SE APELA AL "JUICIO CLÍNICO" DE MÉDICOS
Mónica Pujadas, epidemióloga y pediatra integrante del GACH, dijo que sus colegas deben “hacer un equilibrio y actuar con sensatez” a la hora de solicitar o no un hisopado.
El invierno siempre viene acompañado de lagripe estacional y de un resfrío que es el esperable para esta época del año; pero ahora, en plena pandemia por el coronavirus, esto es suficiente para que se determine un caso sospechoso y un médico ordene la realización de un hisopado. Y es algo que está pasando cada vez más con los más chicos.
“Lo que ocurre es que los niños suelen tener infecciones respiratorias. Y por lo clínico es muy difícil diferencial un virus estacional común al COVID-19. La presentación clínica puede ser exactamente la misma. En lo que va a haber una diferencia es en lo epidemiológico. Uno como pediatra pone en la balanza si los padres o los que lo cuidan están vacunados, si esas personas no han tenido contacto estrecho con enfermos y cuánto se cuidan; ahí es que cada uno puede decidir para cada caso particular si hisopar o no al niño”, explicó a El País la pediatra Catalina Pírez.
Esa decisión no se toma de la misma manera con los adultos. Según dijo Pírez, los niños son menos propensos a contagiarse el nuevo virus, por lo tanto, “no hay una recomendación unánime, sino que depende de cada situación”.
En abril del año pasado el Ministerio de Salud Pública (MSP) emitió una serie de recomendaciones pediátricas para niños sospechosos de tener COVID-19. Allí se sugiere “utilizar el juicio clínico para determinar la necesidad de realizar test diagnósticos” del virus. Ese juicio dependerá de tres factores, según los pediatras del MSP: la epidemiología local, la presencia de síntomas y el contacto directo con un caso positivo.
En este sentido, Mónica Pujadas, epidemióloga y pediatra integrante del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) elevó un documento de actualización a esas recomendaciones al MSP, el que probablemente se emita en los próximos días. Pujadas dijo que sus colegas deben “hacer un equilibrio y actuar con sensatez” a la hora de solicitar o no un hisopado.
“Los niños, en especial en estas épocas, suelen cursar frecuentemente resfríos. Pero, por otra parte, es importante no dejar de diagnosticar infección por SARS-COV 2. Y hay que seguir descartando las otras causas de infección”, subrayó. Con una circulación del virus alta como la de ahora, es más probable hoy que si un niño tiene tos sea en realidad por COVID-19, añadió.
La profesora de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de le República, Susana Cabrera, enfatizó en que se ha vuelto cada vez más común no identificar el “caso índice” o la persona de la cual alguien se contagia. A partir de esto, remarcó que más allá de que se trate de niños, ante la duda la mejor decisión es hacer el test. “En el muy largo plazo, cuando esto se transforme en una enfermedad que no presente casos graves podríamos dejar de hisopar, tanto a niños como adultos”, sostiene en tanto Pírez.
Según Cabrera, es cierto que con el invierno aumentan las infecciones respiratorias y, por lo tanto, están aumentando los hisopados para detectar la presencia o no de SARS-COV 2. En última instancia, según la infectóloga, esto afecta el porcentaje de positividad incluido en los reportes diarios del Sistema Nacional de Emergencia (Sinae) que se achica con un denominador mayor. Por lo tanto, advirtió que “es importante entender que la positividad podría ser más alta en otra época del año”.