COVID-19: ¿es igual la inmunidad que adquieren los vacunados y los infectados?

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Vacuna Pfizer. Foto: Leonardo Mainé

PANDEMIA

María Moreno dijo que "entre los infectados naturalmente existe una variedad muy grande de respuestas inmunes" y que también existen diferencias "entre vacunados con la misma vacuna".

Desde que se declaró la emergencia sanitaria el 13 de marzo de 2020 se han registrado 222.870 casos positivos de coronavirusen todo el país, de los cuales 194.964 ya se recuperaron. Asimismo más de un millón de personas fueron vacunadas con al menos una dosis de Pfizer, Sinovac o AstraZeneca. Todavía se discute durante cuánto tiempo se logra la inmunidad, pero la duda que surge es: ¿Es igual la inmunidad que adquieren los vacunados y los infectados?

Los expertos sostienen que existen diferencias entre la inmunidad artificial y la natural, entre los anticuerpos que genera el propio coronavirus y también por el que se desarrolla como consecuencia de las vacunas; pero también hay diferencias entre los propios vacunados y contagiados debido al sistema inmune de cada persona.

A medida que el virus se expande, se va replicando con errores que hacen variar sus componentes, incluso aquellos que ya reconocían los anticuerpos y que eran capaces de neutralizar. Esas nuevas variantes a veces son más transmisibles, más letales y hasta pueden llegar a hacer perder efectividad a las vacunas. 

María Moreno, de la Comisión Nacional Asesora de Vacunas del Ministerio de Salud Pública (MSP), detalló a El País que "no es igual" la inmunidad que se genera "ni entre vacunados con distintas vacunas".

Asimismo dijo que tampoco es la misma "ni los vacunados con respecto a la infección natural".

En ese sentido, Moreno explicó que "entre los infectados naturalmente existe una variedad muy grande de respuestas inmunes" y que "también entre vacunados con la misma vacuna, existen diferencias dadas por diferencias del sistema inmune de los vacunados".

Por su parte Álvaro Galiana, infectólogo y director del hospital pediátrico del Pereira Rossell, coincidió con Moreno en que "no es igual" la inmunidad, pero sostuvo que "no está clara la diferencia".

"De hecho la enfermedad no genera en algunos casos buena respuesta inmunitaria y por eso nosotros recomendamos, aún después de haber cursado la enfermedad, dejar pasar tres meses y recibir la vacuna. Aparentemente, pero es algo que aún no está claro, la inmunidad en algunos casos vinculados a la enfermedad es de corta duración y por eso igual es recomendable la vacuna", explicó.

El especialista señaló que "en otras enfermedades en general vinculadas a las vacunas, si tu tuviste la enfermedad en forma natural, después no precisás la vacuna". Esto ocurre por ejemplo con el sarampión o la varicela.

Sin embargo, aclaró: "Pero en este caso se ha visto que la duración de la inmunidad post infección del COVID-19 puede ser baja. Por eso se recomienda agregar además la vacuna".

Galiana dijo que "estas son cosas relativamente nuevas, porque la enfermedad es relativamente nueva" y por lo tanto "se está estudiando".

"Entre mediados y fines de 2020 se planteaba que en principio no iba a ser necesario vacunar a las personas que habían estado enfermas. Después se vio que no. Primero se dijo seis meses, ahora tres", detalló.

"En realidad lo que hemos visto es que no es algo homogéneo: hay personas que responden más, personas que responden menos. Entonces ante la duda igual se sugiere vacunar. Tampoco sabemos exactamente la calidad de la respuesta inmunitaria. Seguramente la enfermedad también genera un tipo de respuesta inmunitaria que llamamos inmunidad celular adecuada, pero tampoco es fácil de medir esa respuesta de inmunidad celular. Entonces ante la duda se prefiere vacunar", añadió.

El País informó el pasado 18 de abril que la ciencia aún desconoce qué niveles de anticuerpos son necesarios para estar protegido.

Gualberto González, profesor de Inmunología e integrante de la comisión ad hoc de vacunas, explicó: "Los estudios clínicos de fase III a seis meses de la segunda dosis muestran para las vacunas de mRNA (como Pfizer o Moderna) una persistencia similar en los niveles de anticuerpos a la obtenida para la infección natural, pero con niveles más altos y menos heterogéneos entre individuos".

"La duración de la protección con estas vacunas también se refleja en estudios recientes que muestran altos niveles de eficacia (91,3%) para la vacuna de Pfizer a los seis meses de su aplicación", sumó.

Un informe de la Organización Mundial de la Salud sobre la vacuna de Pfizer-BioNTech de enero de 2021 revela que la cantidad de anticuerpos generados por las personas que recibieron dos dosis de 30 microgramos eran entre 1,7 y 4,6 veces más en relación a muestras de personas que habían pasado la enfermedad en personas entre 18 y 55 años.

Para González, cuanto mayor sea la permanencia de los anticuerpos "más tiempo estaremos protegidos a nivel individual, y más fácil será construir la 'inmunidad de rebaño'".

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