CORONAVIRUS
“No podemos ser la vergüenza de un país”, dijo el director de Salud del Departamento, y agregó: “Todo el país viene descendiendo en sus números, vamos al revés de lo que está pasando en el país”.
Durazno es el departamento “más anaranjado” del país y está al borde de ingresar a la zona roja de riesgo, según la escala que desarrolló la Universidad de Harvard.
Las autoridades del departamento se mostraron preocupadas por lo que sucede, criticaron el comportamiento de parte de la población y señalaron que se podrían endurecer las medidas en los próximos días si esta tendencia no se revierte.
El jueves, tras una reunión del Centro Coordinador de Emergencias Departamentales (Cecoed) local, el director de Salud del departamento, Luis Ayçaguer, dijo en conferencia de prensa que “las noticias son por demás lamentables para Durazno” y agregó: “En este momento estamos a la cabeza de todos los contagios del país, una situación por demás desagradable, no deseada, pero lamentablemente producida por la falta de concientización que hemos tenido los duraznenses en esta epidemia. Pasamos de ser el orgullo del país hace cuatro meses a estar en esta situación por demás lamentable”.
Además, dijo que para los que están “al frente de esta cruzada” encontrarse en esta situación los “avergüenza un poco”.
“Esto tiene que tomar consideración en la gente, hemos llegado a un punto que si no retrocedemos, se torna mucho más grave”, alertó el médico.
El índice de Harvard es un indicador creado por el Global Health Institute de Harvard que calcula la incidencia del coronavirus -ya sea en un país o en un departamento- en base a un promedio de casos nuevos en los últimos siete días. El cálculo se hace para un total de 100.00 habitantes. El indicador P7 muestra en cuatro colores la intensidad de la incidencia: verde se usa para valores entre cero y uno, amarillo para valores entre uno y diez, anaranjado entre diez y 25 y rojo si el valor es superior. Ayer Durazno estaba en 24,22, próximo a ingresar en la zona roja.
En el departamento hay al momento 142 casos activos, según los últimos datos del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae). Ayer se conocieron 13 contagios nuevos de la enfermedad.
Ayçaguer planteó que Durazno no es un destino de vacaciones, por lo que el alza de contagios no responde a visitantes que lleguen de otros departamentos sino a “una inconducta lamentable” de los locales.
“Esto ha llevado a que la gente no quiera venir a Durazno, es lo más increíble, porque consideran que es un centro de contagio muy importante”, sostuvo.
El jerarca dijo que hay falta de “solidaridad, de ética y de compañerismo”, lo que provocó la actual situación sanitaria. “Nos hemos encontrado que telefónicamente no contestan, y si contestan no quieren dar los contactos”, dijo sobre las personas a las que se llama por ser un caso positivo de COVID-19. “Si un positivo no da los contactos, andan en la calle y están contagiando, Esto ha llevado a esta situación”, remarcó.
“El problema es que la familia ha tomado esto como una gripecita, y se contagian entre ellos sin ningún tipo de problemas. Hay gente que se hisopa y de noche hace fiesta, el hisopado”, ejemplificó.
Ayçaguer dijo que está sobre la mesa la aplicación de “medidas más coercitivas” en los próximos días, para tratar de reducir los contagios, y añadió: “No es difícil que el gobierno en algún momento nos llame la atención”.
“No podemos ser la vergüenza de un país”, afirmó, y comentó: “Todo el país viene descendiendo en sus números, vamos al revés de lo que está pasando en el país”.