Las posibilidades de que el virus se haya originado en el mercado de Wuhan están latentes. Pese a que no se sabe con exactitud cuál fue el animal por el medio del cual se contagió el primer humano, sí se sabe que el virus podría provenir de un murciélago.

Pero lo que más pánico y caos ha generado es su rápida propagación. Una de las primera razones que mencionan los virólogos para explicarlo es que se trata de un virus nuevo. “El ser humano nunca había estado en contacto con ese patógeno y por lo tanto no tenía una respuesta inmune específica contra él”, explica el virólogo Santiago Mirazo, del laboratorio de virología de la Facultad de Ciencias. 

Una de las soluciones que más ha resonado en estos días para frenar la propagación es el distanciamiento social. La neumóloga Alejandra Rey lo explica así: “El virus entró y va contagiando. Si dejamos que eso se contagie, se contagie, se contagie sin crear aislamiento, todos vamos a estar enfermos en un tiempo”.

Seguramente en los últimos días también hayas oído hablar de "aplastar la curva", que es justamente el objetivo del distanciamiento social. Tal como explicaban los expertos, eso no implica que menos personas contraigan el virus sino que los casos aparezcan más distanciados en el tiempo. ¿La ventaja? No colapsar el sistema de salud.