LA MARCHA EN LA PANDEMIA
El director general de salud de la cartera, Miguel Asqueta, dejó en claro que Uruguay está comenzando el año "con todas sus capacidades intactas”.
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Ya estamos en 2022 y falta muy poco tiempo para que se cumplan dos años de aquel 13 de marzo de 2020 en que el presidente Luis Lacalle Pou anunció la presencia del COVID-19 en Uruguay. Llevamos 22 meses conviviendo con una pandemia. Sin dudas 2021 estuvo marcado por la vacunación y el control sobre la enfermedad, lo que sucedió luego de una ola de casos. En tanto, el panorama para 2022 no parece estar del todo claro. Las posturas de las autoridades no condicen del todo con las de algunos expertos en cuanto a lo que se puede esperar en materia sanitaria.
El cierre de 2021 tuvo algunos puntos en común con lo que fue diciembre de 2020. Y esto ha tenido que ver, básicamente, con un aumento exponencial de casos positivos, en este caso debido al arribo de la variante ómicron. Sin embargo, también hubo claras diferencias, pues los ingresos a las camas de CTI y las muertes parecen estar controlados gracias a la vacunación.
Al término de 2020 el número máximo de contagios había sido 754, mientras que hace algunos días se superaron los 1.400 casos diarios. La situación se da a la inversa, mirando lo que pasa con los pacientes en CTI por COVID-19, porque en 2020 llegó a haber 74 y en el último mes de 2021 hubo un pico máximo de 25.
El nuevo año, entonces, trae consigo un aumento sostenido de los casos, y las autoridades sanitarias no esperan que a la brevedad ocurra un descenso. Esto, sin embargo, no genera muchas preocupaciones dentro del Ministerio de Salud Pública (MSP), pues advierten que la vacuna está dando buenos resultados y que, de hecho, muchos de los que están en CTI lo están por no haberse vacunado. Por otro lado, creen poco probable que el temor que hubo en la primera mitad del año -de que se desbordaran las capacidades dentro de las unidades de cuidados intensivos- pueda llegar a resurgir.
“Uruguay está empezando 2022 con todas sus capacidades intactas”, dijo a El País el director general de salud del MSP, Miguel Asqueta, al ser consultado sobre el análisis que hace la cartera del estado de situación pandémico.
Asqueta explicó que durante 2021 se reforzaron muchas de las herramientas de testeo, rastreo y aislamiento (tetris, por sus siglas en inglés) y por eso el MSP confía en que “Uruguay hoy tiene la situación bajo control” a pesar de que los contagios siguen aumentando.
“Puede haber muchos positivos en los próximos meses, como sucede hoy, y también muchos portadores de las nuevas variantes, pero entre estar infectado con el virus y convertirse en un paciente con mucho riesgo hay un abismo de distancia. Hoy estamos asistiendo (en las hospitalizaciones) a la verdadera epidemia, que es la de no vacunarse, porque esos son los casos de gravedad”, sostuvo.
Para las autoridades y los científicos que asesoran a la cartera el aumento de casos será un problema durante la primera mitad del año y, tal como viene pasando hasta ahora, las consecuencias se verán principalmente en el primer nivel de atención -testeos, policlínicas, servicios de emergencia, etc.
“El año arranca con un nuevo escenario a causa de la variante ómicron. No sé si significa que todo vuelve a empezar, pero sí son otras reglas de juego. La principal preocupación ya no es la posible saturación de los CTI, sino lo que pueda pasar en el primer nivel de atención, porque se podría ver mucho más comprometido que antes”, manifestó a El País el presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI), Julio Pontet.
Sin embargo, esas “capacidades intactas” que menciona Asqueta también refieren a la preparación del primer nivel de atención para atender la suba de casos. “Empezamos la pandemia sin poder hacer más de 100 o 200 test diarios. Hoy los laboratorios han multiplicado sus capacidades pudiendo realizar casi 20.000”, explicó el jerarca. Y agregó: “Si quisiéramos hacer 25.000 o 30.000 test podríamos lograrlo también”.
Según Pontet, el riesgo principal que corre Uruguay en 2021 “es tener que dar marcha atrás en lo referido a la actividad social, económica y cultural” a causa del aumento de casos.
En el mismo sentido, la presidenta de la Comisión Honoraria para la Lucha Antituberculosa -a cargo de la logística de la vacunación-, Catalina Pírez, dijo a El País que Uruguay llega a 2022 “con una situación un tanto inestable, porque los casos ya han aumentado”.
Para la experta, además, la nueva ola de contagios que podría estarse generando por ómicron, “implica un retroceso en todo lo que es la vida cotidiana, que ya se estaba viviendo con normalidad”.