Inmunodeprimidos: cómo es vivir con la amenaza del COVID y qué implica para ellos la tercera dosis

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Vacunación contra el COVID-19. Foto: Fernando Ponzetto
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Fernando Ponzetto/Archivo El Pais

CAMPAÑA DE INMUNIZACIÓN

70% de los pacientes con algún tipo de inmunosupresión no generó anticuerpos de COVID-19, pese a haber recibido las dos dosis iniciales de la vacuna.

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Uruguay comenzará hoy a vacunar con la tercera dosis a todos los que recibieron el esquema inicial con Coronavac. Sin embargo, hubo una población específica que fue priorizada por las autoridades sanitarias y ya cuenta con el refuerzo: los pacientes inmunosuprimidos o con un sistema inmune debilitado.

Según la inmunóloga Lucía Vanrell es un “acierto” haber priorizado a estas personas para una tercera dosis porque tienen “una respuesta insuficiente” (a nivel de defensas) en la mayoría de los casos. “Puede ocurrir que aunque se estimule mucho al sistema inmune, la inmunosupresión puede llegar a ser tan severa que no se consigue un resultado”, explicó. Esto abarca también al COVID-19, por lo que en definitiva “es como si no se hubiesen vacunado”, explicó.

Esa vulnerabilidad con la que convivieron este año y medio los pacientes sin defensas, llevó a que muchos se acostumbren al miedo constante, que no se terminó del todo con la llegada de las vacunas. Tal es el caso de Agustín (29) que se realizó un trasplante renal en 2017, pero tres años después -cuando llegó el Covid a Uruguay- sintió que se le dio “vuelta el mundo”.

Antes de la pandemia, ya había permanecido aislado para preservar su salud tras el trasplante porque tenía las defensas bajas y cuando se confirmaron los primeros casos de coronavirus tuvo que volver a hacer cuarentena. “No sé si sentí miedo específicamente, pero sí me lo hacían sentir mis familiares o amigos que sabían que yo era más vulnerable”, contó a El País.

Algo similar le pasó a Juan José, de 52 años, que fue diagnosticado con vasculitis -una inflamación de los vasos sanguíneos- el año pasado: “Cuando apareció el Covid pensé que si me lo agarraba no tenía más remedio y sin dudas sería de los primeros en entrar a CTI”.

Según el nefrólogo y especialista en enfermedades autoinmunes sistémicas, Ricardo Silvariño, la “poca protección” que presentan los pacientes inmunosuprimidos ante el Covid “no es algo diferente a lo que ya pasa con otros virus”, pero la pandemia puso en evidencia esta situación.

“Siempre quedan más frágiles que el resto de la población. Fue así toda la vida, sobre todo en cuanto al riesgo infeccioso”, añadió el especialista. Por eso se los trata “como una población especial”, ya que “están en inferioridad de condiciones”, explicó Silvariño.

Con la llegada de la vacunación contra el COVID-19 a Uruguay, pacientes como Agustín o Juan José esperaban ser priorizados y poder vacunarse cuanto antes, pero no fue así. Según informó El País, durante enero y febrero, cuando los asesores del Ministerio de Salud Pública (MSP) planearon cómo sería la estrategia de inmunización en Uruguay, se discutió si priorizar a estos pacientes, pero el tema quedó ahí. No se logró adelantar la inmunización a pesar de que muchos llegaban (en marzo) a la consulta “desesperados por la vacuna”, según contaron los especialistas consultados por El País.

Silvariño se mostró comprensivo con los motivos que llegaron a las autoridades a no priorizar al inicio de la vacunación a este segmento de la población, pese a los riesgos que poseen. “Una cosa es el paciente individual que uno tiene enfrente y otra son las políticas de salud pública”, dijo.

Según un estudio realizado por el Hospital de Clínicas, el 70% de los pacientes con algún tipo de inmunosupresión no generó anticuerpos de COVID-19, pese a haber recibido las dos dosis iniciales de la vacuna.

“Yo participé del estudio y en mi caso di negativo, lo que fue un poco angustiante, pero al estar en contacto con médicos me decían que no era un tema mío, es algo que pasa en general a personas con trasplante o alguna enfermedad”, comentó Agustín.

A partir de estos resultados, los científicos que asesoran al gobierno decidieron dar una -y en el algunos casos dos- dosis de refuerzo de la vacuna a estos pacientes con bajas defensas. Según Juan José, la necesidad de vacunarse contra el COVID-19 “se transformó en una urgencia” para personas que como él tienen una mayor vulnerabilidad a las infecciones.

Más de 17.000 con mensaje para tercera y cuarta dosis

A pesar de que solo los inmunosuprimidos que se habían vacunados con CoronaVac deben recibir una tercera y una cuarta dosis de refuerzo con la vacuna Pfizer contra el COVID-19, la semana pasada hubo más de 17.000 personas a las que les llegó un mensaje con fecha y lugar para administrarse la vacuna.

Lo que sucedió fue que los prestadores de salud enviaron un listado al MSP de los afiliados que reciben algunos fármacos, como corticoides, que no se consideraban inmunosuprimidos en un primer momento, pero terminaron siendo priorizados de forma errónea.

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