Los tests de COVID-19 en la boca son poco fiables: certeza de hallar el virus es solo 45%

Compartir esta noticia
Lo recomendable es que se hagan dos tomas con hisopos: una en la nariz y otra en la garganta. Foto: AFP

DIFERENCIAS ENTRE HISOPADOS

El último fin de semana al menos una mutualista hizo el análisis por esa vía; en la nariz llega al 75%.

Adriana estaba preocupada porque le habían dicho que el hisopado en la nariz era algo muy molesto. Desagradable. El hisopo debe atravesar la fosa nasal hasta llegar a la parte superior de la faringe. Y luego se repite el procedimiento en la otra fosa nasal. Pero ella igual estaba preparada cuando tocaron el timbre de su casa el sábado: venían de la mutualista para hacerle el test de COVID-19.

Adriana (su nombre no es real, fue cambiado para preservar su identidad) tenía resfrío y había sufrido algunos leves problemas respiratorios. Pero, más que por los síntomas, le habían ordenado el test porque estuvo en contacto directo con una compañera de trabajo que dio positivo.

Primero le hicieron el análisis en la boca y le pusieron el hisopo bien hasta dentro de la garganta, para sacar secreciones que permitan confirmar o descartar el virus. Grande fue su sorpresa cuando la funcionaria de la mutualista (no sabe si era doctora o enfermera) empezó a guardar sus cosas para irse. “¿No me vas a hacer en la nariz también?”, preguntó Adriana. La funcionaria respondió que no, que no era necesario. “A veces hacemos en la boca y a veces en la nariz, depende del hisopo que nos den”, le explicó.

Adriana quedó algo aliviada por haberse evitado ese momento molesto pero después empezó a rondar en su cabeza la idea de si no había existido un error de procedimiento. En todos lados había escuchado que el test era en la nariz. Y lo cierto es que las autoridades sanitarias recomiendan que se haga el análisis en los dos lugares: nasofaríngeo y bucofaríngeo. Pero, en caso de tener que optar, tiene mejor rendimiento el hisopado en la nariz.

Así lo confirmó a El País Raquel Ballesté, grado 5 del Laboratorio Clínico de la Universidad de la República: el hisopado nasofaríngeo “tiene una sensibilidad de cerca del 75%, lo que significa que hay una alta chance de encontrar el agente”. En cambio, la sensibilidad del hisopado orofaríngeo, es decir en la boca, es del 45%, lo cual a todas luces es muy bajo. “Hay una probabilidad del 45% de encontrar el virus en la muestra. Tenés la mitad de probabilidad de acertarle y la mitad que no”, explicó Ballesté, por lo cual “no es aceptado ni recomendado para ser utilizado como única toma”. No permite hacer un diagnóstico fiable y todos los estudios internacionales muestran eso, aseguró la profesora.

¿Qué significa sensibilidad? Es la probabilidad de captar los posibles casos positivos. En este caso, la presencia del virus en una muestra.

Lo recomendado, según explicó la profesora, es realizar tanto la toma en la nariz como en la garganta a la misma persona. “Con un hisopo se hace la toma de ambas narinas y con otro la toma de faringe y los dos se colocan en el medio de transporte”, afirmó Ballesté. “De esa forma nosotros aumentamos la sensibilidad diagnóstica. Tenés la probabilidad de encontrar el virus en la muestra nasal y la aumentás por la muestra faríngea”, indicó la experta.

En su defecto, si hay un solo hisopo se puede hacer el análisis nasal, que tiene mejor rendimiento que el orofaríngeo.

La infectóloga Zaida Arteta, grado 4 de la Facultad de Medicina, coincidió con su colega, respecto a que el rendimiento de la toma bucal es menor y que lo indicado es hacerlo en dos tomas. Admitió que en algunas ocasiones se hace una sola porque hay escasez de hisopos.

Test de coronavirus. Foto: Reuters
Test de coronavirus. Foto: Reuters

Y, a todo esto, la toma debe ser bien realizada, indicó Ballesté. Si es en la faringe, se debe pasar el hisopo varios segundos bien al fondo. Y lo mismo en las narinas, donde hay que llevar el hisopo hasta la parte posterior y rotar varias veces. “Es una técnica, debe ser una toma de calidad para obtener un número de células adecuado”, afirmó la experta. Julio García Rodríguez -vocero de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas- dijo en una reciente entrevista con la Radiotelevisión Española que lo habitual es que los falsos negativos sean por errores en la toma de la muestra. “No todos los profesionales sanitarios llegan hasta el fondo y hay que hacerlo adecuadamente. Hay que llegar hasta la nasofaringe”, indicó Rodríguez. Y luego aclaró: “Si no le resulta molesto al paciente es porque no se está haciendo bien y el resultado puede ser no concluyente o falsamente negativo”.

Adriana aún espera el resultado del análisis. Pero, tras varias comunicaciones y quejas con la mutualista, ayer de tarde le dieron la razón y fueron a realizarle un nuevo test, esta vez en la nariz. Y no fue tan molesto como pensaba: “Es una sensación fea, pero no era tan horrible”.

Los “falsos negativos” y los test precoces

La reacción en cadena de la polimerasa, la técnica de biología molecular conocida como PCR por sus siglas en inglés, “puede dar falsos negativos”, dijo la semana pasada a El País el infectólogo Eduardo Savio. “Cuanto más precozmente se haga el estudio, más chance hay que sea negativo”, indicó Savio, en referencia al hisopado que se realiza para comprobar si el paciente tiene el virus. “Estamos aprendiendo que un PCR negativo en un paciente con elementos orientadores, no nos hace descartar la cosa y lo repetimos con una diferencia de dos o tres días si el índice de sospecha es razonable”, dijo Savio.

James Gill, profesor de la Warwick Medical School de Coventry en Inglaterra, afirmó hace unos días que los falsos negativos “se dan hasta 30% de las veces”. En algunos países también se realizan test rápidos: con una gota de sangre en una tirilla de papel, en 10 minutos se sabe si es positivo o negativo.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar