PANDEMIA

En el mundo, con cierto énfasis en los países limítrofes Brasil y Argentina, se registra un aumento de casos de covid-19. Y Uruguay tampoco es ajeno a esta situación. Ante este escenario, el Ministerio de Salud Pública (MSP) recomendó ayer reforzar las acciones para prevenir el contagio del coronavirus. Por su parte, el ministro Daniel Salinas indicó que las “medidas son las que se conocen” y que “no se innovará”.

Existen dos nuevas subvariantes de ómicron -llamados BQ.1 y XBB- que aún no se detectaron en Uruguay, siendo el último informe de vigilancia genómica de la semana pasada. Aún “predominan” las subvariantes B4 y B5, lo que “no quiere decir” que en otro momento se encuentren las más recientes. Así lo informó ayer Salinas en el almuerzo de trabajo de la Asociación de Dirigentes de Marketing del Uruguay (ADM).

También dijo que, a su entender, “no hay subregistro” de infecciones en el país ya que, “todo aquel que tiene indicaciones, se hace hisopado”.

Desde hace meses, el MSP emite su actualización de la situación sanitaria de manera semanal -antes lo hacía a diario. La última, del lunes, marcó un incremento de 55% de las infecciones por coronavirus, con 1.527 nuevos casos.

También indicó una suba en el nivel de positividad, que mide la cantidad de test de covid-19 positivos sobre el total. El último dato es 11,6% y el de la medición anterior había sido 8%.

“La pandemia no ha terminado”, recordó ayer la directora del área de vigilancia en salud de la población del MSP, Adriana Alfonso. La jerarca calificó como “importante” tener presente que la variante predominante es ómicron. y que la “aparición de eventuales mutaciones, puede hacer que el comportamiento de la enfermedad haga que se tenga un mayor riesgo de una reinfección”.

Por su parte, en un comunicado oficial el MSP llamó a la población a “reforzar las medidas de prevención no farmacológicas vigentes”. En ese sentido, la cartera recordó las situaciones en las que el uso del tapaboca es obligatorio. Se debe utilizar, por ejemplo, cuando se tiene “sintomatología respiratoria” y se mantenga contacto con otros, “o hasta que se establezca el correcto diagnóstico”.

En tanto, es obligatorio su uso para “personal sanitario con atención regular directa a público o pacientes”.

Lo mismo aplica para los usuarios que están en los centros de salud, y los “funcionarios encargados del cuidado de grupos vulnerables, tales como Elepem, centros de cuidado de personas con dependencia funcional u otras situaciones de similares características”.

A su vez, el MSP marcó cuándo el uso de la mascarilla es “altamente recomendado”. Las situaciones son las siguientes: “usuarios de medios de transporte colectivo, a nivel urbano, suburbano, interdepartamental e internacional; y personas que permanezcan en refugios, establecimientos de reclusión o instituciones de similares características”;

Asimismo, se aconseja para “personas que sean parte de espacios dónde se sospeche la ocurrencia de un brote de enfermedad respiratoria aguda por el plazo acotado hasta que la situación se resuelva, incluido el ámbito laboral; personas que permanezcan al cuidado de personas no vacunadas por cualquier razón, como niños menores de 5 años, entre otros; en espacios cerrados con aglomeración de personas; y elaboradores y manipuladores de alimentos”.

Sin ir muy lejos, Brasil vive un nuevo repunte de casos. El martes registró 55.908 infecciones, la cifra diaria más alta desde el pasado 20 julio (56.480). Además, tuvo 180 fallecidos asociados al coronavirus. En este marco, el presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva instó a la población a vacunarse. Hasta ahora, menos de la mitad de los brasileños se ha inoculado con una o las dos dosis de refuerzo permitidas por las autoridades sanitarias.

Argentina también registra un incremento de las infecciones. La ministra de Salud, Carla Vizzotti, informó el domingo que los casos venían “aumentando desde hace cuatro semanas”, y que de la semana anterior a esta lo hicieron 3,8 veces”. Y explicó que, hasta ese momento, la suba de casos no se había traducido en un “aumento significativo de las hospitalizaciones o de muertes”. La razón, indicó, es que la “protección que otorgan las vacunas es muy sólida”. En ese sentido, marcó que la “mejor manera de mantener esa protección es con una dosis de refuerzo”.