SISTEMA SANITARIO
La saturación del CTI se había estimado para el 4 de abril, sin embargo, una nueva proyección indica que se alcanzaría el próximo martes.
La Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI) advirtió ayer que las proyecciones realizadas hace seis días por la organización han cambiado y el sistema sanitario llegaría al nivel rojo en cuidados intensivos antes de lo previsto.
En el relevamiento realizado el 21 de marzo, las 280 camas ocupadas por pacientes con COVID-19, es decir, el número que significa un desborde, estaba previsto que ocurriera el 4 de abril. Sin embargo, a partir de una nueva estimación realizada se proyectó que ese número se alcanzaría el próximo martes 30, si es que la tendencia se mantiene similar a la de los últimos días.
Ayer los datos con respecto a las unidades de cuidados intensivos establecieron que actualmente hay una ocupación de camas del 33,5% de pacientes con coronavirus y una ocupación total del 69,3%. Además, se dio la mayor cantidad de ingresos a CTI en un día desde el comienzo de la pandemia, con 43 pacientes en total.
Los expertos señalan que la ocupación por COVID-19 que equivale a un nivel de alerta se ubica en el 35%.
Julio Pontet, presidente de la SUMI, dijo a El País que el colapso “no solo va a ocurrir, sino que se va a adelantar”, y que actualmente en los CTI se vive un “clima de guerra”.
A partir de los datos de ayer, el Sindicato Médico del Uruguay junto a otras sociedades científicas, gremios y facultades vinculadas a la salud, presentaron un comunicado solicitando a toda la ciudadanía realizar una “reducción de la movilidad en su máxima expresión y el cierre de toda actividad no esencial”.
El comunicado también está dirigido al gobierno, específicamente solicitando que tome “medidas efectivas para disminuir la movilidad y el contacto” y así evitar la “catástrofe sanitaria inminente”. Según las agrupaciones médicas, “sin máximas medidas hoy, nos quedamos sin atención mañana”.
Diferentes médicos intensivistas consultados advierten que el colapso del sistema sanitario “está asegurado”. Según Pedro Alzugaray, encargado de la unidad de cuidados intensivos del Hospital Americano, eso “significa que va más gente de la que se puede atender, lo que hace que aumente la mortalidad tanto de pacientes con COVID-19 como los de otras patologías”. El especialista explica que “es un poco crudo pero es la realidad”.
Trabajar en CTI hoy.
Cansancio, presión, estrés y mucho trabajo. Así están viviendo la pandemia actualmente los médicos intensivistas de todo el país.
Pontet califica como “complicado” el hecho de “convivir con la muerte” porque “uno se sensibiliza”.
“La gente cree que los que trabajamos en la salud somos inmunes” a las emociones. Según explica, antes de la pandemia, cuando las familias podían ingresar a los CTI, lo “normal” era que ellos absorbieran el “dolor y la angustia” del paciente. Ahora, Pontet cree que “parte de ese dolor y esa angustia” la absorben los médicos porque la familia no está allí físicamente. “Te habla el paciente, te dice que está angustiado, que no se siente bien o que hoy no lo llamó nadie de su familia, y uno no puede darse vuelta e irse: se tiene que quedar y mirarlo a los ojos”, dice Pontet.
Por su parte, Alzugaray afirma que “la vocación de atender está y gracias a eso es que esto sale adelante, porque se pone un poquito más”. Además, los intensivistas, al igual que la mayoría del personal sanitario, afirman que la vacuna es “una luz de esperanza”.
Alzugaray sostiene que la situación actual se está “acomodando” porque el colapso todavía no ocurrió, pero “si las medias no impactan en los contagios y por ende en la cantidad de ingresos”, será necesario que el gobierno “tome disposiciones más estrictas”.
Actualmente hay pacientes internados en CTI que recibieron la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19. En este sentido, según explicó el encargado del CTI del Hospital Americano, ninguna de estas personas se internó diez días después de haber recibido la vacuna.
“Hoy las personas que ya se vacunaron y están en CTI son casos que empezaron la enfermedad el mismo día en que recibieron la dosis o al día siguiente, ya no estamos teniendo personas que ingresen a CTI varios días después de la vacunación”, explica Pedro Alzugaray.
Ese dato “da tranquilidad” según el especialista “porque significa que lo que informan las investigaciones (sobre el nivel de inmunidad para casos graves con la primera dosis) de la vacuna uno lo ve en la práctica”.
Alzugaray dice que “por eso es tan importa que la gente se vacune”, según él “el gran problema son los enfermos graves” y una vez que estos no se contagien “se acaba la enfermedad como problema, después va a ser una gripe” y simplemente“nos resfriaremos” durante dos o tres días.