CONTROLES A LOS REPATRIADOS
Uruguayos que vuelven deben pasar por tres filtros; luego funcionarios del Ministerio de Salud Pública los llaman por teléfono para controlar su evolución.
Un metro de distancia, termómetros infrarrojos, una declaración jurada de cuarentena y una llamada. Los controles para los uruguayos y residentes que retornan del exterior por la crisis del coronavirus son varios, requieren de una acción coordinada de personal y de seguir los pasos precisos. Hasta ayer al menos 2.050 compatriotas regresaron al país en la llamada Operación Todos en Casa y quedan 760 aún varados, informaron desde Cancillería a El País.
Sofía Díaz (nombre ficticio) estaba en su casa, esa que se mantiene hermética desde hace siete días, en el momento en que sonó su teléfono. En la otra punta de Montevideo y adentro de un cuarto Victoria Alonsopérez, el mismo día, recibió también esa llamada. Era una funcionaria del área de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública.
Alonsopérez había regresado de Singapur hacía seis días, después de un trayecto con más ingredientes de odisea que de viaje. Cuando se enteró de que Uruguay iba a cerrar las fronteras y que su visa se iba a vencer decidió volver para poder estar con su familia. Pero llegar no fue fácil, primero tuvo que pasar por Qatar, desde donde partió el 23 de marzo, para luego llegar a San Pablo, donde se subió a un avión que la trajo finalmente a Montevideo. El viaje de Sofía no fue mucho más fácil, junto con su novio lograron conseguir un avión que los llevara de Francia a España y de España a Uruguay.
“El miércoles nos llamó una muchacha del Ministerio para ver si estábamos cumpliendo la cuarentena y nos preguntó si teníamos algún síntoma. Habló un rato con nosotros y nos explicó algunas cuestiones, porque hasta el octavo día podemos presentar síntomas”, contó Díaz a El País. La llamada, que se repitió con Victoria, también se realiza a todos los uruguayos que regresaron en el marco de la operación Todos en Casa impulsada por el gobierno, informaron a El País fuentes del MSP.
El objetivo es hacer un seguimiento de todos aquellos que llegaron y recordar que se firmó una declaración jurada en la cada persona acepta los 14 días de cuarentena obligatoria. En la llamada, que se extiende algunos minutos, se consulta si alguno tiene los síntomas del virus y se explica la importancia de no verse con nadie más. “Mi hermana, que es buena cocinera, me toca la puerta y me deja la comida. Nadie se acerca, ni siquiera mi perro que me mira desde afuera”, contó Alonsopérez. El seguimiento para las personas que están en el interior del país lo hacen los directores de Salud de cada departamento.
“Hay una Coordinadora Federal de la Salud y a través de ella nosotros le hacemos llegar los formularios de ingreso. Migración controla los puntos habilitados de control y ahí se recaba toda esa información y se le entregan de forma inmediata a Salud Pública, así que ellos pueden hacer el seguimiento de primera mano”, explicó a El País Eduardo Mata, director Nacional de Migración.
Controles.
La llamada es el último de una serie de pasos que siguen las autoridades con los uruguayos y residentes repatriados. Todo empieza en el avión cuando a los pasajeros les entregan una hoja que a simple vista puede parecer insignificante pero tiene el peso de una declaración jurada. Además de pedirles datos personales se les solicita que indiquen la dirección en la que pasarán la cuarentena. Les preguntan además de dónde vienen y si tienen síntomas de cualquier tipo, no solo los asociados al coronavirus.
Acto seguido se sube personal médico al avión y habla con los pasajeros. Les recuerda la importancia de lavarse las manos, de reforzar la higiene con alcohol en gel y, una vez más, de hacer la cuarentena como se debe. Antes de bajarse piden a los pasajeros que mantengan un metro de distancia entre unos y otros, el pedido se repite en el sector de migración y continúa hasta el área donde se recoge el equipaje. Pero antes de llegar a esa área a los pasajeros que vienen de países considerados de riesgo se les toma la temperatura. “Cuando llegamos a hacer (el trámite) a Migración había gente que te tomaba la fiebre con un aparatito”, indicó Díaz en referencia al termómetro infrarrojo que se activa a medio metro de distancia de la persona para controlarle la temperatura.
Controles en origen, en vuelo y al llegar
Para que uruguayos y residentes varados puedan volver al país tienen que pasar por un filtro compuesto por tres pasos, indicó Ernesto Talvi, ministro de Relaciones Exteriores, durante una conferencia de prensa. El primero es en el país donde se encuentran, si presentan síntomas no podrán embarcar.
El segundo es en el avión: si un pasajero desarrolla síntomas quedará aislado en un sector con baño exclusivo. En este caso las autoridades del aeropuerto son notificadas antes de llegar a tierra y al momento de aterrizar se activa el protocolo: se desembarca a la persona con síntomas así como aquellas que están dos filas adelante y dos filas atrás de donde estaba y son llevados a una zona específica preparada para estas eventualidades, donde se les hace un interrogatorio determinado. “Los otros pasajeros son llevados a otro lugar, donde son revisados por otro médico que les hace todo el interrogatorio y se les notifica la posibilidad de que estén enfermos. En el avión queda la tripulación” que también es interrogada con unas diez preguntas informaron fuentes de la salud a El País.
Talvi agregó, durante la conferencia, que el tercer paso entonces se hace en el aeropuerto, desde donde las personas con síntomas son enviadas en ambulancias a sus prestadores médicos.