ANTIPARASITARIO
Este medicamento es una droga que se vende con receta y se indica para los casos de sarna en humanos, si bien también funciona como antiparasitario en los animales.
El uso de medicamentos o sustancias con un fin para el que no fueron pensadas aumentó especialmente durante la pandemia, en un fallido intento de evitar la expansión del coronavirus o de luchar contra los síntomas que produce la enfermedad. Pasó con la hidroxicloroquina, con el dióxido de cloro y ahora también con la ivermectina.
Durante las últimas semanas las búsquedas en Google por parte de los uruguayos incrementaron, así como las de "Sanifer", el medicamento que contiene ivermectina y que se agotó en varias farmacias de la capital, según informó el semanario Búsqueda en su edición de este jueves.
Este medicamento es una droga que se vende con receta, se indica para los casos de sarna en humanos y también funciona como antiparasitario en los animales.
Su relación con el coronavirus llegó luego de que se divulgara un informe realizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés), replicado también por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
"Un estudio reciente informó que la ivermectina se utilizó con éxito in vitro para el tratamiento del SARS-CoV-2 en células infectadas experimentalmente y dos publicaciones preimpresas obre estudios clínicos observacionales informaron la aparente utilidad de la ivermectina para tratar pacientes con COVID-19 que requirieron ventilación mecánica. Sin embargo, ninguno de estos estudios fue revisado por pares ni publicado formalmente y uno de ellos fue retirado posteriormente", expresó la organización.
Sin embargo, a partir de la divulgación de ese estudio, comenzó a circular la idea de que efectivamente era un mecanismo útil para tratar a pacientes contagiados con COVID-19. Se trató de una "mala" interpretación, explicó a Búsqueda Julio Pontet, presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI).
"No fue un estudio clínico en humanos, fue una demostración en laboratorio. Lo que hicieron fue demostrar que a escala de laboratorio tiene un efecto antiviral, pero de ahí a pensar que se puede usar libremente es un problema. Ahí tomó fama internacional", explicó el intensivista.
Y esa fama internacional llegó a Uruguay. No es difícil encontrar en las redes sociales comentarios a favor del uso de la ivermectina, así como la referencia al estudio que la aprueba.
"El aumento en el consumo, si es proscripto por médicos, que no deberían, o se usa como automedicación, causa preocupación por dos factores: porque pasó lo mismo con drogas anteriores —que ahora demostraron tener efectos secundarios graves— y porque genera que haya personas que de verdad lo necesitan y que tal vez no lo consigan", explicó Pontet.
"Lo que nosotros esperamos en esta instancia es prevenir la aparición del brote", indicó. En la misma línea se pronunció el ministro de Salud, Daniel Salinas, quien explicó al medio que "el medicamento está aprobado para lo que está aprobado. Tiene que haber una prescripción médica".
Hidroxicloroquina y dióxido de cloro
Esta no es la primera vez que se busca un medicamento para casos de coronavirus que fueron pensados con otro fin. La hidroxicloroquina fue uno de esos casos.
Este fármaco es en realidad usado contra la malaria, sin embargo tanto el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como el de Brasil, Jair Bolsonaro, recomendaron varias veces su uso a la población.
Sin embargo varios estudios informaron que el uso de la hidroxicloroquina no aportó ningún beneficio a pacientes con coronavirus. Por el contrario: además de ser ineficaz para mejorar el estado de salud de los participantes, los medicamentos causaron efectos cardíacos y hepáticos adversos.
Con respecto al dióxido de cloro, una solución química que fue promocionada en redes sociales como la fórmula para vencer al COVID-19, también se emitieron contraindicaciones a su uso prolongado.
En agosto,la División Evaluación Sanitaria del Ministerio de Salud Pública (MSP) informó que el consumo de dióxido de cloro es "sumamente peligroso para la salud" y recordó que no es un tratamiento indicado para prevenir o curar los casos de coronavirus.