PABLO MELÉNDREZ
Uruguay seguirá sufriendo tornados al menos hasta abril. Son fenómenos de alta intensidad y de baja duración, lo que dificulta su pronóstico. Los meteorólogos dicen que no son episodios novedosos sino que ahora cobraron mayor notoriedad.
El martes, un fuerte temporal de lluvia y viento azotó varios puntos de Salto, Paysandú, Río Negro y Soriano. Como consecuencia de eso, hubo voladura de techos, caída de árboles y cortes en el suministro de energía eléctrica. En algunas zonas, el viento alcanzó los 100 kilómetros por hora.
No obstante, este último episodio no fue un caso aislado sino que se enmarca en una serie de eventos registrados en los últimos meses de 2009 y lo que va de 2010, donde tornados de esas características afectaron, por ejemplo, las localidades de Fray Marcos (Florida), Tranqueras (Rivera), Velázquez (Rocha) y Young (Río Negro).
Según explicó a El País el meteorólogo Juan Luis Pérez, de la consultora privada Nimbus Weather Services, la consecución de estos episodios obedece a que la región se encuentra en una fase positiva del fenómeno climático conocido como "El Niño", que ha provocado el aumento de la temperatura de las aguas del Océano Pacífico, lo que genera que se incrementen las lluvias y los vientos a niveles casi tropicales.
Además, en un contexto general, Pérez señaló que también tiene su incidencia el fenómeno del cambio climático, que ha generado que la temperatura global aumente entre 0,7 y 2 grados Celsius en un promedio anual.
Si bien hay varios sistemas de registro, la intensidad de los vientos se mide habitualmente mediante en una escala que se conoce como Fujita-Pearson, que establece seis niveles: el más bajo (F0) se aplica para tornados de menos de 116 kilómetros por hora y el mayor (F5) en casos de entre 417 y 508 kilómetros por hora.
hasta abril. Según Pérez, llegado principios de abril es posible esperar que se registren tornados en diversas zonas, ya que se prevé que hasta entonces "El Niño" continúe con su fase actual. Por eso "es altamente probable que estos fenómenos sigan ocurrido hasta ese momento", explicó.
En el mismo sentido, Jorge Nusa, predictor de la Dirección Nacional de Meteorología (DNM) estimó que tornados y turbonadas de estas características serán fenómenos "recurrentes" en los próximos meses. "Esto ocurre en esta zona de América del Sur. En Uruguay se da principalmente en la llanura del litoral y del Río de la Plata. También es algo común en el santoral de Canelones", dijo Nusa a El País.
Según la visión de Nusa, "si El Niño sigue en su condición actual, seguramente vamos a tener otros episodios en lo que resta del verano y hasta por lo menos marzo o abril. Aunque también habrá pausas de atmósfera estable".
Incluso, el propio director de la DNM, Ariel Pérez Rivella, compartió la visión de Pérez y Nusa. Señaló que estos fenómenos se incrementarán no sólo en Uruguay sino a nivel mundial, según diversos estudios internacionales, entre ellos, varios de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) que funciona en la órbita de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
"En este momento, la sensación que tienen los especialistas es que se va a incrementar la intensidad de los fenómenos atmosféricos, así como su frecuencia. Pero es una sensación desde el análisis de datos recientes, cuando en realidad estos episodios se analizan más a largo plazo", explicó Pérez Rivella a El País.
NADA NUEVO. Más allá del impacto que han generado las últimas tormentas, los meteorólogos sostienen que no son episodios novedosos sino que, en realidad, lo que ocurre actualmente es que toman más trascendencia a causa de la mayor densidad demográfica y la posibilidad que ofrecen los diversos medios tecnológicos de informar sobre ellos en tiempo real.
Pérez Rivella dijo que Uruguay, por su ubicación y sus características geográficas, tiene gran "facilidad para la producción de tornados, y por eso son fenómenos no tan extraños en el país". Remarcó que hay muchos más episodios de los que se conocen, porque un importante número de ellos no son registrados.
En tanto, Pérez, de Nimbus Weather Services, indicó que en los últimos cuatro años hubo, al menos, 45 casos de rachas de viento como las que se registraron el martes pasado en los departamentos del litoral. Si bien Pérez no desconoce el efecto del viento intenso, relativizó el hecho de medir su impacto en función de los daños que causa en las construcciones. "Muchas casas se caen porque se tienen que caer", afirmó.
El Pronóstico. En Uruguay, los pronósticos meteorológicos se elaboran mediante modelos de probabilidad en base a datos que se intercambian con países de la región. Eso permite detectar fenómenos con hasta 120 horas de anticipación, aunque la efectividad decae en casos de situaciones severas.
Para esos fenómenos, se requieren radares doppler que permiten visualizar tornados y huracanes con mayor precisión, aunque solamente con una hora de anticipación. Se trata de eventos de gran intensidad pero escasa duración, lo que dificulta sensiblemente su pronóstico.
"Los pronósticos que hace Meteorología no se hacen de manera demasiado diferente a otros países. No se puede pronosticar con precisión ni a largo plazo fenómenos complicados", explicó Pérez Rivella.
Según el titular de la DNM, un movimiento de 200 kilómetros en una tormenta "no es nada, no lo puede predecir el modelo; pero el problema está en que esa distancia es casi la mitad de todo el Uruguay".
Nusa, por su parte, destacó que la DNM "ha mejorado muchísimo" en concientizar a la población sobre la importancia de la información meteorológica. Sin embargo, Pérez Rivella admitió que existe cierto "descrédito" hacia la DNM tras el temporal de agosto de 2005, que causó diez fallecidos y diversos daños, porque no fue advertido. "La única manera de superar eso es hacer mejor las cosas", sentenció.
$ 8.200 para predecir el tiempo
En 2006, el Poder Ejecutivo autorizó la reposición escalonada de 119 cargos de meteorólogos de la Dirección Nacional de Meteorología (DNM). En octubre de 2009 ingresaron 17 especialistas para trabajar en departamentos del interior. En principio estaba previsto que fueran 51, pero esa cifra no se pudo alcanzar porque a raíz de la demora del trámite administrativo, muchos de los postulantes desistieron de la posibilidad, explicó a El País el titular del organismo, Ariel Pérez Rivella. Actualmente, la DNM cuenta con 300 funcionarios, de los cuales el 90% son meteorólogos. Si bien en el último tiempo ha ingresado personal, Pérez Rivella dijo que todavía hay un déficit de funcionarios. Un meteorólogo de la DNM tiene un sueldo de $ 8.200.
Se hará conexión con Brasil para seguir fenómenos en todo Uruguay
Lo ideal para poder detectar y predecir con mayor exactitud fenómenos meteorológicos es la utilización de radares doppler, como los que se usan, por ejemplo, en Argentina y Brasil. Sin embargo, para Uruguay existe una gran dificultad: el costo de esos equipos ronda US$ 1 millón a lo que debe sumarse una cifra similar por concepto de instalación y mantenimiento.
"Se podría disponer de mejores herramientas a nivel oficial. Los países limítrofes tienen varios radares, porque sin ellos es imposible pronosticar tornados, turbonadas, actividad convectiva severa o granizo. Para detectar esos fenómenos los radares son la única herramienta", dijo el meteorólogo Juan Luis Pérez, de la consultora privada Nimbus Weather Services.
El director de la Dirección Nacional de Meteorología (DNM), Ariel Pérez Rivella, es consciente de que es necesario mejorar tanto la infraestructura del organismo así como la capacidad de sus técnicos, aspectos que "se pusieron en el tapete y serán considerados en el próximo gobierno".
Sin embargo, Pérez Rivella aclaró que por razones de tinte netamente económico, la DNM "no tiene previsto" comprar radares doppler, sino que se continuarán utilizando los que hay en Argentina, que permiten visualizar el territorio uruguayo en forma parcial.
De todos modos, Pérez Rivella informó que en el transcurso de 2010, la DNM conectará detectores de descargas eléctricas a la red de Brasil, "lo que permitirá hacer el seguimiento de fenómenos severos en todo el Uruguay de una forma muy similar a lo que se haría con los radares, pero de una manera mucho más económica", explicó el jerarca.
Actualmente, la DNM tiene 25 estaciones meteorológicas en todo el Uruguay, que arrojan los registros de su correspondiente zona. Por eso, si el fenómeno no ocurrió en el entorno del punto de medición, la información recién se puede tener mucho tiempo después de ocurrido el episodio.