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EDUARDO DELGADO

Hay decenas de miles de uruguayos indocumentados en Argentina y muchos de ellos viven en la pobreza o la indigencia. El consulado hace gestiones para bajar el elevado costo que tiene regularizar la documentación.

"Estar indocumentado significa no existir socialmente; los hijos van a la escuela porque aquí los dejan hacerlo sin documentos, pero no pueden hacer Secundaria, ni acceder a planes de asistencia", dijo a El País Lilian Alfaro, cónsul uruguaya en Argentina desde mayo y mano derecha del Presidente José Mujica durante la campaña electoral en Buenos Aires.

"Ves a compatriotas en la extrema pobreza, en la indigencia; esto hace carne en uno y tu vida pasa toda por este tema", agregó Alfaro. Por ello, la prioridad es "documentar" a los uruguayos que residen en Argentina, para que puedan regularizar su situación y radicarse, afirmó.

La mayor traba para lograr esto es el costo de los trámites, que incluyen -además de la cédula de identidad-, el certificado de antecedentes y la partida de nacimiento legalizados. Cada uno de estos trámites tiene un costo de US$ 40, informó Alfaro. "Esto es lo que se tiene que resolver, porque la persona que no tiene documento no puede pagar eso", expresó la cónsul. Añadió que se harán gestiones para bajar o eliminar esos costos, que impiden a miles regularizar sus documentos.

En Argentina, hay que pagar 300 pesos para radicarse, pero Alfaro destacó que si desde el Consulado un asistente social comprueba que la persona no lo pueden pagar, el gobierno del vecino país lo exonera de ese costo.

problemas. La falta de documentación genera problemas para conseguir empleo, para asistirse si se tienen problemas de salud (en capital federal los hospitales atienden sólo en emergencia a los indocumentados), para estudiar y para acceder a planes sociales del gobierno argentino que incluyen a los extranjeros radicados como, por ejemplo, una asignación familiar de 180 pesos mensuales por niño, relató Alfaro.

Otro problema que enfrentan los indocumentados es la imposibilidad de retornar a Uruguay si lo desean.

La cónsul dijo que "hay que modernizar los trámites para que sean mas rápidos" y que "hay voluntad política para hacerlo".

Alfaro destacó el apoyo de los centros de uruguayos y de los representantes de los partidos políticos en Argentina.

Sergio Yusef, referente del Partido Nacional en la zona Norte de Buenos Aires, dijo que los problemas con uruguayos indocumentados en la capital argentina se registran fundamentalmente en el área Sur, como por ejemplo en San Fernando, Avellaneda y Lomas de Zamora. Indicó, el 30% de los uruguayos que viven en esas zonas no tiene documentos.

Yusef señaló que la principal solución para regularizar la situación es que se deje de cobrar por la realización del trámite. Agregó que se trata de "un problema serio" porque hay un importante número de uruguayos que "perdieron el contacto con Uruguay y, a su vez, están mal en Argentina, y eso hay que terminarlo". En los próximos días Yusef iniciará gestiones en Montevideo con dirigentes del Partido Nacional con el objetivo de que la colectividad impulse algún tipo de solución a esta problemática. Hay 170 mil uruguayos con la documentación en regla en Argentina, dijo Alfaro. Estimaciones no oficiales ubican unos 300 mil los compatriotas en el país vecino.

El Consulado uruguayo en Argentina estima que son 1.800 los compatriotas presos en el vecino país, muchos de ellos indocumentados.

Alfaro señaló que la mayoría son jóvenes que fueron encarcelados por robos menores o estupefacientes y que, en varios casos, dejan atrás menores solos y sin familia a la que recurrir.

Los presos están repartidos en cárceles de toda Argentina. El Consulado recibe unos 40 trámites por mes referidas a cuestiones sociales de reclusos. Para Alfaro es fundamental reforzar la ayuda también a estos uruguayos. Dijo que recibe decenas de cartas de presos que solicitan medicamentos, alimentos y también que los visiten.

Recordó que muchas veces los abogados de los presos uruguayos son defensores de oficio con tantos casos que es difícil le presten la atención debida.