Investigan adulteración de historias clínicas en recién nacidos

El Consejo Directivo Central de Udelar no hizo lugar ayer al recurso jerárquico que presentó una alumna de FMED sumariada.

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Centros de Salud
Alumna investigada negó las acusaciones.
Foto: Archivo El País

El Consejo Directivo Central (CDC) de la Universidad de la República (Udelar) resolvió ayer no hacer lugar al recurso jerárquico que presentó una alumna de la Facultad de Medicina (FMED), a quien se le instruyó un sumario ante sospechas de que adulteró historias clínicas de recién nacidos, entre otras causas, en el final de su carrera.

El Consejo de FMED resolvió el 7 de junio, en una sesión reservada, decretar un sumario contra la alumna y suspender sus actividades de internado, instancia que cursan todos los estudiantes en el último año de la carrera de Medicina, e implica pasar por cuatro rotaciones en diferentes centros.

La facultad, que no hizo lugar al recurso de revocación, activó el sumario y la suspensión “ante la aparente gravedad de las inconductas denunciadas vinculadas a riesgo en la asistencia en salud de recién nacidos”, y otras causas, se indicó en el proyecto de resolución del CDC, votado ayer.

En ese documento, además, se indicó que las jefas residentas Paula Couchet y Vanina Silva denunciaron el desempeño de la alumna en el Hospital Pereira Rossell, donde cursó la “última rotación” de su internado.

El 10 de mayo, de acuerdo a una nota enviada, las dos doctoras advirtieron por “conductas riesgosas para recién nacidos en que habría incurrido”. Según supo El País, esto hacía referencia a la supuesta adulteración, por parte de la alumna, de la historia clínica de recién nacidos con datos ficticios.

Sobre todo, datos de la evolución de bebés que “no se correspondían” con los pacientes, dijeron las fuentes, que acotaron que en el internado, los estudiantes van ganando autonomía para el registro en la historia clínica, más allá de que exista vigilancia médica.

Lo relatado en la denuncia no generó consecuencias graves, a partir del monitoreo médico usual en estos casos, agregaron los informantes. No obstante, despertó las alarmas por el riesgo que genera registrar datos que pueden derivar en otros diagnósticos.

En su defensa, la estudiante indicó que las acusaciones de Couchet y Silva eran “falsas”, así como que “jamás omitió, adulteró o falsificó datos, por lo que, una denuncia de tal gravedad debería ser acompañada de prueba documental la cual no existe en el caso porque no realizó tales acciones”, según consta en parte de la resolución.

El 22 de junio, dos días después de ser notificada del sumario, la alumna se reunió con las dos doctoras y les solicitó que se le precisara el contenido de la denuncia “demostrando ellas no conocer de primera mano los hechos”, según marcó.

En su defensa, acotó la resolución, hizo “consideraciones de índole técnicas respecto al contenido de la denuncia de la que fuera objeto, solicitando se convoque a las firmantes a ratificar o rectificar sus dichos y para el caso de que se ratifique la denuncia se proporcione indicios suficientes como para adoptar medidas inmediatas”.

La estudiante, quien “formuló múltiples agravios”, también dijo que la medida cautelar de suspensión preventiva, que le impide continuar con el internado, “no tiene debida justificación legal y provoca un daño a su interés directo personal y legítimo”. Sobre todo, tras considerar que no se verifica una “falta grave”, para avanzar en tal dirección, lo que fue “rechazado” por la universidad.

La resolución de Udelar, en tanto, sostuvo que la medida preventiva dispuesta por FMED en junio fue “claramente razonable y proporcional en función de las circunstancias que motivaran la instrucción del procedimiento sumarial”.

En cuanto al recurso que presentó la alumna, lo primero que destacó Udelar es que recurrió “únicamente la medida cautelar de suspensión de actividades y no así que se haya decretado sumario administrativo a su respecto”, por lo que, el sumario quedó “firme”.

Otro elemento que se marcó es que en una “nota suscrita” por los coordinadores del Ciclo Internado Rotatorio, Martín Notejane y Diego Graña, y la directora de Carrera, María Noel Álvarez, se informó al decano de FMED, Arturo Briva, que “en los últimos días se recibieron una serie de denuncias en las que se relatan diversas actitudes inapropiadas” de la misma estudiante.

En dicha nota, se hizo referencia a la misiva de Couchet y Silva del 10 de mayo, pero también se sumó otro elemento, vinculado a su rotación en el Hospital Maciel.

Allí se señaló que la jefa de Emergencia del centro de Ciudad Vieja envió otra nota el 18 de abril al Ciclo de Internado Obligatorio, indicando que “surgen de los informes dos hechos gravísimos”.

Esto en referencia a “la apropiación de recetas de psicofármacos” por parte de la alumna, así como “el empleo de sellos de profesionales sin su conocimiento”, de acuerdo a la cita de la resolución.

Según supo El País, cuando el médico dueño de las recetas descubrió el robo, la alumna primero le habría señalado que las hurtó para una compañera que había sido “agredida sexualmente”, quien desmintió esa versión.

La sumariada habría contado luego que el robo fue para ella porque vivía una “situación personal difícil”, acotaron las fuentes. La resolución marcó la “preocupación” por las “situaciones relatadas a nivel de enfermedad en la familia”, lo que “hacen plantear una ayuda psicológica y psiquiátrica”.

Sobre el empleo de “sellos”, hubo alumnos que tomaron conocimiento en redes sociales de que ella hacía publicaciones en las que “falseaba documentos institucionales”, tal como que la “felicitaban” y le iban a colocar una “placa a su nombre”, con firmas de jerarcas, según supo El País.

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