Redacción El País
Como un déjà vu de hace meses, el debate sobre si el agua que sale de la canilla de OSE en el área metropolitana es potable o no volvió a resurgir en estas horas.

La ministra de Salud Pública, Karina Rando, primero dijo este martes en el Parlamento que el agua es “potable” y “segura”, pero horas después consideró más “adecuado” llamarla solo “segura”.

El debate en la comisión de Salud de la Cámara de Representantes estuvo vinculado con el decreto 375/11, que define el agua potable y marca los valores máximos de sodio y cloruros.

El límite de sodio está en 200 miligramos por litro (mg/l), mientras que de cloruros es 250 mg/l. Estos son valores inferiores al máximo de 440 mg/l de sodio y 720 mg/l de cloruros.

“¿El agua hoy es potable o no es potable?”, preguntó el diputado frentista Luis Gallo, según consta en la versión taquigráfica. Rando citó el artículo 1º del decreto que define el agua potable como aquella “apta para consumo humano, que no represente riesgos para la salud durante toda la vida del consumidor o que no genere rechazo por parte del mismo”.

“En los niveles en los que estamos hoy, el agua es potable, pero hay algunas personas con determinado paladar a quienes no les gusta o no la aceptan para tomar”, dijo.

Sobre este punto, Rando marcó que “ese componente de la definición de agua es subjetivo y depende de cada uno”. Puntualizó que “perfectamente” toma agua de OSE y valoró que es “potable” y también “segura”.

“Como consideramos que para la gran mayoría de la población esto no representa riesgo, decir que el agua no es potable no nos parece adecuado. Podemos tener una diferencia de percepción y la respetamos, pero es la visión que tenemos nosotros, y estamos asesorados por expertos”, remarcó la jerarca.

A la salida del encuentro, Rando y otras autoridades no brindaron declaraciones. Quienes sí lo hicieron fueron diputados oficialistas y de la oposición.

El nacionalista Milton Corbo insistió que en la comisión “quedó clarísimo que el agua hoy es potable” y segura, mientras que la frentista Cristina Lustemberg dijo que no se debería denominar así, en base al decreto 375/11.

“Entendemos que las características de potabilidad no están garantizadas” con los valores actuales. “La ministra manifiesta que el agua es potable y es segura”, apuntó.

Rando escribió después en Twitter que “para la RAE el agua potable es ‘agua apta para el consumo humano’, es decir, no genera daños a la salud. Para la OMS la definición de agua potable debe cumplir un requisito más: ser aceptable para beber, desde el punto de vista del sabor y olor”.

Siguiendo la última definición, acotó que “para algunas personas el agua sería potable y para otras personas no”. Por ello, consideró “más adecuado utilizar el término de agua segura, que implica que no afecta la salud”.

Rando dijo en el Parlamento que si los niveles de sodio se “disparan” entre 600 mg/l y 800 mg/l, el MSP “reaccionaría el mismo día” con respecto a las recomendaciones, del 9 de mayo, que no se prevén cambiar por ahora.

Sostuvo, además, que es “probable” que OSE pida extender por más tiempo los niveles de sodio y cloruros. “Si lo hacen, se la vamos a dar por el tiempo que sea necesario, hasta que estén construidos los planes de contingencia. Probablemente sea algún tiempo más; esperemos que no sean muchos meses”, dijo.

Rando también enfatizó que tras consultas a expertos, “no ha habido aumento de consultas por picos hipertensivos”, “ni reportes ni consultas de efectos secundarios por el consumo de agua”, así como “tampoco hubo alteraciones en la piel ni aumento de las consultas por lesiones en piel en los niños”.