Redacción El País
Una bebé de un mes y 23 días falleció este martes en Pueblo Zeballos, localidad ubicada en la zona rural de Paysandú, a 93 kilómetros de la capital departamental. Pasadas las 14.00 horas, la pequeña comenzó a sufrir dificultades respiratorias, hasta que dejó de respirar por completo, según relató su madre a las autoridades sanitarias del hospital.
En conferencia de prensa este miércoles, la directora del Hospital de Paysandú, Kalinska Crego, explicó que la bebé y su madre, oriundas de Rivera, habían llegado a Zeballos de visita el día de ayer. Pasadas las 15.00 horas, la familia llamó al 9.1.1 para solicitar asistencia y poco después un patrullero que llegó al lugar trasladó a la bebé con su madre hasta la ruta, donde a las 16.10 se hizo traspaso con una ambulancia que arribó desde la zona del Eucaliptus.
Esa ambulancia había sido coordinada por la directora de la Red de Atención Primaria (RAP) de Paysandú, Paola Sención, quien explicó en rueda de prensa que el móvil fue solo con chofer, ya que en la zona rural del departamento no disponen de ambulancias especializadas.
Sención estimó, en base al relato de la madre, que cuando el vehículo recogió a la niña en la ruta, ella ya se encontraba sin vida.
"A las 15.44 recibo la llamada del 9.1.1 y a las 15.45 le doy la orden al chofer que está más cercano a la zona, que está a 19 kilómetros. Inmediatamente concurre, pero es una ambulancia solo con chofer que lo que hace es facilitar el traslado a un centro de segundo nivel", dijo la jerarca a Subrayado (Canal 10).
Mientras la bebé era trasladada, el grupo de pediatría del hospital consideró la posibilidad de ir a la ruta para subir a la ambulancia y atenderla en viaje, pero finalmente dado que el móvil estaba a punto de llegar coincidieron en esperarla en el sanatorio, en una sala de reanimación. "Los colegas que la asistieron informaron que llegó sin signos vitales, pero se hizo una reanimación completa, se asistió la vía aérea, el sistema cardiovascular y respiratorio y no se hallaron signos vitales", agregó.
Consultada sobre la posibilidad de que en zonas rurales pueda existir personal médico para asistir en este tipo de casos, Sención explicó: "Estamos hablando de una situación compleja, que los que estamos en salud ya sabemos que quizá ni con todo un equipo en ese momento se puede revertir. Hay enfermeras en la ruralidad, no hay médicos, pero hay que subrayar que para atender a un lactante hay que estar especializado, no es una reanimación que cualquiera por ser médico pueda realizar".
"La situación ideal en este tipo de casos es tener un médico pediatra intensivista junto a una enfermera y equipamiento", indicó.
Consultada respecto al tiempo de traslado, Sención dijo que fue "el tiempo óptimo que se puede llegar a hacer, en menos tiempo no se puede".
La causa de la muerte de la niña aún no está clara y se espera a la autopsia. Sención dijo que aunque no se puede asegurar que se le hubiera salvado la vida, "sin duda cuanto antes se pueda acceder a una atención especializada se puede cambiar el curso de la situación".