Ayer se conmemoró el Día Mundial del Cáncer. La enfermedad es la segunda causa de muerte en Uruguay, que solo en 2022 se cobró unas 8.000 vidas. Una de cada cinco personas desarrolla cáncer a lo largo de su vida, graficó Naciones Unidas. El panorama global no es auspicioso tras las últimas estimaciones del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), que prevé 35 millones de nuevos casos para 2050. El País entrevistó a Yéssika Moreno, directora de Asuntos Médicos para América Latina del laboratorio Pfizer, quien desde México planteó la importancia de brindar fármacos “puntuales para el paciente y su tumor”.
-Las últimas estimaciones de Naciones Unidas marcan un aumento de 77% de casos de cáncer entre 2022 y 2050. ¿Es posible revertir esa tendencia?
-Alrededor del 40% de los cánceres son prevenibles. Quiero ser optimista y decirle que esta tendencia la podemos revertir si tomamos acciones todos los actores involucrados, de manera inmediata.
-¿Qué medidas serían las más efectivas para prevenir los casos de cáncer?
-No puedo saber cuáles son los síntomas de alerta de un padecimiento que no conozco. Por eso creo que la educación de la población en general es el factor más importante. Dentro de ella, debemos incluir algunos detalles que nos van a ayudar a prevenir.
-¿A qué aspectos se refiere?
-Estilos de vida saludables. Esto es una dieta sana y evitar comidas procesadas, altas cantidades de azúcar y sal. También hacer ejercicio, que no es correr maratones, sino 30 minutos de caminata por día. Fumar es otro factor de riesgo altísimo, y la población en general cree que únicamente para el cáncer de pulmón, pero no, también lo es para el cáncer de lengua, piel y garganta. Además cuidar el peso, porque la obesidad es una puerta de entrada a cualquier tipo de enfermedad. Y un factor, que en Latinoamérica estamos muy mal acostumbrados, es que vamos al médico únicamente cuando estamos enfermos. La prevención siempre va a ser más barato que curar. El chequeo médico anual debería ser una práctica que todos hagamos.
-Vinculado con los tratamientos contra el cáncer. ¿Hubo cambios significativos en los últimos años?
-Muchísimos cambios. Más del 40% de lo que invierte Pfizer en Investigación y Desarrollo está enfocado en el área de Oncología. Hoy en día hablamos de Medicina de Precisión.
-¿Qué implica ese enfoque?
-Al analizar hoy un tumor profundizamos en su histología, las mutaciones que existen allí, en el aspecto biológico del tumor per se. Ya no hablamos, por ejemplo, de un cáncer de pulmón, sino de este cáncer con nombre y apellido: EGFR mutado o ROS1.
-¿Cómo cambia el abordaje en el terreno con esta mirada?
-Cuando conocemos al detalle la identidad de ese tumor, podemos a nivel de la industria farmacéutica desarrollar medicamentos puntuales para estos cambios o mutaciones que tiene un tumor. Ya no es un medicamento para todo el mundo. No es que el cáncer de pulmón se trata con esto y es igual para todo el mundo. Hoy podemos decir que para un tipo de tumor, con ciertas mutaciones y características, hay un tratamiento específico para determinado paciente y su tumor.
-¿Esto permite una mejor calidad de vida para el paciente?
-La probabilidad de éxito de un tratamiento depende la etapa en la que se diagnostique el cáncer. Si es en etapas tardías, como la enorme mayoría de casos en Latinoamérica, la posibilidad de éxito del tratamiento, y de sobrevida del paciente, es mucho más baja. No obstante, si se diagnostica en etapas tempranas, la posibilidad de que el paciente viva, e incluso se cure, es más alta. El tiempo es vida, no se puede tardar mucho tiempo en implementar un tratamiento o hacer el diagnóstico, porque eso puede costarle la vida al paciente.
-¿Qué cambia en el consultorio con la Medicina de Precisión?
-Es importante que cuando el médico haga el diagnóstico de un tumor específico, se desarrolle un panel biológico para determinar las mutaciones. No podemos quedarnos con que es un cáncer colorrectal. Necesitamos definir qué mutaciones tiene, y esos son análisis que se le hacen a la biopsia.
-¿Un testeo molecular?
-Si, se hace a nivel del tejido del tumor que se retira del paciente. En algunos casos, inclusive, se puede hacer con una muestra de sangre. Es importante que el médico cuando tenga una sospecha, haga un panel molecular y determine cuáles son los ‘apellidos adicionales’ que tiene el tumor, para definir específicamente cuál es el medicamento que más beneficia a su paciente. En la medida que seamos más específicos, ahorramos a largo plazo.
-¿En qué sentido?
-Se puede decir que el medicamento es de alto costo, pero si no se brinda esto hoy, qué otros costos están asociados. Por ejemplo, mayor hospitalización por más efectos secundarios de otros medicamentos, o por complicaciones adicionales del tumor. Si empezamos a analizar el costo integral del tratamiento del cáncer, y no cuánto cuesta tal medicamento, el abordaje puede ser diferente.
-¿Hay un acceso adecuado a nivel nacional de los tratamientos más avanzados?
-En Latinoamérica no tenemos presupuestos de países desarrollados, que pueden tener el top en todas las áreas terapéuticas. Sin embargo, con la voluntad de la industria farmacéutica, e inclusive de organizaciones de pacientes y diferentes gobiernos, esa posibilidad es cada vez mayor. Es generar conciencia de que prevenir es mucho más barato que tratar. Tener medicamentos enfocados a un tratamiento, es mucho más barato que darle lo mismo a todo el mundo.
-El cáncer es la segunda causa de muerte en Uruguay. ¿Cuáles son los principales desafíos que tiene el país?
-La pandemia impactó muchísimo en el retraso de los diagnósticos. El cáncer está aumentando en todo el mundo y Uruguay no es la diferencia. Promover el diagnóstico mucho más temprano es un factor que tenemos que tener todos presente. Y luego, cómo acortamos el tiempo para que el paciente acceda al tratamiento más adecuado y específico.
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