"Faltan psiquiatras”, gritó una mujer durante el discurso del presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, en la inauguración del nuevo Hospital Claveaux, semanas atrás. Es que los tiempos de espera para consultas con estos especialistas en hospitales públicos, y también en varias mutualistas, exceden lo que establece la normativa.

Si bien no es un fenómeno nuevo, ni exclusivo de esta especialidad, la demora es constatada en medio del impulso de un nuevo plan de salud mental, en un país que padece una de las tasas de suicidio más altas del mundo.

De hecho, esta semana el gobierno amplió la cobertura de psicoterapia, rebajó tickets a quienes hayan tenido intentos de suicidio, dejó gratis los antidepresivos Fluoxetina y Sertralina para quienes tengan indicación médica, y rebajó el antidepresivo Escitalopram, entre otras medidas.

Pese a ello, no hay disponibles datos oficiales actualizados, ni completos, de los tiempos de espera de psiquiatría y otras especialidades. La página web “A tu servicio”, del MSP, tiene indicadores de tiempos de espera, pero no en psiquiatría; además los datos son de 2022.

Desde el MSP señalaron a El País que no manejan datos sobre tiempos excesivos de consultas de psiquiatría, pero no brindaron detalles. Un sondeo de El País en varias mutualistas y el prestador público dio cuenta que se ofrece hora, en muchos casos, recién para entrado el mes de junio.

Este plazo está por fuera de lo que establece el decreto 359/007. “Las consultas externas en las especialidades médicas y quirúrgicas, en ningún caso podrán ser coordinadas en un plazo mayor a 30 días desde que fueron solicitadas”, puntualiza el artículo 3.

En tanto, fuentes mutuales indicaron a El País que, tras la pandemia de covid-19, psiquiatría es una de las especialidades “más requeridas”. Al mismo tiempo, puntualizaron que “no es sencillo” solucionar el problema. Uno de los principales factores en juego, acotaron, es que “muchos psiquiatras tienen trabajo particular y no les es muy apetecible ir a trabajar a las mutualistas”.

Lo cierto es que no todos los usuarios pueden pagar una consulta privada, que ronda los $ 2.000, dependiendo del psiquiatra. Esto ocurre, coincidieron los consultados, en un contexto en que las mayores demoras ocurren en ASSE, que atiende a más usuarios y a los más vulnerables.

Artigas Pouy, presidente de la Sociedad de Psiquiatría del Uruguay, señaló en diálogo con El País que las demoras que pueden suceder no son por “recursos sino de organización”. En tanto, un estudio del MSP de 2023 previó la escasez de psiquiatras hacia 2030. Pero, además, hay varios trabajos que marcan la asimetría de acceso a estos especialistas, sobre todo al norte del Río Negro.

Pouy agregó que varios cuadros que atienden los psiquiatras los podrían resolver médicos generales en el primer nivel de atención con “la capacidad de escuchar y acompañar” a los pacientes, para evitar así una derivación “automática”.

Consultado sobre la brecha salarial entre la consulta privada y los prestadores, Pouy señaló: “No creo que sea un aspecto fundamental de la dificultad porque, además, las grandes trabas no están a nivel mutual sino en ASSE”, que apuntó, realiza llamados “no atractivos”, por el salario y las condiciones laborales.

El psiquiatra y psicoanalista Ricardo Bernardi, exmiembro del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), remarcó a El País que faltan datos para hacer un análisis adecuado. “Vivimos en un país sin datos y, cuando están, es en un cajón inaccesible”.

En ese sentido, planteó que aún no está estudiado por qué la asistencia psiquiátrica “es tan complicada de resolver razonablemente” en el país. Si bien tiene sus hipótesis, insistió con que “faltan datos” para tener una explicación certera. Aunque hay puntos que pintan la escena: “En Montevideo, la proporción de psiquiatras por habitante es similar a Alemania e Inglaterra; y en el interior estamos más o menos como en un país africano”, graficó.

Para Bernardi, es relevante “resolver la desigualdad” de acceso, así como “evaluar la calidad de atención”.