ANA PAIS
Hace unos 20 años el colector subacuático de Punta Carretas fue construido para eliminar las aguas servidas a 2,3 kilómetros de la costa. Por fallas originales, hoy tiene pérdidas a 1,3 kilómetros, que no estarían afectando la calidad de las playas.
En esa zona las aguas capitalinas están en estado "excelente" según la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) y cuentan con la habilitación para baño de la Intendencia de Montevideo (IMM). Incluso las playas Ramírez y Pocitos, las más cercanas al colector, tienen certificado ISO 14.001, categoría que sólo comparten otras tres en Montevideo.
La reparación de las roturas "no es una urgencia, pero sí una necesidad porque la obra está diseñada para funcionar correctamente", dijo Néstor Campal, director de Desarrollo Ambiental de la IMM. Como publicó ayer El País, un estudio de la Facultad de Ingeniería determinó que las fallas en el emisario eran constructivas y no consecuencia del desgaste natural o de algún accidente. Es por eso que el seguro no cubre los arreglos y la comuna evalúa demandar a los responsables.
De quién fue la decisión que llevó a la rotura del colector es imprescindible para la IMM, dijo Campal, ya que determinará al encargado de la financiaciación. Este es el primer paso para la reparación, "que es un proceso muy largo. Después hay que definir cuál es el proceso más adecuado, de lo que se encarga la Facultad de Ingeniería, elaborar un proyecto operativo para llevar adelante ese conjunto de acciones, llamar a licitación a una empresa que sea capaz de realizar las reparaciones y finalmente empezar las obras", explicó el jerarca.
Dentro de unos dos años comenzará el segundo paquete del Plan de Saneamiento IV, que implica la construcción de un nuevo emisario subacuático para el Oeste de Montevideo. Estará en Punta Yeguas y aunque las obras ya fueron diseñadas, todavía no se licitaron.
Según Campal, la idea es aprovechar las embarcaciones especializados en ese tipo de trabajos para hacer en simultáneo la construcción del segundo colector y la reparación del primero. "Por lo tanto hay que llegar a esa fecha con una solución y un plan de operación definidos. Si no, se tendría que gastar en dos oportunidades diferentes en el transporte, que es un tema carísimo", dijo.
¿SIN CONTAMINACIÓN? En julio del año pasado el fiscal Enrique Viana hizo un pedido de información a través de un juzgado a la IMM y Dinama. La misma fue incorporada al expediente y está en etapa de análisis, dijo Viana.
Lo que llamó la atención del fiscal fue que, pese a las roturas, el colector mejoró la calidad de las aguas capitalinas. Por lo tanto, o bien no se explica la necesidad de arreglarlo o bien los muestreos no están reflejando del todo la realidad.
De los diez puntos de la costa montevideana que analiza la Dinama, sólo Punta Lobos tiene un estado "satisfactorio". El resto es "excelente". "La fisura que tiene el emisario no nos ha dado en playas un impacto a nivel de coliformes", afirmó Luis Reolón, director de la División de Evaluación de Calidad Ambiental de la Dinama.
Campal dijo que no es posible medir la pérdida que ocasiona la rotura: "No es constante porque depende del caudal de bombeo y de las condiciones atmosféricas". De todos modos, aclaró que "no es demasiado importante", ya que está a 1,3 kilómetros de la costa. Si bien el colector mide 2,3 kilómetros, los últimos 200 metros tienen una serie de perforaciones con tubos por donde se eliminan las aguas servidas. "La pérdida no produce un aumento en la materia orgánica, porque es la misma con o sin ella. El tema es que se disipa más cerca de la costa", continuó.
Dicha cercanía tampoco cambia la floración de algas, como decía un informe publicado por la Dinama en 2006 y ratificado por sus autoridades poco después, contó Campal. Y agregó que esa coloración especial del agua y las reacciones que ocasionan en la piel de los bañistas se debe al exceso de fertilizantes y al lavado sobre todo de fosfatos en los cultivos en los márgenes de los ríos Paraná, Uruguay y afluentes.
Para Campal "no hay un índice de influencia negativa en la calidad por la pérdida. Pero si se soluciona, la única consecuencia será positiva".
La sexta con ISO
La IMM busca que en 2010 la Honda sea su sexta playa certificada. Para eso, deben hacer obras de canalización del arroyo del Molino de Pérez. Cuando la lluvia supera cierto valor, las aguas que normalmente son conducidas al colector, desembocan en la playa y producen pérdidas de arena, algo inadmisible para la norma.