En el marco de su política de acompañar a sus socios en el abordaje oportuno de temas de su interés, el Hospital Británico desarrolló una Unidad de Metabolismo y Obesidad que, desde hace más de un año, brinda herramientas a los pacientes con problemas de obesidad, con una mirada integral.
Desde su Departamento de Endocrinología el Hospital Británico respondió con un enfoque multidisciplinario a las demandas de pacientes con obesidad, poniendo a su disposición un equipo compuesto por médicos endocrinólogos y deportólogos, nutricionistas y psicólogos, sostuvo la doctora Cristina Alonso, coordinadora del departamento.
“El propósito es darle herramientas al paciente que ha tenido fracasos previamente y que está motivado a perder peso”, explicitó Alonso. Explicó que en general llegaron a la unidad personas ubicadas en un rango de obesidad y derivadas o valoradas previamente por su médico tratante.
El paciente se integra a un programa en el que en un primer trimestre concurrirá a consulta con médicos endocrinólogo y deportologo, psicólogo y nutricionista, cada 15 días, de modo de generar un vínculo y un primer compromiso terapéutico. En ambos trimestres participará de talleres liderados por especialistas, orientados a la adopción de herramientas específicas para el abordaje de su problemática.
La obesidad es una enfermedad crónica grave, definida como la acumulación anormal o excesiva de grasa que puede afectar la salud. Es un fenómeno progresivo que amenaza las expectativas de vida de la población.
“Ante la magnitud de la problemática, entendimos oportuno poner en marcha un proyecto que lograra optimizar la asistencia de estos pacientes, mejorando su calidad de vida y disminuyendo de esa manera las complicaciones que se les pudieran generar a futuro”, explicó Alonso.
Es una enfermedad multicausal, con componente genético al que se asocian factores ambientales, sociales y culturales. Entre otros cambios asociados a nuestro estilo de vida que inciden en el avance de la obesidad, se registró en los últimos años una mayor oferta y acceso a los alimentos y un progresivo descenso de la actividad física.
La respuesta de los socios del Hospital Británico ha sido “muy buena” y demostraron “mucho interés”. La especialista recordó que el abordaje planteado “implica un compromiso del paciente de ir a las consultas y a los talleres, de cambio de conductas, en busca de beneficios” para su salud.
La prevalencia de la obesidad se triplicó desde 1975, tanto en adultos como en adolescentes y niños, y la enfermedad es considerada hoy una epidemia global.
Según datos de la OMS, en el 2016 el 39% de los adultos del mundo tenían sobrepeso y el 13% eran obesos. Durante el mismo período, la obesidad de niños y adolescentes aumentó dramáticamente y pasó del 4 al 18%.
Uruguay no escapa a esta realidad. Uno de cada dos adultos presenta algún grado de sobrepeso-obesidad. En niños entre 9 a 12 años la prevalencia de sobrepeso es de 17% y de obesidad de 9%.
El sobrepeso-obesidad es un factor de riesgo importante para enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares, la diabetes, la dislipemia, los trastornos musculoesqueléticos, la apnea del sueño y algunos tipos de cáncer.
Estimular a los pacientes a disminuir y controlar los factores de riesgo asociados a la enfermedad y estimular en ellos hábitos de vida saludables es el principal objetivo de la unidad y de los profesionales que la integran, que se han capacitado en el país y en el exterior para aportar a la calidad de vida de los socios del Hospital Británico.