El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, saludó la asunción de Yamandú Orsi, le deseó "´éxitos" al nuevo presidente y le manifestó su voluntad al nuevo gobierno uruguayo de estrechar relaciones.
El mensaje. al que accedió El País, fue transmitido este sábado al nuevo presidente por parte del embajador ucraniano acreditado ante Uruguay, Yurii Klymenko, con la confianza de que la nueva administración mantendrá el apoyo a su país ante la agresión rusa en los foros internacionales, en particular la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Algo que, tomando en cuenta las últimas señales de la nueva administración, está lejos de ser seguro, y supondría uno de los primeros cambios en la gestión de la política exterior.
"Lo tenemos en permanente monitoreo", se indicó desde el Ministerio de Relaciones Exteriores, que en las últimas semanas ha dado pautas en cuanto a un posible cambio en el respaldo sin fisuras que Uruguay le ha dado a Ucrania en estos tres años de conflicto tras la invasión rusa de febrero de 2022.
En una de sus últimas decisiones, el gobierno de Luis Lacalle Pou apoyó una resolución -el único en el Mercosur- presentada por Ucrania y aprobada el 24 de febrero en la Asamblea General de la ONU, que exigía que Rusía "retire de inmediato, por completo y sin condiciones todas sus fuerzas militares". Fue apoyada por 93 países, 50 menos que una resolución similar aprobada en 2023.
Este domingo en conferencia de prensa el nuevo canciller, Mario Lubetkin, resaltó al respecto el "movimiento de votos muy importante", fundamentalmente de países de América Latina, que pasaron entre una resolución y otra de la condena a Rusia a la abstención. El caso más notorio fue el de Argentina. Consultado, Lubetkin eludió pronunciarse ante el reciente enfrentamiento entre Zelenski y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en la Casa Blanca, y mostró la disposición del nuevo gobierno a mantener "las mejores relaciones" con todos los países.
En una entrevistaque publicó El País el 27 de febrero, Lubetkin habló de esa votación en ONU como el pasaje "entre una realidad que era y una nueva, que no sé cuál es" y que "no es la discusión que había hace un año". Y agregó: "si tú me preguntás hacia dónde se va, veremos y también lo estudiaremos y lo monitorearemos para ver por dónde entramos nosotros". Eso no significa, aclaró, " no condenar invasiones".
La Embajada
En la misma carta que entregó el sábado, Klymenko le confirmó al nuevo gobierno la voluntad de su país de tener una sede permanente en Uruguay. Hasta el momento, la embajada es concurrente desde Buenos Aires.
Esa decisión le había sidoanunciada al anterior gobierno el pasado 21 de enero. Entre otos motivos señalados, fuentes diplomáticas resaltaron la "gratitud" de Zelenski a Lacalle Pou por el constante "apoyo" a su país. "Sabemos que Uruguay, aunque pequeño, tiene una voz fuerte y potente", había dicho el presidente de Ucrania en setiembre pasado, al ser entrevistado por El País en Kiev. "Estamos contando con eso", agregó.
Si bien no se trata de algo obligatorio, en muchos casos la apertura de embajadas se produce de manera recíproca. Algo que, a corto plazo, el nuevo gobierno uruguayo no hará. "Al momento, no está prevista la apertura de una embajada en Kiev", se precisó desde Cancillería. Hoy, la representación uruguaya ante Ucrania es concurrente desde Rumania.
Presiones de Estados Unidos
Con respecto a lo aprobado en la ONU en febrero, Estados Unidos pretendía que Uruguay cambiara su voto en favor de Ucrania y respaldara otra moción promovida por Washington. Así lo informó este domingo el columnista Juan Paullier en El País y lo confirmaron exfuncionarios vinculados al gobierno de Luis Lacalle Pou.
Según el programa En Perspectiva, el pedido fue formulado al embajador uruguayo en Washington, Andrés Durán. También lo hizo ante Cancillería en Montevideo le representante estadounidense, Heide B. Fulton. La decisión, sin embargo, fue mantener la postura de respaldo a Ucrania, vigente desde 2022. Fue, se precisó, por una determinación del propio Lacalle Pou, que lo consideró una "cuestión de principios".