Redacción El País
Un colectivo de 150 padres y dos sociedades científicas reclamaron al gobierno que se incluya en la canasta común de prestaciones (PIAS) o en el Fondo Nacional de Recursos (FNR), una insulina más eficaz para el tratamiento de la diabetes en niños.
Se trata de una insulina de larga duración, de segunda generación, llamada Degludec- Tresiba (Novo Nordisk), que no solo evita más pinchazos al día; es la única de acción lenta que se puede aplicar desde el año de vida, y que mejora el control metabólico frente a otras.
Su precio, sin receta médica, ronda los $ 2.400 y se vende en algunas farmacias. El efecto, que implica ayudar al organismo a reducir el nivel de azúcar en sangre, extiende el control por 36 horas, por encima de las 12 o 24 horas que tienen otras.
Esto resulta un cambio radical para esos niños, que además de ese pinchazo, en cada comida deben recibir insulina de acción rápida -que supone que un padre lo brinde en la escuela, por ejemplo. A lo que se suman pinchazos para seguimiento de glucosa si no se tiene un equipo de monitoreo continuo, relataron a El País padres de niños con diabetes.
Todos coincidieron de que el mayor beneficio es la estabilidad que genera en el cuerpo la insulina que reclaman por su bajo riesgo de hipoglicemia. Que, a su vez, no todos los padres pueden pagar ya que “varios” niños insulinodependientes provienen de un contexto social vulnerable.
Además, el rango mayor, de 36 horas, cubre mejor a niños cuyos responsables no son estrictos con las inyecciones y el cuidado -hasta alimenticio- que irrumpe con el “debut”, como le llaman al inicio de la diabetes insulinodependiente (Tipo 1), que representa un 10% de los casos de diabetes.
Los padres también marcaron que un mayor acceso a esta insulina permitiría mejor salud en niños de uno a cinco años, que suelen acceder a otra insulina que no es de larga duración.
Las que brinda el FNR, Glargina y Determir, que la pasarían a dar las mutualistas tras un decreto, son para mayores de seis años.
La Sociedad Uruguaya de Endocrinología y Metabolismo (SUEM) envió la misma carta -a las que accedió El País- una el 17 de noviembre pasado al FNR y otra el 8 de abril al MSP, pidiendo la inclusión de Degludec - Tresiba en el FNR.
Lo hicieron resaltando su “menor variabilidad día a día en el efecto hipoglucemiante en comparación a insulina Glargina U100 y U300”; así como su “bajo riesgo de hipoglicemia”, y porque es “la única insulina indicada a partir del primer año de vida”.
“Reiteramos nuestra preocupación y nuevamente solicitamos se considere la posibilidad de ingresar insulina Degludec a las prestaciones que el FNR brinda para los pacientes que tienen diabetes”, acotó.
La Sociedad de Diabetología y Nutrición del Uruguay (SDNU) indicó en una misiva, también de noviembre, enviada al FNR, a la que accedió El País: “Sería acertado y necesario contar dentro del PIAS con otra insulina análoga de nueva generación con amplia evidencia científica que la respalda como es la insulina Degludec”.
Un padre, representando a un grupo de 150 niños con diabetes, envió semanas atrás una carta al presidente Luis Lacalle Pou pidiendo la firma del decreto que habilite tanto a un mayor acceso al monitoreo de glucosa como a insulinas modernas. “La situación es desgarradora y angustiante”, graficó.
Fuentes del MSP dijeron a El País que estaban al tanto del reclamo de esta insulina. El proceso de incorporación de una prestación lleva varios meses, en función de la reglamentación vigente y negociaciones entre los actores vinculados. El decreto con siete incorporaciones al PIAS tuvo idas y vueltas entre organismos.