El trabajo “Análisis de Datos de Desarrollo Infantil en Uruguay”, encomendado por Unicef y el Ministerio de Salud Pública (MSP), detectó “altas tasas de cumplimiento” de las metas asistenciales de los prestadores de salud vinculadas con los niños.

Las metas asistenciales son, con la cápita, el dinero que reciben los prestadores de salud por parte del Fondo Nacional de Salud (Fonasa), financiado por aportes de trabajadores, patronales y de Rentas Generales, que suponen un 6% de los ingresos de las instituciones.

Las metas, definidas por el MSP para alcanzar más prevención y promoción de salud, son voluntarias aunque el pago por su cumplimiento hace que la mayoría de instituciones estén interesadas en ellas.

El informe elaborado por Elisa Failache refleja un seguimiento de metas, que pueden cambiar cada dos años, enfocadas en la primera infancia.

El informe detectó que “más del 90% de los niños nacidos y declarados por las instituciones presentan su primer control médico en los primeros 10 días de vida”. En 2022, llegó al 94,8%, el porcentaje más alto desde 2018 (96,9%).

Entre múltiples aspectos, el trabajo hizo un análisis de datos de corte longitudinal, es decir, hacer un seguimiento de los niños cuyo primer control “haya sido en 2018 o 2019 de forma que el tercer control (reportado a los cuatro años de edad) sea en 2021 o 2022”. Los tres controles de nacimiento, hipoacusia y desarrollo fueron a los cuatro, 18 y 48 meses.

La mayoría de los niños de la muestra (81%) no tuvieron problemas de desarrollo en ninguno de los controles.

Otro 16%, en cambio, registró “en alguna dimensión solamente un año, mientras que 3% tienen problemas en dos controles”. Por último, el trabajo acotó que 74 niños (0,3%) tuvieron problemas en los tres controles.