Enviado especial a Kiev, Ucrania
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, colocó ayer a América Latina en el centro de una estrategia que, por la vía de la presión internacional, pretende obligar a Rusia a terminar con la invasión iniciada en febrero de 2022.

Dicho plan, del que el mandatario ucraniano ha hablado en las últimas horas, no se basa solo en lo estrictamente militar, ya que en la estrategia definida por Zelenski se piensa hacer intervenir a países que no necesariamente puedan resultar relevantes en la escena mundial.

“Cuando empezó la invasión rusa, muchos pensaban que esta guerra se terminaba enseguida”, afirmó Zelenski a El País, el único medio uruguayo presente ayer en una conferencia de prensa realizada en Kiev junto a otras siete organizaciones periodísticas de América Latina. “A veces, ni nosotros mismos sabemos qué puede hacer un país pequeño, pero que tiene una voz fuerte y dirigentes fuertes”, apuntó. Eso, dijo, es lo que caracteriza a Ucrania, también a Uruguay. “Y Sabemos que Uruguay, aunque pequeño, tiene una voz fuerte y potente. Estamos contando con eso. No importa si es un país grande o pequeño. Todos son importantes para nosotros”, apuntó el presidente ucraniano.

En una guerra en la que requiere un suministro constante de recursos económicos y armamentísticos para sostenerse ante los embates de Moscú, el rol que pretende Ucrania de Uruguay es que sume voz a nivel diplomático.

Lo que Zelenski busca generar es que la posición que pueda adoptar Uruguay esté presente y “liderando” en una nueva cumbre “por la paz” que Kiev viene programando para noviembre, en la que se buscará reunir a todo el continente y que, según dijo, debería realizarse en los Estados Unidos. En la que, además, debería estar presente Rusia.

Ucrania había buscado y logrado la participación de Uruguay en la primera cumbre por la paz, en la que estuvieron más de 100 países que se desarrolló a fines de junio en Suiza. Allí el gobierno de Zelenski propuso un plan de 10 puntos y consideró que la administración liderada por el presidente Luis Lacalle Pou puede participar activamente del cuarto punto: el retorno de los niños ucranianos “secuestrados” por Rusia en los territorios ocupados. Las cifras oficiales hablan de casi 20 mil, pero la propia Federación Rusa indicó que son más de 700 mil.

Desde Ucrania, se sostuvo que Rusia quiere “reeducar” a estos niños , convertirlos en rusos y obligarlos luego a combatir contra su patria natal.

Foto: Presidencia de Ucrania.

El destino de los niños ucranianos llevados a Rusia será el tema central en la Cumbre de Primeras Damas que tendrá lugar hoy en Kiev, que será encabezada por la esposa del presidente, Olena Zelenska, y que tendrá como invitado al actor estadounidense Michael Douglas.

Los mensajes de Zelenski a la región continuaron, con una advertencia a no dejarse engañar con las promesas de Rusia y su “chantaje” económico y energético. “El amor de Rusia es un fenómeno finito”, dijo, al recordar cómo Moscú ha suspendido el suministro energético a varios países de Europa.

Luego, el líder ucraniano manifestó la “neutralidad” en esta guerra equivale a un apoyo a Rusia, un mensaje que se interpretó como una crítica directa al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

Ucrania confirmó su rechazo a una iniciativa para que el presidente brasileño, junto a sus homólogos Narendra Modhi (India) y Xi Jinping (China), sean “mediadores” en una solución que implica un cese al fuego y conversaciones de paz directas entre ambos bandos. Para Zelenski, es imposible “sentarse y hablar” con el líder ruso Vladímir Putin o hablar de “reconciliación” mientras Rusia siga violando la integridad territorial de su país. En su visión, todo esto representa un “teatro” dado que la propuesta defiende los intereses de Moscú.

Zelenski, en tanto, solo tuvo palabras de elogio para el argentino Javier Milei. “Le estoy muy agradecido”, dijo.

Foto: Presidencia de Ucrania.

El encuentro entre Zelenski y El País se produjo en el emblemático Palacio Mariyinsky de Kiev, un imponente edificio barroco a orillas de Dnípro, colindante con el Parlamento y construido en 1752, por el mismo arquitecto que diseño el Palacio de Verano de San Petersburgo.

El líder ucraniano esperaba reunirse también con el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, de quien pretende el visto bueno para una medida vital para Ucrania: poder utilizar misiles de largo alcance contra objetivos militares en territorio ruso, una apuesta de riesgo para Washington.

El tiempo apremia en Kiev, a 931 días del comienzo de la invasión rusa, Oleksandr Lytvynenko, secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania, admitió ayer en una conferencia, que presenció El País, que su país espera que en las próximas semanas que Rusia ataque con nuevos misiles balísticos de corto alcance de origen de iraní. Ucrania, por su parte, aguarda el aval para una transferencia de cazas Gripen, la versión sueca del MiG-29.

Foto: Fabián Cambiaso

Rusia invadió Ucrania a inicios de 2022 y se anexó de facto la zona del Dónbass. Ya lo había hecho en 2014 con la península de Crimea. Ucrania, en tanto, contraatacó hace pocas semanas llevando la guerra a territorio ruso, ocupando una franja en la zona de Kursk, cuyo objetivo declarado es presionar a Moscú en su propio terreno para llevarlo a poner fin al conflicto. En esa línea, ayer drones ucranianos lograron recorrer 1.500 kilómetros y alcanzaron la ciudad rusa de Múrmansk, cerca de la frontera con Noruega y Finlandia.