Aumentan los casos de sífilis en embarazadas y recién nacidos

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Mujer embarazada se atiende con una médica.
Mujer embarazada se atiende con una médica.
Foto: Canva

PREOCUPACIÓN 

El año pasado cerró con la incidencia más alta en 10 años para mujeres embarazadas que se atienden en el Hospital Pereira Rossell.

Los casos de niños recién nacidos con sífiliscongénita, que se transmite a través de la placenta, vienen en aumento en el Hospital Pereira Rossell. La situación “es grave” y preocupa a los especialistas. En 2020, la tasa fue de 11 cada mil recién nacidos vivos; en 2021 subió a 13,7 y en el primer semestre de 2022 los casos -aún no hay tasa- siguen subiendo. El tratamiento -de una a tres dosis de penicilina- es accesible y efectivo, y está disponible en los centros de salud. Sin embargo, los contagios continúan.

“No tenemos la tasa de 2022, porque es anual, pero los números de recién nacidos tratados por sífilis en el primer semestre casi que equiparan a los de 2020. Nos preocupa mucho la situación”, afirmó la ginecóloga Soledad Bottaro, profesora adjunta de la clínica ginecotocológica del Pereira Rossell.

El neonatólogo Juan Pablo Gesuele, también del Pereira, planteó que este semestre “hubo un aumento de los niños tratados por sífilis y también más niños graves internados”. Explicó que todavía están midiendo el problema, pero es una realidad que ven en el hospital.

La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por una bacteria llamada Treponema pallidum, que si no se trata, puede llegar a afectar a todo el organismo. Su evolución es crónica, es decir, avanza en distintas fases; comienza con una llaga en la zona genital y puede llegar a una meningitis en los casos más graves. Es una enfermedad “tramposa”, porque también tiene una fase asintomática (ver recuadro).

Este incremento no es excepcional en Uruguay. Una reciente publicación de la Organización Panamericana de la Salud, de julio de 2022, plantea una “tendencia creciente de los casos de sífilis y sífilis congénita en la región de las Américas”. Se estima que 4,6 millones de personas tienen sífilis en la región, según la Revisión epidemiológica de la sífilis en las Américas, de diciembre de 2021.

En Uruguay, la percepción de los especialistas es de incremento y también de subregistro: “Todos los días tenemos una o dos pacientes con VDRL positivo (la prueba serológica para la sífilis)”, afirmó la ginecóloga, especializada en diagnóstico prenatal y medicina fetal. Con ese resultado, se hace una segunda prueba, que “estadísticamente suele confirmar el primer resultado”. Los médicos indican el tratamiento con este primer resultado.

¿Por qué el aumento? Bottaro tiene una hipótesis, pero no una certeza. “Coincide con la pandemia y es notorio que bajaron los controles, podría ser una explicación, pero no tengo una certeza”.

Gesuele añadió: “Hay un patrón claro del sistema público: embarazos sin control o poco control -algo que se acentuó con la pandemia- con reinfecciones altamente frecuentes”.

Cuando esta enfermedad afecta a mujeres embarazadas, si no hay tratamiento, la bacteria puede atravesar la placenta, infectar al feto y persistir en el recién nacido. Bottaro insiste en que “existe un tratamiento muy efectivo y accesible”.

La gravedad de las afecciones a nivel fetal depende del momento del embarazo en que se produce la infección. “Si no se trata, podemos llegar a tener casos de muerte fetal”. El análisis de estos datos aún está en proceso.

Gesuele planteó que este año no hubo ningún recién nacido fallecido por sífilis, pero sí un caso severo con consecuencias neurológicas graves. En 2020 murieron dos recién nacidos, confirmó el neonatólogo.

En este primer semestre de este año en el Pereira se registraron cuatro casos de “hidrops fetal” por sífilis, una acumulación de líquido fetal en distintas partes del organismo, que constituye una patología fetal grave. “No es lo que habitualmente vemos. Cuatro en un semestre, como ahora, nunca”, concluyó el especialista, que también es profesor adjunto en el centro hospitalario.

Esos cuatro niños evolucionaron bien porque fueron tratados en el hospital durante el embarazo de sus madres; tres ya nacieron, uno está por hacerlo, informaron.

El problema, plantearon ambos especialistas, es que muchas veces las parejas de las embarazadas con sífilis no se presentan para hacer el tratamiento. Como es una enfermedad de transmisión sexual, “la pareja también debe hacerlo”, destacó la especialista. “Si se tratan los dos, se curan los dos. Es muy frecuente que el varón no se presente, los invitamos, pero no vienen. Esto genera que le damos la penicilina a la paciente, pero vuelve a enfermarse”, dijo la ginecóloga.

Los médicos aconsejan el uso del preservativo, sobre todo, cuando el tratamiento se está realizando.

Embarazadas

En 2021, la incidencia de VDRL positivo en las embarazadas del hospital Pereira Rossell fue de 5,5 casos cada 100, de acuerdo a los controles que se realizan, registrados en el Sistema Informático Perinatal (SIP), en el que se sistematiza información médica de la mujer embarazada, el parto, el puerperio y el recién nacido. La incidencia viene creciendo y es la más alta registrada en el principal centro de maternidad del país en al menos los últimos 10 años. En 2010 hubo un pico de 4,4 cada 100. En 2018 fue de 3,1; en 2019 de 3,7; en 2020 de 4,3 y 2021 cerró con 5,5.

“Afecta sobre todo a la población más vulnerable, con menos acceso a los cuidados”, planteó la ginecóloga.

Los casos en MSP confirman un crecimiento a nivel nacional. En 2021 -el último año cerrado-, se confirmaron 3.924 casos de sífilis.

“Es un escenario grave. Tenemos que apuntar a prevenir”, apuntó Bottaro. El incremento de casos preocupa a la Facultad de Medicina de la Universidad de la República. Por eso resolvieron abordar el problema de manera interdisciplinaria, con ginecólogos, neonatólogos, infectólogos y medicina comunitaria.

El tratamiento es accesible y está disponible, hay penicilina benzatínica en el sistema de salud, confirmaron fuentes de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y de las mutualistas.

Síntomas

Los casos graves y el riesgo para el feto

Durante el embarazo, la bacteria de la sífilis puede engrosar la placenta y tener consecuencias en la circulación y alimentación del feto. En casos graves puede provocar acumulación de líquido en los diferentes órganos del feto, debajo de la piel, en los pulmones, en el abdomen, por ejemplo.

Otra consecuencia puede ser el aumento del tamaño del hígado o del bazo, afectar el crecimiento fetal, detalló la ginecóloga Bottaro e insistió en que esta enfermedad “por suerte” tiene un tratamiento.

Si la sífilis no se trató durante el embarazo, el niño puede nacer con ampollas en la piel y las dolencias incrementarse si la enfermedad avanza: sordera, problemas en la visión, deformaciones de los huesos, inflamación de los ganglios, meningitis, parálisis cerebral y hasta la muerte.

Enfermedad con tres fases y una trampa

La primera etapa de la sífilis implica una lesión, una llaga llamada chancro, “como una úlcera indolora” en los genitales.

Si no se trata, en una segunda fase aparecen erupciones rojizas en la piel, por ejemplo, en el tronco y en las plantas de los pies.

Después viene un período asintomático, “el paciente puede pensar que está bien, pero la enfermedad avanza si no se trata”, explicó la ginecóloga.

Si el paciente sigue sin tratarse, sigue la fase más grave: la infección puede llegar al hígado, al cerebro, los huesos.

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