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Crecen los juicios contra el MSP por tratamiento que Salinas anunció, pero la cartera todavía no paga

Mutualistas cobran hasta US$ 40.000 por embolización de aneurismas; recursos de amparo están limitados a casos no urgentes, los otros deben abonar sí o sí por la práctica.

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Ministerio de Salud Publica
Hace 30 meses que las partes involucradas no se ponen de acuerdo y la esperada noticia para los pacientes sigue aún sin llegar.
Foto: Estefanía Leal

Pacientes deben pagar hasta US$ 40.000 -en muchos casos de un día para otro- para acceder a una embolización de aneurisma cerebral, un tratamiento endovascular que el Ministerio de Salud Pública (MSP) anunció hace dos años que el Fondo Nacional de Recursos (FNR) lo incorporaría a sus prestaciones, pero esto aún no sucedió.

Al debilitarse los vasos sanguíneos, se produce un bulto. Este se llama aneurisma y genera desde dolor de cabeza a vómitos por la presión en el tejido cerebral. El riesgo está en que el aneurisma se rompa, ya que un sangrado puede derivar en un derrame y la muerte. Este globo en una arteria cerebral se identifica en jóvenes y adultos.

El prestigioso neurocirujano uruguayo Roberto Crosa, profesor en la Universidad de Carolina del Sur (EE.UU.), puntualizó a El País que la ruptura de un aneurisma cerebral es uno de los cuadros neurológicos “más graves” que existen.

Para evitar eso, se realiza la embolización, una técnica no invasiva, pero que cuesta miles de dólares porque no está en la canasta de prestaciones (PIAS). Otra opción es abrir el cráneo, un tratamiento invasivo y además riesgoso. La embolización supone ingresar con un catéter, que navega desde la ingle al cerebro. Con el tubo se llega hasta el aneurisma y se lo rellena con espirales blandos de metal (coils) para cortar así el flujo de sangre que genera bulto.

Crosa, que realiza embolizaciones en una mutualista, subrayó que mientras un tratamiento supone “separar los lóbulos del cerebro” tras abrir la cabeza, la embolización es “una punción de dos milímetros, sin tocar el cerebro”, que es “recomendada por todas las guías internacionales”.

El procedimiento, que se puede realizar en media hora, a veces se puede hacer tiempo después de identificar el aneurisma, pero en otros casos se requiere en menos de 24 horas porque si no el paciente puede morir.

Es justamente en este momento que muchas personas desembolsan, en varios casos mediante cuotas al prestador, cuantiosas sumas, confirmó El País con pacientes.

Dependiendo el grado de la hemorragia por el aneurisma roto y el estado clínico del paciente, la mortalidad oscila entre 30% y 50%. La sangre circulando por las arterias tiene beneficios, pero una vez que baña el cerebro “se comporta como un ácido”, puntualizó Crosa.

Quirófano preparado para una cirugía
Quirófano preparado para una cirugía
Foto: Pixabay

Costos

En aquellos casos que se halla un aneurisma, la embolización si bien no se requiere para las primeras horas, tampoco deja de ser urgente ya que no se puede saber cuándo podría explotar. Lo incluido en el PIAS (gratis) es operar a “cielo abierto”, abrir la cabeza, algo que hoy no se suele recomendar.

Esto deriva a que casi la única manera que tienen los usuarios de acceder a la embolización es con un recurso de amparo. Un proceso engorroso, que lleva días y que a veces es la única opción ante el precio de la técnica, que oscila entre los 10.000 dólares y 40.000 dólares.

El abogado Juan Ceretta, docente del Consultorio Jurídico de la Udelar, dijo a El País que desde ese ámbito han presentado “muchos amparos en los últimos tiempos”, que se suman a las demandas particulares. El País constató en varios juzgados el recurrente pedido para acceder a este procedimiento.

“Los recursos casi todos los gana el paciente. El problema es que puede ir solo un paciente que no tiene un aneurisma roto” -porque de tenerlo la operación debe hacerse de urgencia-, los que suman unos 300 al año, agregó Crosa, exvicepresidente de la Sociedad Uruguaya de Neurocirugía, que ya en 2017 reclamaba sumar la embolización al PIAS.

“Se le solicita que el paciente se haga cargo económicamente del tratamiento, provocando un desequilibrio en la equidad al momento del acceso”, apuntaba la sociedad en una carta de 2017, dirigida al exministro Jorge Basso.

Varias mutualistas y seguros médicos hoy realizan la embolización con un alto costo que debe abonar el paciente. También se efectúa en hospitales públicos de Montevideo y el interior. La Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) solo financia urgencias, que se suelen derivan a centros privados.

Tanto en casos de aneurismas cerebrales como en malformaciones arteriovenosas (MAV), se sugiere la embolización. Crosa dijo que según varios estudios internacionales “entre 2% y 5%” de la población mundial presenta aneurismas, sin contar aquellos casos con malformaciones, que requieren más de una embolización.

El neurólogo y exministro Daniel Salinas impulsó bajo su gestión la inclusión de la embolización a las prestaciones del FNR. En octubre de 2022 se anunció que desde febrero de 2023 se concretaría.

Fuentes del MSP dijeron a El País que “no tuvo luz verde de inmediato” porque el FNR, la Junta Nacional de Salud, el Ministerio de Economía y los prestadores estaban “negociando” el costo. Hasta marzo de 2023, cuando se retiró Salinas, llevaban 18 meses de intercambios, según supo El País.

Ahora ya van 30 meses. “Estamos cerca”, dijo a El País una alta fuente ministerial. En noviembre pasado la ministra Karina Rando dijo que “en la primera mitad de 2024 se sumará el financiamiento del tratamiento del ACV hemorrágico”, o sea la embolización.

Asuncion de Karina Rando como Ministra de Salud
Karina Rando reemplazó a Daniel Salinas como Ministra de Salud Pública.
Foto: Leonardo Mainé

Patología que impacta también en los menores

A Marcelo, cuando tenía 11 años -hoy tiene 18-, le hallaron una malformación arteriovenosa. Primero tuvo decaimiento, fuerte dolor de cabeza y en una angiografía, tras varias consultas, dieron con lo que tenía. La primera embolización costó US$ 8.000 y la familia la pagó tras hacer rifas en el barrio en el que viven, contó su madre a El País. Luego requirió más embolizaciones, a las que accedieron a través de un recurso de amparo. A otro joven, Miguel, que vive en el interior, cuando tenía 18 años, en 2020, le detectaron una malformación arteriovenosa. El tratamiento de por vida, que ya incluyó cuatro embolizaciones, lo obtuvo mediante un amparo.

TÉCNICA COSTOSA

"La plata o la vida”; la “odisea” de pacientes

Gabriela Suárez, presidenta de la Asociación de Personas con Enfermedades Cerebrovasculares (Apecv), señaló a El País que es “una odisea” el proceso que viven los pacientes que requieren la embolización.

Entre los que necesitan la técnica urgentemente, el planteo desde varios prestadores es “la plata o la vida”, aseguró Suárez. “Deben ir con US$ 10.000, US$ 15.000, o más” para tratarse, o “firmar un conforme” con cuotas “altísimas”. Algunos “venden sus cosas” para pagar.

Para aquellos que cuentan con más tiempo, “es cruel” atravesar recursos de amparo, acotó. El País recogió testimonios de pacientes, de diferentes edades, prestadores y zonas del país, que van en la misma línea de lo que ella plantea.

A María, una mujer adulta, hace poco le hallaron un aneurisma. En su prestador médico le indicaron que el costo del tratamiento ascendía a unos US$ 40.000. Desde su entorno, entonces, resolvieron iniciar un recurso de amparo.

Otra mujer, Ana, reclamó a la Justicia luego de “varios años” de padecer “fuertes dolores de cabeza”, y otras dolencias. Padece un aneurisma que de no tratarlo lo antes posible “puede llevar a secuelas graves e incluso la muerte”, indica un escrito al que accedió El País.

“Se debe realizar tratamiento a la brevedad por el riesgo de rotura y sangrado”, declaró un médico. El juez de lo Contencioso Administrativo Javier Gandini condenó al MSP a cumplir la técnica en 24 horas.

Este tipo de fallos, como otros, se multiplican en los juzgados de lo Contencioso Administrativo y lo Civil, confirmó a El País el abogado Ceretta.

Hay quienes no acudieron al recurso de amparo por desconocer el mecanismo que suele ser utilizado para obtener fármacos de alto costo.

Juan, un hombre adulto, contó que logró acordar con su prestador médico el pago en cuotas de parte de $ 500.000 que le cobraron por una embolización. Por su cuadro clínico, ahora requiere otra intervención y prepara un amparo.

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