicitó que se encuentre la forma para avanzar.

El documento elaborado por el Poder Ejecutivo establece una serie de criterios y puntualizaciones para todo el sistema educativo. Las medidas buscan evitar contagios y garantizar la seguridad sanitaria.

Para eso las jornadas escolares no podrán extenderse más de cuatro horas diarias. En todos esos casos se tienen que respetar todas las medidas de prevención establecidas por la autoridad sanitaria y los protocolos de aplicación.

El ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, dijo a El País que esto será “por tiempo indefinido hasta que, previa evaluación del Sinae, se cambie el criterio”.

“Las cuatro horas son porque los expertos dicen que la probabilidad de contagio tiende a aumentar a mayor tiempo de contacto con portadores. Pero, además, por una cuestión práctica: como la vuelta a la presencialidad es escalonada, no se puede hacer horarios demasiado extensos porque las maestras harían jornadas eternas (entre presencialidad y a distancia)”, añadió el jerarca.

Los ingresos y salidas de los centros educativos deberán ser escalonados a efectos de evitar aglomeraciones en dichas instancias.

Los recreos serán espaciados y por turnos, evitando las aglomeraciones. Para el caso de las escuelas especiales, la ANEP instrumentará en forma paulatina el inicio de actividades, atendiendo las características de estos centros educativos. Para el caso de primera infancia y educación inicial, la autoridad educativa podrá establecer una integración incremental, de acuerdo a las edades y en función de la especificidad del nivel educativo.

La autoridad educativa fijará la nueva fecha y duración de las vacaciones de julio, en coordinación con el Sinae y la autoridad sanitaria nacional.

El documento que detalla cómo será el retorno de las clases presenciales: 

Rodrigo Arim, rector de la Universidad de la República (UdelaR), dijo ayer en rueda de prensa que “la universidad es un potencial foco de contagio” de coronavirus y que, si bien se está monitoreando la situación, se debe “proteger” no solo a los estudiantes sino al país. A nivel internacional, explicó, “las universidades tienden a cerrar”, incluso en aquellos países que ya terminaron el confinamiento.

Frente a la pregunta de si volverán las clases presenciales, Arim dijo que “en algunos edificios entran miles de personas a la misma hora, por lo que no es un escenario razonable” para que vuelva a suceder en el próximo “mes, mes y medio”. No obstante, el rector agregó que se está creando un protocolo para que vuelvan algunas actividades que no se pueden realizar de forma virtual, en especial la investigación.

Para culminar, el rector de la UdelaR dijo que se hizo “un enorme esfuerzo para reducir las brechas que genera esta situación” y que se compraron computadoras para reducir esto. “Sabemos que tenemos más de 100.000 estudiantes que están efectivamente estudiando en plataformas digitales”, finalizó.

En el caso de las universidades privadas, ayer enviaron un protocolo al Ministerio de Educación con la intención de retomar, cuanto antes, la presencialidad en actividades de práctica.

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