ENTREVISTA
"Supe de las críticas, pero en los ocho años que dirigí el Maciel intenté darlo todo”, dijo el director del Hospital de Clínicas.
Álvaro Villar fue durante ocho años director del Maciel -desde donde hoy se cuestiona su gestión-, luego pasó a ser candidato a la intendencia por el Frente Amplio y después, desde 2020, la Facultad de Medicina lo eligió para hacerse cargo del Clínicas. Desde ese lugar, aspira que la mentada reforma del edificio se haga de una manera u otra. Dice que ya no quiere hablar de política, pero destaca el buen vínculo con Cosse y la gestión de la pandemia de Lacalle Pou.
-¿Cómo ve al Hospital de Clínicas hoy y qué diferencias tiene este con el que recibió en 2020?
-Lo veo con más optimismo y esperanza. En este año y medio que llevamos al frente del hospital creo que hemos logrado demostrar que se pueden llevar adelante cambios importantes. Queremos irnos acercando al hospital que necesita el país para los próximos diez años. Estamos empeñados en tener un hospital de excelencia, en donde un médico no pueda decir que no puede recibir pacientes porque no funciona un equipo.
-Existe desde el Poder Ejecutivo una propuesta de crear un nuevo hospital. Una posibilidad es hacer un nuevo edificio al lado de este. ¿Qué opinión le merece esto?
-Creo que está muy bueno que se haya puesto arriba de la mesa la construcción de un hospital universitario nuevo con una perspectiva de país. El futuro va hacia hospitales más chicos, hacia un tiempo de hospitalización cada vez menor y a una mayor atención en domicilio. La torre pegada sería la mejor opción, porque hoy existen dos pisos de policlínica que están nuevos, se está haciendo la emergencia y hay cosas que ya están resueltas, pero estaría bueno que todo lo que es internación se pudiera resolver en una torre nueva, porque eso permitiría un modelo de internación más funcional, que ahorre más espacio y que sea más cómodo para los pacientes. Remodelar el edificio actual nos va a llevar varios años y sería bueno paralelamente armar una torre que en muy pocos años, quizá cuatro o cinco, pueda tener algunos pisos de internación acorde a estos tiempos y confort.
-La intendenta Carolina Cosse ofreció el antiguo Mercado Modelo para hacer un nuevo Clínicas, ¿qué le parece?
-Me parece muy bien. Esa zona es muy grande y ahora quedó vacía y está en una ubicación muy buena, con fácil acceso. Pero de alguna manera, hay que tener en cuenta que, esta manzana que ocupamos sobre Avenida Italia es la manzana de la salud, y están por aquí concentradas varias de las escuelas que forman profesionales: odontología, enfermería, tecnología médica, nutrición e incluso podría usarse la parte que nosotros dejemos libre de la Facultad de Medicina. Este es un buen lugar.
-¿Entonces el antiguo Mercado Modelo no es conveniente?
-En estos momentos cualquier propuesta que se apruebe nosotros la vamos a apoyar. Ya sea hacer un edificio nuevo en otro lugar, arreglar el que tenemos o hacer algunos arreglos y un edificio al lado. Cualquiera de ellas, la apoyaríamos. Lo que queremos es que lo antes posible se mejoren las condiciones de internación.
-¿Qué opina de lo propuesto por el presidente Luis Lacalle Pou, en cuanto a que se haga un acuerdo multipartidario para la remodelación del Clínicas?
-A partir de conversaciones que ha llevado adelante el rector (de la Universidad de la República), entendemos que todos los partidos están de acuerdo y apoyarían. No hemos encontrado resistencia al proyecto en ninguno. Esas gestiones las organiza él y nos parece que son importantes, porque este debe ser un proyecto de todo el país.
-Este miércoles hubo una manifestación del gremio del hospital, que sí se opone al proyecto de modernización. Ellos aseguran que usted “optó por embellecerlo” y que así “se le quita responsabilidad al gobierno de dotar de presupuesto” al Clínicas. ¿Qué opina de esto?
-Esta dirección, por ejemplo, lo primero que hizo fue arreglar el piso 16, en donde se hacen los partos, que tenía los baños en condiciones inhumanas. Arreglamos desde salas de internación, para que haya un sillón donde puedan dormir los acompañantes. Pusimos iluminación nocturna, calefacción y mesitas para comer. Estamos hablando de cosas básicas. Esto no es embellecer el hospital. La belleza tiene que ir de la mano de la asistencia. Es decir, si yo puedo tener los jardines plantados con flores, ¿por qué los voy a tener descuidados? ¿Por qué no me voy a ocupar de lavar los vidrios? Esto es cuidar la dignidad del paciente. Esto es pensar en las personas. El cuidado de esas cosas no debería llevar a consideraciones despectivas. Uno puede estar peleando por un hospital mejor y pedir más dinero, pero tiene que demostrar que hace todo lo que está en sus manos para mejorar. También es importante demostrar que lo público es viable, porque esa es la gran pregunta que todos nos hacemos. Yo creo que la conducción actual del Hospital de Clínicas está convencida de que lo público sí es viable y que un hospital universitario de excelencia es la mejor solución, pero no todo el mundo está convencido de eso, hay mucha gente que pensaba que el Clínicas ya no tenía solución. Mucha gente, incluso entre los que estaban dentro del propio hospital, había perdido la esperanza. Nosotros hemos trabajado con un equipo grande de personas durante este año y medio con la misión de demostrar que podíamos hacer mucho más con lo que teníamos.
"Hay gente que no entiende que existen motivaciones más allá de lo político”.
"Supe de las críticas, pero en los ocho años que dirigí el Maciel intenté darlo todo”.
-¿Entonces cree que su dirección le devolvió la esperanza al Clínicas?
-Se juntaron varias cosas para que esto fuera así. Nosotros tenemos que ganar la confianza de los uruguayos y no del poder político, porque muchos uruguayos se preguntaban si estaba bien invertir en el Clínicas. Creo que la habilitación del vacunatorio aquí fue una demostración de que sí hay que hacerlo, porque es un lugar al que apostar. Ahí nos conquistamos a la población. Creo que empequeñecer estas cosas o considerarlas un “embellecimiento”, de forma despectiva, es seguir mirando las cosas desde la cara incorrecta. Esa no es la visión que hoy está primando en el hospital. Y eso no quiere decir que nosotros no vayamos a pedir más dinero.
-En entrevista con El Observador, el actual director del Hospital Maciel, Aníbal Dutra, dijo que su gestión en ese hospital “estaba bien desde el punto de vista mediático”, pero que se encontró con “procesos irregulares” como la no acreditación de licencias porque “recursos humanos era una oficina que no estaba cumpliendo las funciones y eso le hacía perder dinero al Estado”. ¿Qué contesta a esto?
-Confieso que me avisaron que había salido ese titular y preferí no leerlo. Fui director de ese hospital por ocho años y traté de darlo todo en ese tiempo y hacer todo lo posible para trabajar de la mejor manera. Es un hospital que yo amo, porque trabajé ahí desde que me recibí y sigo yendo a operar de urgencia cuando es necesario. Mi vínculo afectivo no lo pierdo, pero me parece que hubo un tiempo para que trabajara allí y que tengo que lograr de alguna manera desvincularme mentalmente para poder concentrarme en el Clínicas. Hay gente que no tiene motivaciones para hacer las cosas y no entiende que haya motivaciones más allá de lo político.
-Dutra también hablaba de que usted hizo campaña política a través de la dirección del Maciel, ¿cree que ahora también se lo ve haciendo campaña, pero en el Clínicas?
-Yo me presenté a las elecciones departamentales y creo que no es delito hacerlo si uno cree que puede hacer algo para cambiar la ciudad. Me presenté para ser intendente de Montevideo, no es que yo haya querido dedicarme a la política, de hecho no gané las elecciones y volví a lo que siempre había hecho.
-¿Hoy no se quiere dedicar a la política?
-No. Trabajar en el Clínicas en un proyecto serio, no me va a llevar menos de 10 años y acabo de cumplir 59. Dentro de diez años voy a tener una edad con la que creo que uno tendría que dedicarse a cuidar a los nietos, aunque no quiero repetir frases de otros... (ríe). Cada cosa tiene su tiempo y el interés mío no era mediático. Creía que había muchas cosas que se podían hacer por Montevideo.
-¿Política, entonces, nunca más?
-Lo que es definitivo es mi voluntad y compromiso por 10 años en el Clínicas. Claro que esto depende de que me reelijan en tres años para poder mantener este lugar, pero siempre he pensado que las cosas llevan un tiempo y uno no puede estar cambiando de rol demasiado. Aquí hay todo un equipo humano de gente que se ha ido formando y yo les suelo pedir un pacto de sangre: no irse en menos de 10 años. Es ese un tiempo adecuado.
-¿Hoy qué tan cercano está a la vida política? ¿Pertenece al MPP?
-No tengo participación de ningún tipo porque creo que los directores de hospitales no deben tener actividad partidaria. No la tuve siendo director del Maciel y para las elecciones renuncié a mi cargo. Nunca tuve actividad partidaria siendo director y ahora no la tengo tampoco.
-¿Cómo evalúa la gestión de Cosse en Montevideo?
-Ese cambio de roles no lo puedo hacer. Lo máximo que puedo hacer es evaluarla como director del hospital. Tengo un imperativo o un cuidado, y es que cuando yo hablo habla el director del Hospital de Clínicas. Mientras esté acá tengo que saber que mi voz es la del director. No tengo la libertad que tiene un político. Pienso que uno tiene que ser muy cuidadoso porque cada cosa que diga va a beneficiar o perjudicar al hospital y a todo un proyecto. Como director diré que cada vez que hemos necesitado la colaboración de la Intendencia de Montevideo la hemos tenido y de manera inmediata.
-¿Y la gestión de Lacalle Pou durante la pandemia?
-Como director del hospital, desde un primer momento pregunté en qué podíamos ayudar y así se lo comuniqué a Daniel Salinas y a Leonardo Cipriani en la primera reunión que tuve con ellos. Cuando vimos que se necesitaba lugar para un vacunatorio, levantamos la mano. Y el del Clínicas se convirtió en uno de los principales vacunatorios del país. El Uruguay en su conjunto logró salir de todo esto de la mejor manera y se consiguieron muy buenos resultados en vacunación, con una buena campaña y una planificación logística que es para aplaudir.
-¿Eso es mérito del gobierno o de los uruguayos?
-Por supuesto que todos los méritos del gobierno son de los uruguayos, pero las medidas que se tomaron con respecto a la vacunación estuvieron bien.
Solo el 30% del clínicas “está bien”
-Usted mencionó que el edificio es grande y que no se usa toda la estructura. ¿Qué tamaño debería tener?
-Lo que está bien es un 30%, aproximadamente. Este hospital está pensado para tener unas 1.000 camas y actualmente tiene 240 funcionando. Hoy el país no necesita un hospital de más de 350 camas. Ese es el número que debería tener el Clínicas hoy.
-¿No lo necesita por cuestiones demográficas, por cómo se atiende la salud hoy o por la cantidad de usuarios de salud pública?
-Porque cuando se pensó en su creación los hospitales del interior prácticamente no existían. Hoy hay un sistema de salud que hace que se traten de resolver las cosas en los hospitales departamentales y vienen a la capital algunos pocos pacientes. Vienen solo los casos que no pudieron ser resueltos allí. El Clínicas se hizo pensando que todos iban a venir para acá. Cuando surge el hospital había solo dos más en el sector público: Maciel y Vilardebó. Por eso hay que ajustar la idea a esta nueva situación. Lo otro que cambió fueron los tiempos de internación. Lo habitual era estar varios meses y ahora se interna a los pacientes, generalmente, por menos de 10 días.