PANDEMIA

GACH fue una de las siglas más utilizadas en este año y tres meses de pandemia. La voz de los científicos, quizá como nunca en la historia del Uruguay, tuvo un peso más que preponderante durante este tiempo de emergencia sanitaria. Cuando el Grupo Asesor Científico Honorario nació, allá por abril del año pasado, las preguntas sobre el nuevo virus que continúa azotando al mundo eran muchas más que ahora, y las certezas aparecían a cuentagotas. Eran tiempos sin vacunas y sin una proyección clara de lo que podría llegar a suceder.

El GACH, un grupo independiente y que quiso ser apolítico y apartidario, trabajó por sacar del camino las discusiones del día a día, aquellas que colocaban de un lado al oficialismo -y su defensa de la libertad responsable- y a la oposición y los sindicatos -que por momentos bregaron por la cuarentena obligatoria. El cuidado de que la política no lo manchara todo fue uno de los grandes desvelos de la tríada formada por Rafael Radi, Henry Cohen y Fernando Paganini, que debieron limar asperezas a la interna y emitir hacia el afuera mensajes lo más conciliadores posible. Lo siguieron haciendo, incluso, en momento en que sus recomendaciones no tuvieron eco en las medidas tomadas por el gobierno.

El abanico político ha hecho notar en estas últimas horas que el GACH se va por la puerta grande; así lo han expresado desde la coalición de gobierno y también en el Frente Amplio. Y eso es así aunque la pandemia todavía acecha. A pesar de que los contagios, pacientes en CTI y muertes vienen bajando, aún siguen siendo muchos.

Aquí, 10 hitos en la vida del GACH, los que componen la historia de cómo los científicos tuvieron una voz destacada en medio de una de las peores crisis mundiales.

Luego de una convocatoria realizada por la Presidencia de la República, nace el GACH. El grupo nuclea a más de 50 científicos de todas las ramas que se encargan de analizar la marcha de la pandemia, teniendo en cuenta la amplia bibliografía internacional, la que se va desarrollando en tiempo real. La coordinación queda a cargo de Radi, Cohen y Paganini, quienes cada miércoles se reúnen con representantes del gobierno, y muchas veces con el presidente Luis Lacalle Pou. Los grupos de trabajo generan documentos que luego se traducen en recomendaciones al Poder Ejecutivo.

En una primera conferencia de prensa, los coordinadores presentan los objetivos del GACH, centrados en el asesoramiento científico a la Presidencia de la República. Dicen que para esa fecha la enfermedad está “realmente controlada” en Uruguay. Radi utiliza la siguiente metáfora: “Es como estar jugando un partido en La Paz a 4.000 metros y estamos aguantando el 0-0. Estamos bastante contentos, pero nos pueden golear en tres minutos. Esa es la mentalidad que tenemos que tener y no aflojar en las medidas”.

“Seguimos 0 a 0, pero estamos sufriendo algunos embates del equipo adversario; tenemos buena defensa y buen golero pero no somos imbatibles”, dice Radi ese día, utilizando una vez más una metáfora futbolística. En una nueva conferencia de los tres coordinadores del GACH se anuncia que se realizarán estudios de anticuerpos, un secuenciado genético de los brotes y un mapa de cepas, herramientas que luego sirvieron para detectar la presencia de la P1 en Uruguay.

En una nueva conferencia, el GACH advierte que “es crucial llegar a diciembre en mejores condiciones”. Un día antes se habían registrado 49 casos nuevos, cinco personas en el CTI y ningún muerto. El grupo, en ese entonces, estaba trabajando en pautas para retomar la presencialidad plena en la educación.

Ramón Méndez, quien fuera jefe de campaña de Daniel Martínez y director de Energía en el gobierno de José Mujica, critica la actuación de los integrantes del GACH a través de un audio de WhatsApp que se viraliza en pocas horas. En el audio, Méndez acusa al grupo de estar “haciéndole los deberes al gobierno” y asegura que se oculta “lo que realmente está pasando”, según recoge el semanario Búsqueda en ese entonces. Tanto desde el oficialismo como desde el Frente Amplio salen distintos actores a apoyar al GACH. No fue la última acusación de sesgo político que tuvo el grupo de científicos. De hecho, en julio de 2021 la legisladora nacionalista Graciela Bianchi dirá a El País que “el 90% del GACH es del FA”.

El GACH advierte que el sistema de testeo y rastreo utilizado por el MSP es “insuficiente”, que la saturación de camas de CTI es cuestión de tiempo y pronostica 1.200 positivos para fin de año -cifra a la que no se llega en ese entonces, pero sí una semanas más tarde. Un día antes el informe del Sinae registraba 400 casos positivos y el aumento venía siendo exponencial. El mismo día, el presidente Lacalle Pou hace una conferencia de prensa en la que anuncia varias medidas: limitación del derecho a reunión, suspensión de ingresos al país, una baja del 50% en el aforo de los ómnibus interdepartamentales, cancelación de los espectáculos públicos, instar a un máximo de 10 personas en las fiestas de fin de año, bajar a 30% la capacidad de los gimnasios y multas por no usar tapabocas en ciertas ocasiones. Sin embargo, muchas medidas que habían sido recomendadas por el GACH en un documento público no fueron tomadas en cuenta, como la creación de incentivos para que el teletrabajo se implementara de forma más masiva en el ámbito privado, o cambiar la definición de contacto positivo, considerando también a los convivientes de la persona que había tenido contacto con otra positiva.

En una extensa entrevista en Telemundo (Canal 12), Radi llama a “blindar abril”, para evitar que sigan creciendo los casos. Ese día se habían registrado 2.702 positivos y 53 muertes. También reclama medidas más amplias de reducción de la movilidad. Allí hace referencia a un documento del grupo del 7 de febrero que advertía, por ejemplo, la necesidad de limitar el tiempo en bares y restaurantes, suspender los torneos profesionales deportivos y restricciones “más estrictas” para el ingreso a El País.

En una entrevista con Telenoche (Canal 4), Cohen dice que “hay margen” para una mayor restricción de la movilidad, y recuerda que los matemáticos que son parte del equipo “a fin de año” pasado habían dicho que “esto podía pasar”, en referencia a la situación epidemiológica. El asesor del GACH añade que “el sistema de salud está comprometido seriamente” y que “lamentablemente el control de la situación es muchísimo más difícil que antes”. Y añade: “Dar vuelta esto no va a ser fácil”.

El País informa sobre el malestar de algunos integrantes del GACHtras declaraciones hechas por el presidente Lacalle Pou en Subrayado (Canal 10). Allí el mandatario había dicho que se habían tomado 24,5 de las 27 recomendaciones realizadas por el grupo. Fuentes del GACH dicen que se está “faltando a la verdad” y “tergiversando datos”.

Tras una reunión en la Torre Ejecutiva entre el presidente de la República y los tres coordinadores del GACH, se decide el fin del grupo. Quedará, sin embargo, un “teléfono rojo” activo para consultas. Al mismo tiempo se prepara para dentro de unas semanas un homenaje, en forma de agradecimiento por el trabajo realizado.