Por Agustín Magallanes
El mercado de venta ilegal de medicamentos es un fenómeno que implica miles y miles de remedios circulando en las ferias y los comercios del país. En el último año, entre febrero de 2022 y enero de 2023, la Intendencia de Montevideo (IMM) incautó 19.854 unidades de medicamentos, de acuerdo a datos de la comuna a los que tuvo acceso El País. Un 60% fue detectado en ferias y el resto en comercios. La lista incluye desde jeringas hasta remedios que se venden en farmacias y prestadores de salud solo bajo receta.
A media hora del Centro se puede conseguir varios medicamentos, sin requisito, en plena calle y a un precio conveniente, según pudo constatar El País en una recorrida realizada días atrás.
El pasado jueves la feria de Piedras Blancas registró un alto movimiento a pesar del calor intenso. La mayoría de los vendedores desplegaba sobre una manta o la calle su oferta de ropa usada, antigüedades, comida, cigarrillos. Y, entre otros tantos artículos, se repetían cada pocos puestos improvisados las cajas de remedios.
La oferta a veces aparecía disimulada al lado de buzos o pantalones, pero en otros casos el negocio ilegal se desplegaba sin tapujos. Debajo de una sombrilla, un hombre comercializaba un centenar de cajas de fármacos, de todo tipo y color.
El blíster de Novemina lo vendía a $ 100, pero si se busca otros medicamentos más potentes, de receta verde, no hay problema. El blíster de Diazepam costaba $ 150 y el de Clonapine (clonazepam 2 mg) que salía unos $ 130 frente a unos $ 230 que cuesta en cualquier farmacia. Mientras revisaba más remedios en cajas de bananas, el flujo continuaba como si nada entre autos que circulan a paso de hombre y decenas de vecinos que recorren la feria.
La venta ilegal de medicamentos no es nueva, y en este caso forma parte del paisaje cotidiano de la feria. El País registró que en unos 50 puestos vendían fármacos, de los cuales la mitad se dedicaban exclusivamente a ello.
Sobre mesas o en valijas abiertas, exponiendo el blíster, la caja entera o solo el envoltorio, se podía comprar varias drogas no recetadas por un médico, en plena calle a menor precio que en farmacias. Una de las tantas cajas que se repetían eran las del antipsicótico Quetipax, que el blíster cuesta unos $ 200.
Estos puestos se multiplicaban sobre todo en el cantero central de Belloni, donde había que esquivar las motos por el intenso tráfico. La venta ocurría a plena luz del día y la gran mayoría de los vecinos que la recorren parecen no inquietarse cuando alguien pregunta por tal o cual remedio.
El responsable del Servicio de Convivencia Departamental de la IMM, Facundo Pérez, reconoció que la feria de Piedras Blancas está “lejos del control ideal” y que hay múltiples fallas que van desde la venta de medicamentos a las afectaciones en el tránsito.
Sin embargo, la mayoría de las incautaciones, agregó, ocurren en la periferia y no solo en ferias. Han detectado que distribuidores mayoristas le venden a comercios sobre todo medicamentos de menor riesgo de consumo, como analgésicos o cremas.
Diferencias entre IMM y el MSP por incautación
Fuentes del Ministerio de Salud Pública (MSP) señalaron a El País que la cartera no recibió la lista de incautaciones de medicamentos a los que tuvo acceso El País. Puntualmente, dijeron que el ministerio recibió datos del último trimestre de 2022, cuando fueron incautados 3.525 fármacos en ferias capitalinas: 60 en la feria Tristán Narvaja; 81 en la feria Pettirossi; 201 en la feria Basilio Araújo; 2.224 en la feria Carlos Nery y 959 en la feria Hudson.
Consultado sobre si se fiscaliza en forma regular la feria de Piedras Blancas, Pérez respondió: “No, nosotros estamos atendiendo situaciones puntuales que afectan el entorno de la feria. No hemos entrado a un trabajo a fondo todavía. ¿Por qué? Porque no es un proceso sencillo”.
El objetivo es comenzar este año a trabajar de forma intensiva allí, pero el jerarca enfatizó que eso implica “coordinar” con el Ministerio del Interior y el Ministerio de Salud Pública (MSP), que exigen “un número importante de funcionarios” y, según dijo, “no se arregla con dos policías”.
En su opinión, ir a ferias y comercios puede traer “problemas” de seguridad, por lo que resulta necesario un “análisis previo”. En cada intervención, dijo, alguno de los 80 inspectores del área concurren con policías ya que hubo “agresiones”. Además, la lista de medicamentos incautada es notificada al MSP.
Sin embargo, fuentes del MSP consultadas por El País dijeron que la cartera no recibió el último dato de incautación, sino que la comuna solo les notificó cinco incautaciones en ferias el último trimestre del año pasado, con el hallazgo de 3.525 medicamentos.
De acuerdo a datos de la IMM, hay un descenso en los registros. Entre julio de 2020 al mismo mes de 2021 incautaron 39.205 unidades, la cifra bajó a 21.000 unidades entre agosto a diciembre de 2021. Pérez dijo que una de las causas puede ser la “incautación constante” y que por tanto los vendedores tienen ahora “más cuidado”. “Lo seguro es que la causa no es porque hay menos control”, afirmó.
El jerarca dijo que no tienen datos sobre el origen de esos medicamentos, y apuntó a la gestión del MSP. Pérez dijo que “por el momento” no han obtenido respuesta de las notificaciones hechas a las autoridades sanitarias. Las fuentes del MSP puntualizaron que la venta ilegal de medicamentos puede deberse a desviaciones en los puntos de entrega, así como por quienes venden la medicación de un allegado fallecido o por quienes deciden dejar de tomar un fármaco.
De todos modos, cada medicamento tiene un número de lote y producción que lo identifica, por lo que se puede rastrear hacia qué prestador o farmacia fue remitido.
Fuentes del MSP dijeron que quien tiene el control de fiscalizar las ferias “son las intendencias”, más allá que el MSP dentro de su rol de fiscalización puede y ha logrado “numerosas incautaciones” en estos años, aunque no se brindaron datos precisos.
Actualmente la Dirección de Fiscalización del MSP cuenta con 12 inspectores, que aumentarán a 50 en el primer semestre del año tras la contratación de varios especialistas.
Dicha repartición tendrá como prioridad este año el seguimiento de los medicamentos incautados hasta encontrar los lugares hacia donde son entregados, agregaron las fuentes.
Entre las incautaciones hay remedios de receta verde
Entre los 19.854 medicamentos incautados por la IMM en el último año, la mayoría (1.077) fueron sobres del antiácido Alikal, y en segundo y tercer lugar se ubican los comprimidos antinflamatorios Perifar, en su versión 600 y 400. No obstante, en la lista a la que accedió El País figuran varios remedios a los que se accede por la vía legal solo si se cuenta con la receta verde. Esto es para los medicamentos psicofármacos.
El registro detalla la cantidad, el formato, así como el nombre del fármaco y el respectivo laboratorio de cada droga. El medicamento de receta verde que registra el mayor número de incautaciones fue el antipsicótico Quetipax (260 blísteres), cuya caja de 30 comprimidos cuesta unos $ 1.000 en farmacias. También se incautaron 162 blísteres del antidepresivo Venlafaxina, que en su versión de 30 comprimidos vale $ 530. Del fármaco Thesis, para tratar el Parkinson, encontraron 136 blísteres, y su paquete de 20 comprimidos sale $ 580. Además, hallaron 104 blísteres del remedio Pardisol para la misma enfermedad, que la caja de 50 comprimidos cuesta $ 820. Por otro lado, ubicaron 96 blísteres del antipsicótico Rispa, que los 30 comprimidos cuestan $ 350. Así como 77 blísteres del antidepresivo Sertralina, que los 20 comprimidos salen $ 400. Además, hallaron 59 blísteres del antipsicótico Ilimit, que los 30 comprimidos salen $ 1.450, y otros 49 blísteres del antidepresivo Etalpram, que los 60 comprimidos cuestan $ 900. También entre los medicamentos con receta verde hallaron 44 blísteres del antipsicótico Akroperidol que los 20 comprimidos salen $ 550, y otros 41 blísteres del antidepresivo Sertralix, que los 30 comprimidos salen $ 510 en farmacias.