PANDEMIA

Canelones es hoy el departamento que más preocupa en cuanto a la pandemia. Según los últimos números, tiene el valor más alto en la escala del índice de Harvard y los porcentajes más bajos en cobertura de vacunación. ¿Por qué está pasando esto?

Lo primero que se puede observar es que, en lo referido a las vacunas, según un comunicado difundido la semana pasada por la Dirección Departamental de Salud, Canelones presenta uno de los mayores porcentajes de personas menores de 12 años, que aún no están habilitadas a vacunarse (24%). Por lo tanto, la población “vacunable” es el 76%. El promedio nacional de menores de 12 es del 17% (muy parecido al de Montevideo que tiene un 18%). Con estas cifras, es claro que poder alcanzar un porcentaje muy alto de personas vacunadas se hace particularmente complejo para los canarios.

De todos modos, más allá de el porcentaje de menores, es cierto que las autoridades locales se enfrentan a un “núcleo duro” de personas que están determinadas a no recibir la vacuna contra el COVID-19, aunque sí podrían inocularse.

Según fuentes de la comuna, el gobierno departamental llegó a la conclusión de que ese “núcleo duro” se hace notar más en Canelones que en otros departamentos porque hay “mucha gente naturista que no cree en la vacunación, que vive en los balnearios del este, cercanos a la ruta Interbalnearia”. Es allí en donde se ubicaron la mayor cantidad de contagios en el depar-tamento durante las últimas semanas.

El propio intendente de Canelones, el frenteamplista Yamandú Orsi, dijo este martes en rueda de prensa que su departamento vive una “realidad muy compleja” y enfatizó que le “sorprende” la voluntad de las personas de no vacunarse en la comuna.

La semana que viene, según supo El País, se cerrarán de forma “momentánea” tres vacunatorios en el departamento por “falta de brazos”. Estos se suman a los siete cerrados la semana pasada por el mismo motivo.

“A pesar de todas las variables que podamos manejar, la conducta del individuo termina siendo el resumen de todo”, dijo a El País el director departamental de Salud de Canelones, Diego García. El jerarca explicó que actualmente no se registra ningún brote particularmente grande y que se espera que en los próximos días la cantidad de casos diarios “entren en una meseta” y comiencen a estabilizarse.

Según los datos del Sistema Nacional de Emergencia (Sinae), Canelones tuvo en los últimos días más de 35 casos diarios, cuando hace un mes estos solían ser menos de 20.

El País informó este lunes que el Ministerio de Salud Pública (MSP) lleva cuenta de 10 casos de la variante Delta que no tienen nexo con alguien que haya vuelto del exterior. Estos, según indicaron fuentes de la cartera, se distribuyen entre personas de Montevideo, Canelones y Paysandú.

En reuniones del Centro Coordinador de Emergencia Departamental (Cecoed) de Canelones se dijo, hace algunas semanas, que sería “esperable” que los casos de Delta se den allí por la cercanía con el aeropuerto.

Además, según supo El País, la Red de Atención Primaria (RAP) Metropolitana de ASSE, que funciona en buena parte del departamento, envió en los últimos días una serie de muestras positivas de COVID-19 al laboratorio del Hospital Maciel, con el fin de determinar si se trata de casos infectados con la variante india.

La sospecha de que el aumento de casos en las últimas semanas en Canelones se vincule a la circulación comunitaria de la variante Delta está presente en las autoridades departamentales. El propio Orsi dijo esta semana que está “un poco expectante” por saber si la cepa Delta “está o no está” allí.